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Las mujeres tienen mayores expectativas de subidas de la inflación que los hombres

La percepción sobre el precios de los alimentos es la principal diferencia entre sexos

Inflación mujeres y hombres
Infografía: Belén Trincado
Pepe García

Las mujeres tienen unas expectativas más negativas que los hombres con respecto a la evolución de la inflación, según un informe del Banco Central Europeo basado en datos de la última Encuesta de Consumo de la institución. El estudio señala que la principal difencia entre sexos es que las mujeres de entre 35 y 49 años perciben antes los efectos inflacionarios en sus bolsillos por el precio de los alimentos.

Los investigadores del BCE aseguran que "nuestras preferencias heterogéneas y hábitos de compra influencian la manera en la que percibimos y esperamos que se vaya a desarrollar la inflación". Es por esto que las mujeres de entre 35 y 49 años se ven más determinadas por la subida de los alimentos básicos que los hombres, a la hora de percibir las subidas de precios.

En concreto, se calcula que un aumento del 1% en la inflación percibida por los alimentos aumentará las expectativas de inflación a corto plazo de las mujeres en 0,40 puntos porcentuales, aunque el estudio señala que la incidencia de estos es menor en la subida real: "La participación de los alimentos, las bebidas y el tabaco en el índice de precios es solo del 21%".

Los hombres están menos influenciados por los precios de los alimentos, solo 0,26 puntos porcentuales por punto de inflación de los alimentos, y les influye más que a las mujeres otros factores como la percepción del aumento del precio del transporte, la ropa y la vivienda.

La diferencia de expectativas entre ambos sexos es tal que las mujeres ven la inflación general un punto porcentual más alta, ya que tienden a poner más énfasis en la inflación percibida. Incluso a la hora de responder en las encuestas, las mujeres se presentan como más inseguras con respecto a la evolución del índice, según los datos recogidos por el informe.

Las personas que tienen una actitud negativa, tienden a esperar niveles de inflación en números redondos (múltiplos de 10 o 5). Es el caso de las mujeres, que responden con este tipo de cifras al preguntarles por sus expectativas de inflación con más propensión que los hombres.

Tipos de interés

En cualquier caso, la encuesta afirma que las diferencias son destacables en grupos de edad concretos, como los comprendidos entre 35 y 49 años, pero en otros, como los encuestados menores de 34 años de ambos sexos, no existen evidencias de unas diferencias tan acuciantes a la hora de percibir la inflación.

El último dato de inflación de la eurozona (10,1% interanual) y la UE (9,1%) son los más altos de la historia del euro y, según datos del INE, la inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas en España ha subido un 13,8% interanual.

El BCE lleva desde el mes de julio subiendo los tipos de interés a niveles históricos, lo cual busca, en parte, bajar de manera abrupta la escalada de precios y que no se perpetúe la situación actual. Mayores subidas de precios podrían provocar subidas incluso mayores de tipos.

Tendencias económicas

El BCE afirma la importancia de estos indicadores de influencia en las percepciones en base a que “tienen consecuencias en la vida real”. Por ejemplo, para saber “cómo nos comportamos cuando las circunstancias económicas o financieras cambian”. Saber qué tipo de inflación es relevante para el público, ayuda a conocer sus inquietudes para evaluar y aplicar medidas de actuación de la política económica que “aumenten la credibilidad” del BCE. En este caso concreto, la institución bancaria cree que será posible estratificar sus estrategias de comunicación para aumentar el conocimiento sobre la inflación de estos sectores y producir evaluaciones de la situación “mejor informadas”, así como permitir a los hogares tomar “mejores decisiones de consumo y de inversión”.

Sobre la firma

Pepe García
Redactor de la sección de Economía de Cinco Días. Estudió Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y cursó el Máster de periodismo UAM - EL PAÍS.

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