La industria prevé que haya 140.000 coches de hidrógeno en España en 12 años
En septiembre se vendió el primer vehículo de pila de combustible Hay dos proyectos de desarrollo, uno de ellos liderado por Enagás
Coches que al moverse solo suelten agua por su tubo de escape, que puedan tener una autonomía aproximada de 600 kilómetros y que solo tarden cinco minutos en repostar. Existen, aunque parezca mentira. Se trata de los vehículos que funcionan con pila de combustible hidrógeno. Pueden ser la revolución del transporte en unos años. Al menos a eso aspira la asociación del hidrógeno de España (AeH2), en la que hay empresas como Abengoa, Toyota, Naturgy, Enagás o Hyundai. Esta última vendió en septiembre el primer coche en España que utiliza este carburante. Se trata del Nexo, un automóvil que cuesta 70.000 euros. AeH2 estima que en 2030 haya 140.000 coches circulando en España que usen este combustible.
“El hidrógeno es una estrategia a largo plazo. Solo se necesita agua y electricidad para producirlo. Es limpio tanto al fabricarse como al usarse”, asegura Javier Brey, presidente de AeH2. “Son coches eléctricos, pero no llevan una batería, sino una pila de hidrógeno”, explica. Estos vehículos podrían ser de gran ayuda para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones que se marcó la semana pasada la Unión Europea para 2030. Para esa fecha, los vehículos nuevos tendrán que emitir un 35% menos de gases contaminantes que en 2021.
Según datos de la Comisión Europea, los vehículos de hidrógeno son menos contaminantes incluso que los vehículos eléctricos. “Países como Alemania destinan 140 millones de euros al año a desarrollar esta energía. El Estado de California, por ejemplo, destina 20 millones de euros al año para instalar hidrogeneras que cuestan entre 500.000 y un millón de euros hacerlas”, cuenta Brey.
Pero si tan limpia es este energía y tiene tantas ventajas, ¿Por qué no se apuesta más por ella? “Por desconocimiento y porque la energía eléctrica ahora mismo es más barata. Por ejemplo, una persona que tiene un coche eléctrico y, además, tiene en el aparcamiento de su edificio un enchufe, lo conecta al vehículo y como está toda la noche, cuando lo va a usar ya está cargado. Después durante el día, va a un centro comercial donde hay otro enchufe, con lo que lo deja cargando mientras está comprando. Pero este modelo no es sostenible. Solo el 20% de los españoles tiene un garaje, el resto aparca en la calle. A este señor le puede salir gratis cargar su coche, pero a una persona que tiene uno de hidrógeno no, tiene que pagar por cargarlo”, explica Brey.
El gasto de repostaje promedio de un coche de hidrógeno es de 8,5 euros por cada 100 kilómetros
Repostar un automóvil de hidrógeno solo llevaría unos cinco minutos, el mismo tiempo que lleva cargar uno de gasolina o de diésel. Según AeH2, el gasto de repostaje promedio de un coche de hidrógeno es de 8,5 euros cada 100 kilómetros, cifra similar a la que gasta un conductor de un vehículo diésel o gasolina.
Solo hay tres marcas en el mundo que fabriquen coches que utilicen este combustible: Honda, Hyundai y Toyota. Todas asiáticas. Una muestra más de cómo ese continente está tomando la delantera en el desarrollo de la industria de vehículos de 0 y bajas emisiones, algo señalado en varias ocasiones por la industria.
La principal barrera para el desarrollo de esta movilidad es la escasez de estaciones donde recargar este carburante. Se llaman hidrogeneras y solo hay cinco en toda España y ninguna de ellas es de acceso público. Pertenecen a empresas u organismos. “Si se llama con antelación se puede pedir permiso, pero no se puede ir con el coche y repostar como en cualquier estación de servicio del país”, explica Brey. Estas hidrogeneras se encuentran en Sevilla, Zaragoza, Huesca, Albacete y Puertollano (provincia de Ciudad Real).
Existen dos proyectos para desarrollar la infraestructura de puntos de recarga para coches de hidrógeno en el país. Uno de ellos se llama H2Piyr, el “Corredor de Hidrógeno para la Región Pirenaica”, que cuenta con 3,9 millones de euros de presupuesto, de los cuales 2,4 millones provienen de los fondos europeos FEDER. Está liderado por la Fundación de Hidrógeno de Aragón y tiene como objetivo desarrollar un corredor transfronterizo de estaciones de repostaje para este tipo de vehículos, que conecte las regiones pirenaicas de Francia, España y Andorra.
Se crearían seis estaciones y se pondrían en circulación 16 coches de hidrógeno: ocho furgonetas, seis turismos y dos autobuses. Las hidrogeneras se colocarían en las ciudades de Zaragoza, Huesca, Fraga y Tarragona. Las otras dos se pondrían en Andorra y otra en el sur francés, en Pamiers. “La primera fase seguramente sea demostrativa o experimental, pero el objetivo es que las hidrogeneras se puedan abrir al público y crear una red de abastecimiento”, aseguaron fuentes del proyecto a Cinco Días. El cual, explican, “está en fase de reformulación”.
Por otro lado, existe un consorcio público-privado liderado por Enagas, llamado H2C que tiene como objetivo desarrollar soluciones de movilidad marítimas, ferroviarias y automovilísticas que usen como combustible el hidrógeno. También cuenta con apoyo financiero de la Unión Europea y entre sus propósitos también está el de instalar hidrogeneras en España.
El vehículo eléctrico, el gran competidor
0,3%. Los coches eléctricos apenas representan el 0,3% de la cuota de mercado en España, pero crecen año tras año. En lo que va de 2018, se han vendido 8.756 vehículos electrificados, según cifras de Anfac, la asociación española de fabricantes de vehículos, lo que supone un incremento del 64% respecto al año anterior. La asignatura pendiente de este tipo de movilidad es la escasa infraestructura, según AEDIVE, la asociación que representa a empresas que quieren promover el coche eléctrico, apenas hay 200 puntos de recarga rápida (30 minutos de carga) en todo el país.
Híbridos. Estos vehículos que cuentan con un motor de combustión y otro eléctrico, también crecen a buen ritmo. En lo que va de 2018, se matricularon 57.000 automóviles híbridos, según cifras de Anfac, lo que supone un crecimiento del 40%, respecto al mismo periodo de 2017.