Volkswagen suspende la producción de sus dos factorías en Rusia
La decisión afecta a las plantas del grupo en las localidades de Kaluga y Nizhny Novgorod Este anuncio se suma al de otros gigantes automovilísticos con fábricas en el país como Toyota y Renault
El grupo automovilístico alemán Volkswagen ha informado este jueves de que detendrá la producción de sus dos plantas de ensamblaje en Rusia, debido a la invasión de Ucrania por orden del presidente ruso Vladímir Putin. La compañía, que ya había decidido detener la entrega de coches a sus concesionarios en el país, suspende ahora la actividad de las factorías de las localidades de Kaluga y Nizhny Novgorod.
"El Grupo Volkswagen ha recibido las noticias sobre la guerra en Ucrania con gran consternación y conmoción. Volkswagen espera un cese de las hostilidades y un retorno a la diplomacia. Estamos convencidos de que solo se puede llegar a una solución duradera del conflicto sobre la base del derecho internacional", ha indicado la compañía en el comunicado en el que informaba de este parón de su producción, una decisión que ha sido tomada por el comité ejecutivo de la automovilística.
Por su parte, las exportaciones de vehículos del grupo a Rusia también han sido suspendidas. "Tras la interrupción de las actividades de negocio en Rusia, el comité ejecutivo está revisando las consecuencias de la situación en su conjunto, durante este período de gran incertidumbre y agitación", ha añadido la empresa.
Desde el comienzo de la invasión, hace ocho días, diferentes productores de coches han ido anunciando la suspensión de sus actividades en Rusia. La marca sueca Volvo (que pertenece a la china Geely) fue la primera en anunciar la suspensión de la venta de sus automóviles en el país. Tras ella, le siguieron fabricantes como la propia Volkswagen, el grupo estadounidense General Motors, Jaguar Land Rover o el fabricante de motos Harley-Davidson, empresa que informó el martes de que suspendía su actividad económica en Rusia.
Renault, que produce allí al igual que VW, también anunció un parón de la producción por falta de piezas. Por su parte, Toyota, que cuenta con una factoría en San Petersburgo, anunció el miércoles de la detención de la actividad de esta planta "hasta nuevo aviso", por problemas en la cadena de suministros.
El consejero delegado de otro gigante automovilístico, en este caso Stellantis, Carlos Tavares, afirmó el pasado martes que la guerra tiene un "efecto marginal" en la actividad económica de la compañía. Sin embargo, el fabricante tenía 71 trabajadores en suelo ucraniano a los que la empresa ha prestado apoyo hasta que han sido puestos a salvo, según informó el directivo. Además, la empresa anunció el miércoles la donación de un millón de euros para los refugiados ucranianos.