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El último vuelo del ave Fénix del seguro

El grupo alemán Allianz pone fin a 157 años de historia de la marca

Edificio de La Unión y el Fénix, en Valencia.
Edificio de La Unión y el Fénix, en Valencia.
Miguel Moreno Mendieta

El ave Fénix ya no volverá a volar más en el sector asegurador. El grupo alemán Allianz era el propietario del último resquicio de esta marca con 157 años de historia. Una de sus filiales en España era Fénix Directo, dedicada a la venta de seguros por teléfono e internet.

Pero el pasado jueves prescindió de este nombre para empezar a comercializar sus pólizas bajo la denominación de Allianz Direct. Sita Schwenzer, consejera delegada de Allianz Direct, es la responsable de esta decisión. La consejera delegada de Allianz Direct, explica que la nueva marca ya está implantada en varios países como Alemania, Italia, Países Bajos, y ahora España. “Es una reorganización para ser más eficientes. Hay algunas funciones que se comparten en todos los países. No se va a despedir a nadie de Fénix Directo. Los 100 empleados de la aseguradora trabajan ya para Allianz Direct”, explica a través de videollamada.

Desde el jueves, la página web de Fénix Directo ya no existe, y sus clientes son informados de que las condiciones actuales de sus pólizas se respetarán, pero que las bases de datos pasarán ahora a la nueva filial. En puridad, Fénix Directo solo era la sombra de lo que fue. La compañía El Fénix Español fue fundada en 1864 por el empresario francés Isaac Pereire. En esa época el neoclasicismo era predominante y ya había varias compañías Fénix en otros países.

El mito de un ave que muere cada 500 años y que luego renace de sus cenizas había sido utilizado como metáfora del sector asegurador: tras un siniestro, y con la ayuda de la correspondiente póliza, el cliente podía reponerse y volver a empezar.

Inmuebles emblemáticos

 

Edificio Metrópoli. 46 años después de la fundación de la aseguradora El Fénix Español, en 1910 trasladó su sede al edificio más codiciado de Madrid, justo en el arranque de la nueva calle Gran Vía. En 1972 lo vendió a la aseguradora Metrópolis, que cambió el nombre del inmueble. La Unión y el Fénix se trasladó a una moderna torre en el paseo de la Castellana 33, actual sede de Mutua Madrileña. En ambos edificios sigue luciendo la estatua del ave fénix.

68 inmuebles. En su máximo apogeo, La Unión y el Fénix tenía 46 edificios emblemáticos en España (en la mayoría de las capitales de provincia), 16 en Francia y el resto Portugal, Bélgica, Marruecos, Senegal, Argelia y Costa de Marfil. Además, también empezó a invertir en hoteles. El Meliá Fénix de la plaza de Colón de Madrid fue su primer proyecto hotelero, seguido de uno en Palma.

 

En 1879 la aseguradora se fusionó con otra aún más antigua La Unión (fundada en 1856) y el nuevo grupo se acabó convirtiendo en uno de los más potentes del país. Al igual que hacían otras compañías del sector, La Unión y el Fénix concentró sus activos en el sector inmobiliario. Su primera sede emblemática la construyó en el arranque de la calle Gran Vía, el actual edificio Metrópoli. En 1910 se concluyó la construcción y en lo más alto se instaló una estatua del ave Fénix realizada por el escultor francés Charles Rene de Saint-Marceaux.

El fuerte crecimiento de la compañía fue acompañado por la construcción o la compra de edificios por todo el país: Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Cádiz, A Coruña... En todos ellos, la fachada estaba presidida por una escultura del ave Fénix. Para 1964 poseía un patrimonio inmobiliario constituido por 68 inmuebles, de los cuales 46 se localizaban en España, 16 en Francia y uno en cada uno de los países siguientes: Portugal (Lisboa), Bélgica, Marruecos (Tetuán), Argelia, Senegal y Costa de Marfil. La última sede corporativa que tuvo el grupo, como aseguradora independiente estuvo en el número 33 del Paseo de la Castellana de Madrid.

Ahora es la sede de Mutua Madrileña, pero la estatua del ave Fénix sigue en lo alto de la torre negra, que se sigue llamando edificio La Unión y el Fénix Español. El destino de la próspera compañía se empezó a torcer en 1988 cuando Banesto, controlado por Juan Abelló y Mario Conde, se hizo con el control de la aseguradora. Solo cinco años después el banco era intervenido por el Banco de España y la Unión y Fénix por la Dirección General de Seguros. Al final, la compañía fue vendida a la francesa AGF.

Entonces, en 1995, se constituyó Fénix Directo para vender seguros por teléfono. Justo el mismo año de la creación de Línea Directa Aseguradora. Al poco tiempo, la compañía gala vendió la aseguradora al grupo alemán Allianz. En la actualidad, Fénix Directo contaba con 240.000 clientes y en 2020 facturó 50 millones de euros (en 2016 facturaba 64 millones).

Ahora, ya no volverán a ver la marca del Fénix en sus contratos, aunque las esculturas les seguirán observando en las capitales de provincia de media España.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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