La faraónica obra de 42 días de Royal Caribbean en Cádiz: 100 millones de inversión y 3.000 trabajadores
El barco ‘Allure of The Seas’, uno de los 29 del gigante estadounidense de los cruceros, está siendo sometido a una reforma integral para iniciar operaciones el 12 de abril, solo cinco días después de salir de los astilleros de Navantia


El Allure of The Seas, uno de los 29 barcos del gigante estadounidense de los cruceros Royal Caribbean, encara la recta final de la faraónica obra a la que se está sometiendo en los astilleros de Navantia en Cádiz durante 42 días. Con 18 cubiertas y 2.748 cabinas para albergar al mismo tiempo 5.718 pasajeros y 2.054 trabajadores de tripulación, el barco entró el pasado 24 de febrero en las instalaciones de la empresa pública para una reforma completa en la que se ha invertido 100 millones de euros y en la que trabajan a marchas forzadas 500 trabajadores de Navantia y otros 2.500 empleados de subcontratas de Royal Caribbean.
El trasiego en las tripas de este buque, que se ha convertido en una macrociudad en la que conviven trabajadores de 81 nacionalidades diferentes, revela la dimensión de la reforma que se está acometiendo en el barco, quince años después de ser inaugurado. Carlos Torres, jefe de Buque de Navantia, recalca que no hay margen para el retraso y que los trabajos pactados con la crucerista estadounidense tendrán que acabar el 7 de abril. “Ese día se harán unas pruebas de estabilidad, ya que los pesos del barco habrán cambiado con las distintas reformas, y una vez culminadas, se procederá a la navegación hasta Barcelona, donde está previsto que llegue el 12 de abril por la mañana y a primera hora de la tarde se producirá el primer embarque de pasajeros correspondiente a la temporada alta de este año”, recalca.
Torres destaca que los trabajos se van a centrar fundamentalmente en una ampliación de los camarotes en proa, una nueva cubierta de aluminio, la reforma de las cubiertas superiores en las que se han añadido cinco nuevas piscinas y once jacuzzis o un tobogán seco de 10 pisos de altura. Decenas de trabajadores se afanaban la mañana del jueves por rematar los trabajos de pintura en el casco del barco, mientras que otros cientos se repartían por las distintas cubiertas, alisando o acuchillando suelos, instalando piscinas, jacuzzis o el doble tobogán acuático de tres plantas de altura. En el interior, los operarios aceleraban el paso para culminar los 111 camarotes que se han reformado íntegramente.
El barco tendrá Barcelona como puerto de embarque y desembarque y realizará a lo largo del próximo verano itinerarios de siete días en los que hará paradas en Provenza (Francia), Florencia, Pisa y Roma (Italia) y Palma de Mallorca. Alberto Iruretagoyena, responsable de ventas de Royal Caribbean en España, destaca que las ventas para este año van en línea ascendente con respecto al pasado ejercicio, pero que no van a alcanzar el ritmo “explosivo” del pasado ejercicio. Una vez acabada la temporada alta en Europa se dirigirá a Fort Laudarle (Florida) en noviembre. Allí hará itinerarios de 6 a 8 noches en el Caribe Oriental y Bahamas, fundamentalmente para clientes procedentes de Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica.
No es el único barco de Royal Caribbean que ha pasado por los astilleros gaditanos. Otras tres embarcaciones (Oasis, Voyager y Adventure), ya han sido reparadas en los últimos trimestres en el muelle seco de Navantia en Cádiz. El relevo al Allure of The Seas, una vez que parta el 7 de abril hacia el Barcelona, lo tomará la estadounidense Carnival, que meterá en las instalaciones de la capital gaditana tres barcos de forma consecutiva en virtud del acuerdo suscrito con Navantia en 2018 tras cinco años de duras negociaciones. El primero será el Miracle el 11 de abril, posteriormente le seguirá el Valor el 14 de mayo y finalmente el 1 de junio será el turno para el Liberty.
España se ha convertido no solo en un destino de paso obligatorio para que las cruceristas reparen sus embarcaciones, sino en un mercado prioritario para incrementar operaciones por la gran cantidad de turistas que recibe y que envía al extranjero. Buena prueba de ello es el despliegue que prevé la italosuiza MSC Cruceros, que por primera vez en su historia tendrá este verano navegando por España ocho barcos (un tercio de los 23 que componen su flota a nivel mundial) que realizarán operaciones de embarque en cinco puertos (Barcelona, Valencia, Málaga, Alicante y Palma de Mallorca), con un récord histórico de 498 escalas, casi un 20% más que en el mismo período de 2024. Con esta apuesta por ganar tamaño, MSC Cruceros quiere reforzar su liderazgo en el mercado español, donde controla, siempre según sus cálculos, más de la mitad de los 500.000 pasajeros que viajaron en cruceros desde España en 2024 o de los 600.000 que se prevé alcanzar en 2025.
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