Más empleo a jornada parcial involuntario, pero mejor pagado
Según los últimos datos oficiales de la Encuesta de Población Activa (EPA), en España había a finales de 2015 algo más de 2,8 millones de trabajadores con jornada parcial. Esto supone el 16% del total de ocupados, frente al 11,4% que representaba este colectivo en 2007, justo antes del inicio de la crisis.
Si bien el aumento ha sido mucho mayor entre los trabajadores que trabajan menos horas porque no hay otra cosa. Este grupo de ocupados se ha duplicado, pasando de representar el 31% del total que trabaja a jornada completa en 2007 al 62% de este grupo en la actualidad.
Sin embargo, aunque hay mucho más tiempo parcial involuntario, los mismos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que este tipo de empleo está siendo algo mejor pagado en la actualidad que antes de la crisis.
Así, según el análisis del reparto de salarios que hace el INE –utilizando los registros de la Agencia Tributaria y de las cotizaciones a la Seguridad Social–, a finales de 2007 nueve de cada diez trabajadores a tiempo parcial (el 87% del total del colectivo) tenían un salario que rondaba de media los 800 euros mensuales brutos; mientras que a finales de 2015, el porcentaje de los que tenían este sueldo se había reducido diez puntos hasta el 79%.
Esta caída de diez puntos se explica, según fuentes del INE, por un claro desplazamiento de un buen número de trabajadores a tiempo parcial al siguiente tramo salarial más elevado.
De hecho, los ocupados a tiempo parcial que tenían salarios medios de entre 1.080 y 1.700 euros brutos mensuales en 2015 –o el equivalente de entre 1.063 y 1.500 euros en 2007– ha pasado de representar el 10,3% del total de trabajadores con jornada parcial hace ocho años, al 18% en la actualidad. Este incremento es lo que apunta a una mejora salarial de este tipo de empleos a jornada parcial.
Más allá de estos segmentos salariales, la presencia de este tipo de trabajadores es prácticamente residual, ya que solo el 2% de ellos tiene salarios que rondan los 2.000 euros brutos mensuales.
Si bien esta mejora salarial no ha sido suficiente como para lograr contabilizar a alguno de estos trabajadores entre los mejor pagados, según el INE. De hecho, en la estadística no aparece, ni en la actualidad ni antes de la crisis, ningún ocupado con jornada reducida en la parte más alta de la escala salarial (a partir de 3.000 euros en 2015 y desde 2.500 en 2007).
Este desplazamiento al alza de los sueldos no ha operado igual en el empleo a jornada completa, aunque los datos también reflejan ciertos cambios en la estructura salarial de este otro colectivo.
El principal de estos cambios se produjo en la escala salarial más baja. En 2007, casi el 11% de todos los ocupados que tenía un contrato a jornada completa cobraba de media unos 850 euros brutos al mes; y ocho años después este porcentaje se ha reducido a poco más del 7%. Sin embargo, en este caso, no se ha producido un desplazamiento hacia el siguiente segmento salarial más elevado como ocurría con los trabajadores a tiempo completo.
De hecho, el segmento siguiente (de 1.000 a 1.700 euros brutos al mes en 2015) sigue estando ocupado por el 44% de los trabajadores, idéntica proporción que en 2007. Lo que ha ocurrido, según fuentes del INE, es que el impacto de la crisis se ha traducido en al desaparición de muchos empleos a jornada completa de poco valor añadido. Así, mientras en 2007 había 320.000 personas que tenían un empleo a tiempo completo con un salario de poco más de 600 euros brutos, en 2015 no llegaban a 88.000 trabajadores.
El 23% de los ocupados gana más de 3.000 euros
Según un cálculo de los segmentos salariales medios elaborado por el INE, el 23% de los ocupados tiene un salario medio bruto superior a los 3.000 euros mensuales, lo que podría rondar entre 2.000 y 2.300 euros mensuales netos tras las retenciones. Y dentro de este segmento salarial más elevado hay un 10,5% de trabajadores que ganan 6.640 euros brutos de media al mes. Si bien, desde el INE precisan que dicho decil salarial está influido por los sueldos más elevados de los directivos.