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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El desaire del BCE a BPM es bueno para Orcel

El regulador cuestiona el tratamiento de capital de la compra del grupo de fondos Anima por parte del objetivo de Unicredit

Sucursal de BPM en Milán.

El BCE ha tirado un hueso a Andrea Orcel. El regulador ha cuestionado el tratamiento de capital de la compra del grupo de fondos Anima por parte de Banco BPM, según una fuente cercana. Reduce parte de la incertidumbre para Unicredit, que quiere comprar BPM. Pero puede que haya banqueros de inversión que no se alegren.

El Compromiso Danés original, introducido durante la presidencia de la UE de Copenhague en 2012, fue un supuesto favor temporal a los bancos con negocios de seguros. En lugar de deducir el capital asignado a esas unidades al calcular su solvencia bancaria, se les permitió ponderarlas por riesgo, reduciendo así la cantidad de capital necesaria para hacer transacciones. Ha adquirido una nueva importancia en el mundo de las fusiones, después de que las normas europeas lo hicieran permanente este año.

La prueba clave es la compra prevista por parte de BPM de Anima, un grupo de fondos valorado en 2.200 millones de euros, a través de la rama de seguros de aquel. La aparente opinión negativa del BCE sobre el uso del compromiso significa que, si BPM sigue adelante, tendrá que mantener más capital que de otro modo. En UBS calculan que significaría que, tras el acuerdo, BPM tendría en 2026 un ratio de capital ordinario de nivel 1 del 12,6%, en vez de algo menos del 15%. Aunque BPM ha dicho que mantendrá un ratio superior al 13%, con independencia del tratamiento, la condición del BCE implica menores rendimientos.

Esto viene muy bien a Orcel. Estaba en la desagradable situación de pujar por BPM sin saber cuál sería el tratamiento de capital. La noticia acercó mucho más la cotización de BPM a la oferta de Unicredit, de unos 9,6 euros por acción, lo que reduce la presión sobre Orcel para que suba su oferta.

La Autoridad Bancaria Europea puede adoptar una postura diferente a la del BCE. Los banqueros de inversión sin duda lo esperan: el Compromiso Danés facilita las operaciones bancarias en el bloque. Pero la desaprobación del BCE probablemente será suficiente para frenar su entusiasmo. Eso es algo bueno en última instancia. Confiar en tratamientos de capital oscuros para las fusiones es mala idea. Incluso si complica grandes acuerdos, como una posible compra de Generali, es mejor que las transacciones se hagan según su lógica, en vez de mediante el arbitraje de la solvencia.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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