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Seguros y pensiones, una red en tiempos de inestabilidad

La fiabilidad define a una de las pocas industrias que ha crecido de forma sostenida en las últimas décadas, creando empleo de calidad y sin protagonizar ningún escándalo

Una sucursal de Mapfre.
Una sucursal de Mapfre.SOPA Images (SOPA Images/LightRocket via Gett)
Miguel Moreno Mendieta

El sector asegurador que existía en España cuando se fundó el diario CincoDías poco tiene que ver con el actual. En 1978 operaban unas 600 compañías, casi todas de un tamaño pequeño o mediano. Ahora quedan menos de 200, con un tamaño medio mucho mayor. Por aquel entonces, con el país fuera aún de las instituciones europeas, tan solo el 4% del capital del sector estaba en manos de inversores internacionales.

En cuanto al peso que tenía en esa época la industria de los seguros en relación al producto interior bruto (PIB), era solo del 1,8%, un tercio del que tiene en la actualidad, el 5,3%. En aquellos años de inicio de la democracia constitucional, la penetración de los seguros de vida era mínima (un 10% del total). Entonces, las provisiones matemáticas de estas pólizas sumaban 530 millones de euros, frente a los 250.000 millones de patrimonio de clientes que hay ahora en este tipo de pólizas.

Los nombres de los jugadores también eran muy distintos. La gran compañía aseguradora que había en España era La Unión y El Fénix, con una pujanza tal que mantenía edificios con su emblemática escultura corporativa del ave fénix en buena parte de las capitales de provincia (46 en total), otros 16 en Francia y el resto en Portugal, Bélgica, Marruecos, Senegal, Argelia y Costa de Marfil.

Polifacético

En el sector asegurador siguen conviviendo mutualidades (como Mutua Madrileña, que se ha convertido en líder en seguros generales) con empresas cotizadas (como Mapfre y Línea Directa) y firmas familiares, también en Bolsa, como Catalana Occidente.

Por aquel entonces empezaba a despuntar la Mutualidad de Seguros de la Agrupación de Fincas Rústicas de España, ya entonces conocida como Mapfre. Esa aseguradora, ligada en sus orígenes al mundo rural, logró convertirse en 1983 en la mayor compañía del país, tras la caída en desgracia de La Unión y El Fénix, comprada por Banesto y luego vendida al gigante Allianz. Fue en esa época cuando se inició la primera oleada de internacionalización de ­Mapfre, con la entrada en Colombia, Chile, Argentina, México, Puerto Rico, Venezuela... Un negocio que a día de hoy tiene casi el mismo peso en primas que España y Portugal, y representa un tercio del beneficio del grupo.

Con los años, la presencia de empresas internacionales en España fue ganando tracción y, hoy en día, entre las primeras compañías del país figuran las filiales de grupos extranjeros como Allianz, Axa, Generali, Zurich, Helvetia o Reale.

Una de las características que ha tenido el sector asegurador en estas últimas cuatro décadas y media es que ha presentado un crecimiento sostenido en casi todos los ramos, incluso en periodo de crisis. Y que prácticamente no ha protagonizado ningún escándalo, como sí que le ha ocurrido al sector bancario, en el que muchos de los directivos acabaron siendo condenados por distintos delitos.

Pilar González de Frutos, presidenta de UNESPA durante 20 años.
Pilar González de Frutos, presidenta de UNESPA durante 20 años.Pablo Monge Fernandez

Además, el crecimiento de la industria aseguradora se ha cimentado en unas relaciones laborales muy saneadas, con un nivel de contratación indefinida del 97%, la más alta de cualquier rama de actividad de la economía española. Otra de las características del sector en el ámbito laboral es la fuerte incorporación de mujeres, que hoy representan el 52,5% de la plantilla total.

En las tres últimas décadas, la presencia de mujeres en compañías de seguros se ha multiplicado por 4,4, frente al 2,5 del conjunto de la economía española. Buen ejemplo de este cambio es la figura de Pilar González de Frutos, quien ha sido presidenta de la patronal aseguradora durante los últimos 20 años, y que antes fue directora general de Seguros en el Ministerio de Economía. Algunas de las empresas aseguradoras más importantes, como Línea Directa o Axa España, están actualmente lideradas por mujeres.

En estas últimas décadas, el seguro se ha unido indisolublemente con los fondos de pensiones como los principales vehículos para canalizar el ahorro para completar la pensión de jubilación. Este último tipo de productos de ahorro-inversión acumula 120.000 millones de euros, en buena parte gestionados por compañías aseguradoras.

En estas casi cinco décadas de camino democrático en España, el sector de los seguros se ha convertido en un aliado de los españoles para promover el crecimiento económico, la estabilidad financiera y la paz social.

Un salvavidas para el sector bancario

Bancos y aseguradoras han ido de la mano en muchas ocasiones. En España, casi todas las cajas de ahorros tenían su acuerdo de venta de seguros en sus sucursales, y muchas entidades financieras eran dueñas de filiales aseguradoras.

Tras la crisis de 2012 que obligó a España a pedir ayuda internacional para tapar el agujero de las cajas de ahorros, y la profunda reconversión del sector, la dependencia del negocio asegurador fue aumentando. Sobre todo cuando el BCE fijó los tipos de interés cerca del 0% durante años. Los seguros eran una de las pocas vías para seguir ganando dinero. El mejor ejemplo de esta alianza es VidaCaixa, la filial aseguradora de CaixaBank, que se ha acabado convirtiendo en la mayor aseguradora en España.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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