Adif aligera su estructura de mando bajando de nueve a seis direcciones generales
La empresa pública abre un proceso de selección y explica los cambios por un mayor enfoque al viajero
La empresa pública Adif ha recortado en el comité de dirección, puente de mando que pasa de nueve a seis direcciones generales. El administrador de la infraestructura ferroviaria, presidido por Luis Pedro Marco de la Peña, ha anunciado esta tarde que agrupará en tres grandes áreas la gestión de la red y la operativa ferroviaria. El objetivo es, tal y como viene apuntando el ministro de Transportes, Óscar Puente, “poner al viajero en el centro de la toma de decisiones para mejorar el servicio”.
El nuevo organigrama, aprobado este martes por el consejo de administración, se basa en tres direcciones generales de carácter corporativo y otras tantas operativas. El primer grupo lo forman las direcciones generales Financiera, Compras y Sistemas, la de Gestión de Personas, Estrategia y Seguridad, y la Secretaría General. Al frente de las mismas están hasta ahora Manuel Fresno, Concepción Casillas e Irene Bonet, respectivamente. Los dos primeros tienen ya larga trayectoria en Adif, mientras que la tercera se incorporó a la secretaría general el año pasado. Solo esta última parece tener el puesto garantizado.
La primera de las direcciones generales de gestión y explotación ferroviaria es la de Planificación, Proyectos y Construcción, que se encargará del diseño y construcción de los nuevos corredores y líneas ferroviarias. La persona que lidera hasta hoy la planificación en Adif es Montserrat Rallo del Olmo, mientras que el área de construcción ha venido correspondiendo a Juan Pablo Villanueva. Las dos direcciones generales, de vital importancia para el motor público de la inversión, se integran en una sin que haya trascendido quién estará al cargo. Se trata de evitar solapamientos.
Una segunda dirección enfocada a la actividad ferroviaria es la de Operaciones y Explotación, similar a la de Circulación y Gestión de Capacidad que está en manos de José Estrada y que se encargará de tutelar la actividad de las operadoras, del mantenimiento y gestión de los casi 15.000 kilómetros de red gestionados por Adif.
La tercera pata operativa es la de Negocio y Clientes, similar a la dirección general de Negocio y Operaciones Comerciales que ocupa Jesús María Campo.
La nueva estructura, ha señalado Adif, será efectiva con el nombramiento de las personas responsables de las direcciones generales, que serán seleccionadas mediante la convocatoria de diversos procesos de selección públicos, lo que supone toda una novedad. Es decir, no hay prácticamente ningún puesto asegurado más allá del de la secretaria general, Irene Bonet. La pretensión de Adif, cuentan en el entorno de la empresa, es tener cerrado el nuevo cuadro directivo en el mes de marzo.
Este movimiento en la compañía pública se produce tras años de desgaste por la pandemia; el proceso de liberalización del transporte de viajeros; el caso Koldo, que relaciona Adif con la compra de mascarillas en presunto fraude, o las múltiples incidencias en los servicios de Cercanías y Alta Velocidad. También se produce después de hitos financieros como la colocación de un bono de 1.500 millones con sobredemanda histórica, u operativos como la apertura de la variante de Pajares y los avances en los corredores Atlántico y Mediterráneo. Distintas fuentes consultadas explican que la reestructuración de la cúpula directiva no afectará al calendario de la segunda ola de liberalización, sobre la que se lanzarán las reglas en este primer trimestre.
El nuevo presidente, Luis Pedro Marco de la Peña (Santander, 1969), fue nombrado en septiembre del año pasado procedente de la viceconsejería de Infraestructuras y Transportes del Gobierno del País Vasco, cargo que ocupaba desde 2020. El ministro Óscar Puente decidió su nombramiento en lugar de Ángel Contreras, al que destituyó sin que llegara a cumplir un año en el puesto.