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Los empresarios se resisten a firmar la prórroga de los ERTE que propone el Gobierno

CC OO cree que las condiciones que ofrece el Ejecutivo son suficientemente ambiciosas como para llegar a un acuerdo que apuebe mañana el Consejo de Ministros

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. EFE.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. EFE.EFE
Raquel Pascual Cortés

El Gobierno tiene previsto aprobar finalmente las nuevas condiciones para prorrogar hasta el próximo 31 de enero los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en el Consejo de Ministros de mañana, martes, con el acuerdo de los agentes sociales o sin él. O, a estas horas, también pudiera ser, con solo el beneplácito de los sindicatos y el rechazo de las patronales, que están mostrando una fuerte resistencia en las últimas horas de negociación.

"Me gustaría llegar a un acuerdo en la prórroga de los ETE, porque somos pactistas y lo hemos demostrado en muchas ocasiones, pero nos lo están poniendo bastante difícil", decía esta mañana el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, precisamente ante los miembros de la patronal de las grandes empresas de distribución, que serían unas de las que probablemente quedaran fuera de la protección de las nuevas condiciones beneficiosas para los ERTE.

Garamendi, ha continuado diciendo que si la cúpula patronal considera que la propuesta del Gobierno "deja a mucha gente fuera, tendremos que decir que no", aunque aseguró que esa circunstancia no evitará que los empresarios "aceptemos la decisión legítima" que tome mañana el Ejecutivo. Es más, añadió que aún en esa tesitura, los empresarios "seguirán colaborando con el Gobierno". De momento, las partes siguen reunidas y los empresarios tomarán la decisión final acerca de si respaldar o no la propuesta gubernamental para prorrogar los ERTE en una reunión de su Comité Ejecutivo.

La nueva oferta del Ejecutivo mantiene prorrogar los ERTE de fuerza mayor, que ahora afectan a unos 600.000 trabajadores, fundamentalmente a las empresas de los sectores turísticos (hoteleras, agencias de viajes, aviación, una parte de transporte de viajeros) --que estén inscritas en los epígrafes del turismo y algunos de ocio en la clasificación oficial de actividades--. Esto, según se quejan los empresarios, dejaría fuera a más de la mitad de los actuales beneficiarios de un ERTE por fuerza mayor.

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Por ello, para compensar esta circunstancia, los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social han propuesto, por un lado, ampliar las exoneraciones de cotizaciones empresariales por los trabajadores que permanezcan en los actuales ERTE por fuerza mayor (al 85% de bonificación en empresas de menos de 50 trabajadores y al 75% en las de más de 50 empleados durante los meses de octubre y noviembre; y del 70% y 60%, respectivamente en diciembre; y del 60% para las menores de 50 trabajadores y del 50% en las mayores, durante enero).

Junto a esto, el Ejecutivo propone que las empresas que no pertenezcan a estos sectores protegidos pero que formen parte de la cadena de valor de dichas actividades turísticas y de ocio y que lo puedan probar con criterios de facturación, también podrán seguir en los ERTE de fuerza mayor ya iniciados.

Pero además, según los que ha trascendido hasta el momento, se flexibilizaría la figura de los ERTE de rebrote --que se aplican desde el 1 de julio a las empresas que tuvieran que cerrar por nuevas medidas restrictivas causadas por los rebrotes-- de manera que se se pudieran acoger a estos ajustes de fuerza mayor también las empresas con limitaciones parciales de actividad (por restricciones de aforo, por ejemplo) ante el repunte de los contagios. A esta nueva modalidad de ERTE también se le aplicarían las exoneraciones decrecientes antes citadas.

En este punto, el secretario general de CC OO, Unai Sordo, ha asegurado hoy que esta propuesta del Gobierno, "es lo suficientemente ambiciosa" para que haya acuerdo y "para que durante los próximos cuatro meses, los ERTE se utilicen como alternativa a los despidos". Y ha criticado las resistencias de los empresarios a cerrar el acuerdo en torno a esta oferta, al considerar que la patronal "no tendrá fácil explicar que no firma, amparándose en que se mantiene el compromiso de que las empresas no puedean despedir en seis meses tras finalizar el ERTE".

De esta forma, Sordo sugería que el rechazo empresarial no radica, como ha dicho hoy mismo el propio Garamendi, en que la propuesta del Gobierno deja fuera a muchas empresas y sectores, sino en la reanudación de la exigencia a las empresas en ERTE que no despidan durante los meses poseteriores al ajuste.

No parece haber complicaciones en cuanto a la ampliación de la protección de los trabajadores afectados por ERTE. A éstos se les mantendrá la cuantía de su prestación por desempleo en el 70% de la base reguladora a partir del sexto mes de cobro (hasta hoy esta cuantía se recortaba al 50% de dicha base). Además, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya avanzó el jueves pasado que el periodo de prestación por desempleo que se repondrá a los afectados por ERTE --el conocido como 'contador a cero'-- subirá de 180 a 196 días. Asimismo la ministra confirmó la creación de una nueva prestación para los fijos discontinuos, temporales y trabajadores a tiempo parcial que no hayan reunido cotización suficiente.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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