CIE Automotive, fiable a pesar del difícil contexto
Sigue expuesta a los vaivenes de la guerra comercial, si bien los analistas señalan que ha sufrido un castigo excesivo y que su diversificación la hace más resistente que a otras compañías del sector
El traspié que la empresa de componentes de automóviles de origen vasco CIE Automotive tuvo esta semana en su cotización no impide que continúe siendo uno de los valores del Ibex 35 que más sube en Bolsa este año (el 13,9%) y que, además, sea una de las compañías que mejores previsiones tiene en el selecto grupo del Ibex 35, al que CIE ingresó en junio de 2018 en lugar de Abertis.
La cotización de CIE todavía guarda un potencial de subida de más del 13% respecto al precio objetivo del consenso de analistas que recoge la agencia Bloomberg. El 69,2% de los expertos recomienda comprar, mientras que el 23,1% aconseja mantener y solo el 7% propone vender, un porcentaje que se ha reducido con fuerza desde el 30% del pasado junio, cuando la acción comenzó a caer con fuerza desde los máximos históricos que alcanzó entonces, cuando superó los 35 euros. “El año pasado, aunque los resultados fueron muy buenos, la cotización no lo reflejó”, señala Álvaro Arístegui, analista de Ahorro Corporación.
Los últimos resultados que presentó la compañía mostraron unos ingresos de 2.292 millones de euros entre enero y septiembre de 2018 comparado con los 2.166 millones del mismo ejercicio de 2017. Esta cifra, que representó un aumento del 6%, se suma al significativo crecimiento del 102% en el beneficio neto, que fue de 335 millones en los tres primeros trimestres del año pasado.
La mejora del beneficio se debió al impacto contable del reparto de la filial de ingeniería Dominion, que fue entregada en marzo de 2018 a los accionistas de CIE en forma de dividendo extraordinario.
Sin embargo, tras la presentación de resultados que realizó el pasado octubre -los resultados finales del ejercicio de 2018 los comunicará el 25 de febrero-, CIE encadenó problemas en Bolsa en los últimos tres meses del año en los que perdió un 20% su valor.
El impacto de la guerra comercial, que perjudicó al sector del automóvil en Europa debido a las amenazas, en distintos momentos del año, del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de establecer aranceles del 25% a la importación de coches provenientes de la UE; la desaceleración económica en China y la entrada en vigor del protocolo de emisiones WLTP ordenado por la UE con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono son las tres principales razones de su caída en Bolsa, resume Gonzalo Sánchez, gestor de renta variable de la gestora Gesconsult.
CIE, no obstante, es un valor defensivo, destaca Sánchez. “Su enorme diversificación en términos geográficos, tecnológicos y de clientes le da ventajas para que pueda atravesar el temporal”, dice el experto de Gesconsult. “La guerra comercial les impacta menos que a otras compañías”, asegura Arístegui. A pesar de los aranceles impuestos entre China y EE UU por la guerra comercial, el impacto no es tan fuerte debido a que la compañía no tiene la necesidad de trasladar las piezas que elabora porque posee fábricas distribuidas en distintos continentes (Europa, Norteamérica, Sudamérica, Asia y África).
“Es una empresa que crece más que el mercado de fabricación de coches a nivel mundial”, remarca Iván San Félix, analista del banco Renta 4. Arístegui coincide y añade que las ventas a tipo de cambio constante de la empresa dirigida por Jesús María Herrera subieron un 10% entre enero y septiembre de 2018, mientras que el crecimiento del mercado fue marcadamente inferior.
El experto de Ahorro, asimismo, pronostica que CIE también va a tener un crecimiento superior al del mercado en 2019.
Arístegui agrega que “está presente en las geografías que más crecimiento tienen, como Brasil e India, y ya solo por eso crecerá más que el resto del sector”. La empresa, que tiene 18 plantas en India y 13 en Brasil, obtuvo un crecimiento de cuota de mercado del 10,2% en el país asiático en los tres primeros trimestres de 2018 y un 8% en la nación sudamericana.
La fortaleza de su diversificación geográfica demuestra, según los expertos, que pudo prescindir en sus cuentas finales del resultado perjudicial en Norteamérica (caída del 1,3% de cuota) y del estancamiento en Europa.
En una industria cíclica como la del automóvil, por definición sensible a los cambios de ciclos económicos, CIE parece tener las condiciones necesarias para esquivar las turbulencias que el mercado pueda plantear, según resaltan los analistas. “CIE no va a decepcionar en el mediano y largo plazo”, concluye Arístegui. Y, al igual que San Félix, remarca que CIE es una compañía “fiable”, que detenta los argumentos necesarios para generar confianza a los inversores.