Pese a los riesgos, la economía europea crece
Las cifras son buenas, aunque conviene no olvidar algunos elementos de riesgo como el Brexit o los déficits italiano y español, que no terminan de corregirse
La economía de la zona euro duplica su crecimiento en el primer trimestre. Unos ritmos de actividad que aportan un soplo de aire fresco a una economía que presentaba signos de agotamiento.
Este impulso de la economía no solo se ha podido visualizar en las economías de la zona euro, si no que en el resto de bloques económicos, sus economías, también han crecido consecuentemente con la economía global. Según los últimos datos recogidos en Estados Unidos, la actividad también ha experimentado un fuerte tirón que la sitúa, nuevamente, en el 3,2%.
Por otro lado, el otro gran bloque comercial, China, debido a la rebaja fiscal realizada hace unos meses, ha vuelto a crecer a ritmos superiores a los previstos por Pekín, situando sus ritmos de crecimiento en el 6,4%. Las políticas de estímulo aplicadas por las distintas autoridades monetarias en los distintos bloques económicos han surgido efecto.
La Reserva Federal en Estados Unidos o el Banco Central Europeo han continuado con la aplicación de estímulos, previniendo un posible agotamiento de las economías que pudiese acabar en recesión. Ante esto, el peligro está en que, ante el panorama que se presenta, la aplicación de estímulos se está convirtiendo en la normalidad monetaria.
Algunos economistas ya temen a que este proceso pueda ser el inicio de lo que se conoce como la japonización de occidente. Un entorno en el cual conviven los mismos factores que actualmente presentan las principales economías desarrolladas. Una prolongada aplicación de tipos muy bajos y un entorno de deflación, todo ello sumado a un entorno donde los crecimientos son muy moderados.
Aunque Europa esté tomando oxígeno, así como los países que integran la zona euro, aún siguen existiendo grandes riesgos que podrían poner bajo amenaza la sostenibilidad de la economía.
La situación de Brexit sigue sin resolverse; los objeticos de déficit por parte de algunos países como Italia o España siguen sin alcanzarse; mientras la tasa de desempleo general, así como la juvenil, sigue presentándose muy elevada en determinados países de la zona del euro.
No obstante, esto podría revertirse. La actuación política podría jugar un papel determinante en el rumbo que tomará nuevamente la economía, esperando el comportamiento que adoptará la economía en el segundo trimestre. Las cifras, como hemos indicado, son buenas. Sin embargo, como siempre decimos, no debemos obviar los riesgos que siguen acechando, aunque ahora lo hagan desde la lejanía.
Francisco Coll es director adjunto de HAC L&M School of New York