El Ibex encadena seis semanas consecutivas al alza y firma en enero su mejor mes desde marzo
El selectivo español acumula una subida del 3,2% en las últimas cinco jornadas y avanza un 6,67% en el arranque de año

Los inversores se paran a tomar aire. Después de cuatro sesiones consecutivas al alza en las que el Ibex 35 no ha parado de batir marcas, la consolidación se abre paso. Aprovechando el parón de la temporada de resultados y con la atención puesta en las referencias procedentes del otro lado del Atlántico, el selectivo español retrocede un 0,41% el viernes y pierde la cota de los 12.400 puntos. Este descenso no empaña el buen comportamiento de la Bolsa española que, además de subir un 3,2% y encadenar su sexta semana consecutiva al alza, se anota un 6,67% en enero, el mejor mes de los últimos 10 y el mejor arranque de ejercicio en dos años.
La rebaja de tipos, la reducida exposición a la inteligencia artificial y el buen sabor de boca que está dejando la temporada de resultados han servido para que el Ibex 35 se asome a niveles no vistos en 17 años, antes de que la caída de Lehman Brothers acabara provocando la peor crisis financiera desde la Gran Depresión. Aunque el índice de referencia de la Bolsa española sigue estando un 28% por debajo de sus máximos, el Ibex con dividendos cotiza en zona de récord. Esto es especialmente destacado en una Bolsa como la española en la que la retribución al accionista ocupa un papel destacado.
Solo seis valores del Ibex 35 (Grifols, Repsol, Solaria, Redeia y Sacyr) escapan a las ganancias en el año, mientras cinco se anotan un 10% o más. Dentro de estos últimos se cuelan los bancos, uno de los negocios con más peso en el selectivo. Sabadell (21,2%), BBVA (16,7%), CaixaBank (12,1%) y Santander (10,9%) tratan de exprimir al máximo los buenos resultados que sigue registrando el sector financiero. Junto a las contundentes ganancias del sector financiero, donde algunos de sus integrantes rondan máximos de 15 años, sobresale la subida del 6,4% de Inditex. La cotizada más valiosa del Ibex 35 ha sido una de las que más partido ha sacado a la rotación de carteras. A medida que los inversores han ido reduciendo su exposición a las grandes tecnológicas, han aprovechado para tomar posiciones en valores con fundamentales que habían quedado rezagados.

Con 11 meses por delante todavía es pronto para cantar victoria, pero en el arranque de 2025 el mercado ha asistido a lo que durante años muchos analistas venían esperando: la renta variable europea consigue superar a la estadounidense. Con subidas del 9,16% y del 6,13% el Dax alemán y el FTSE británico marcan nuevos máximos y firman su mejor arranque de año desde 2012 y 2013. En sintonía con la Bolsa española, el Cac francés sube un 7,7%; el Euro Stoxx 50, un 7,98%; el Mib italiano, 6,7% y el Stoxx 600, 6,29%, el mejor inicio en dos años. Una actitud menos beligerante en materia comercial por parte de la Administración estadounidense y la corrección de las grandes tecnológicas tras la aparición de la china DeepSeek han sido los desencadenantes. Los analistas de Bank of America afirman que en enero se ha producido la mayor rotación de acciones estadounidense a títulos europeos en casi una década.
Este buen comportamiento no significa que 2025 vaya a ser un camino de rosas. La volatilidad de las últimas jornadas son una buena muestra de lo que está por venir. Los inversores aguardan a conocer cómo se materializan las amenazas arancelarias sin perder la vista a la IA, el negocio de moda en los mercados. En contra de lo que se preveía, Trump ha desistido, de momento, de aplicar un arancel universal. Hasta la fecha sus amenazas se concentran en México, Canadá y China. “No esperamos que Trump cumpla «a rajatabla» sus propuestas políticas más perturbadoras. En particular, en materia de comercio puede optar por utilizar las amenazas arancelarias sobre todo como moneda de cambio para imponer concesiones en otros ámbitos”, señala Thomas Hempell, responsable de análisis macroeconómico en Generali AM. Aunque de momento la guerra comercial está dando una tregua, los analistas creen que la calma va a durar poco. Si finalmente el republicano cumple sus amenazas, la economía europea podría verse duramente golpeada. Ya en el cuarto trimestre de 2024, la eurozona se estancó con Alemania y Francia, sus buques insignia, contrayéndose.
La debilidad de crecimiento podría abocar al BCE a acelerar la rebaja de tipos, un escenario que de momento no entra en sus planes. Su presidenta, Christine Lagarde, no quiso dar detalles sobre los próximos pasos a seguir, pero el mercado ha empezado a poner en precio entre tres y cuatro recortes adicionales para el resto del año. “Observamos riesgos adicionales a la baja para el crecimiento, en particular a la luz de las amenazas arancelarias de la nueva Administración estadounidense, y margen para unos tipos finales inferiores a los actualmente previstos”, señalan los analistas de PIMCO. Por su parte, los expertos de Bank of America reiteran su idea de una tasa final del 1,5% o incluso inferior. Una política monetaria más laxa en la zona euro en contraposición a una Reserva Federal que tiene margen para no tocar los tipos está sirviendo para mantener anclados los costes de financiación en el Viejo Continente. La rentabilidades de la deuda se alejan de los máximos registrados en las últimas semanas. El rendimiento de la deuda a 10 años de España se sitúa en el 3%, sin cambios respecto al cierre de 2024, con la deuda alemana con vencimiento en 2035, en el 2,46%.
En el mercado de materias primas sobresale el oro que sube un 7,3% en enero y marca nuevos máximos al tocar los 2.815 dólares. “Los precios se acercaron a los 2.800 dólares la onza, impulsados por los renovados temores a los aranceles estadounidenses y un crecimiento estadounidense más débil de lo esperado. Más allá de la política y el crecimiento estadounidenses, los bancos centrales de los mercados emergentes parecen estar de nuevo al mando del mercado”, señala David Kohl, economista jefe de Julius Baer.
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