Trump pilla por sorpresa a los analistas pero estos confían en que los aranceles sean temporales
Los expertos de Goldman Sachs calculan una caída del S&P 500 a corto plazo del 5%
El nuevo orden internacional que quiere imponer el nuevo presidente de Estados Unidos ha comenzado. Donald Trump ha decretado aranceles del 25% a las importaciones que entren en suelo estadounidense desde México y Canadá y del 10% para las chinas que, si nada cambia, iban a entrar en vigor este martes, y ha amenazado a Europa con ser el siguiente de la lista. Unas medidas que a pesar de haber sido adelantadas durante la campaña por el republicano han provocado fuertes caídas en la renta variable y han fortalecido al dólar frente al resto de divisas. “Han supuesto un shock para muchos inversores que esperaban que los aranceles solo se impondrían si las negociaciones comerciales fracasaban”, reconocen los analistas de Goldman Sachs que apuntan a una falta de claridad y que confían en su “temporalidad”. Los expertos de Mirabaud inciden en que con ello Trump “ha reavivado las llamas de la guerra económica” y apuntan a que ahora la cuestión a analizar será “cómo absorberán las ondas expansivas los mercados mundiales, las cadenas de suministro y los consumidores de a pie”. “Comienza la guerra comercial 2.0″, resumen en UBS.
Todas las firmas de análisis coinciden en que la decisión de Trump ha pillado al mercado con el pie cambiado. Pese a que el republicano había avisado tras ganar las elecciones de noviembre que aplicaría los aranceles desde el minuto uno de su presidencia, el consenso confiaba que no llegarían a ejecutarse hasta, como pronto, el segundo semestre de 2025. Tanto que en Goldman Sachs recuerdan que el viernes por la mañana el mercado de predicciones daba un 30% de probabilidad a un aumento relevante en los aranceles en la primera mitad de año, y en Ebury reconocen que más por el tamaño “lo que ha cogido a los mercados con el pie cambiado, ha sido tanto la rapidez con la que se impondrán como la velocidad de la respuesta de represalia de las autoridades de Canadá y México”. Tanto que apuntan: “Tenemos entre manos una guerra comercial en toda regla que, preocupantemente, podría haber solo empezado”.
Desde MUFG inciden, por su parte, en que la decisión de hacerlo a través de órdenes ejecutivas “envía una clara señal de que el presidente Trump habla en serio” y comentan que si en su primer mandato activó aranceles por 380.000 millones de dólares, fundamentalmente a importaciones procedentes principalmente de China y de forma escalonada, los de este fin de semana abarcan a “importaciones por un total de 1,4 billones de dólares centrados principalmente en Canadá, China y México”. Una diferencia que les lleva a elevar la probabilidad de que el republicano active un arancel universal para todas las importaciones de entre el 10% y el 20% y que en Citi creen que podría estar listo para finales de año y que daría incentivos para relocalizar la producción en EE UU.
No obstante, la mayoría de analistas confía en la activación de estos aranceles sea temporal y que persiga el objetivo de acelerar las negociaciones con el resto de países. Desde Julius Baer, consideran que son “una herramienta de táctica negociadora para alcanzar otros objetivos, en concreto abordar la inmigración y la crisis de los opioides. Seguimos creyendo que, en última instancia, los aranceles solo se imponen temporalmente hasta que se alcanzan soluciones políticamente aceptables”. Por su parte, en JP Morgan recuerdan que los aranceles podrán eliminarse con “medidas suficientes para aliviar la crisis [de los opioides]”, aunque la orden ejecutiva abre la puerta a una respuesta de Washington “más agresiva”.
En esta misma línea, desde UBS añaden que “la administración Trump no querría poner en peligro el crecimiento económico de EE UU o arriesgarse a una mayor inflación dejando los aranceles durante un período prolongado, y una volatilidad significativa de la Bolsa”. Y en RBC comentan que los inversores esperan que vuelva a suceder como en su primer mandato, donde “se llegó a un acuerdo entre países que evitó los aranceles por completo”.
Por lo pronto, aunque la medida llegue a entrar en vigor este martes, en UBS recuerdan lo sucedido en 2018 y 2019 y comentan que el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE UU podría precisar de algunas semanas para aplicar los aranceles, lo que supondría “una posible ventana adicional para la negociación”. Más allá, ponen como fecha límite el 1 de abril, día en el que las distintas agencias federales tienen previsto informar a Trump de los déficits comerciales persistentes y las políticas comerciales “injustas”.
Impacto en Bolsa
Pero mientras se inician las conversaciones, la volatilidad ha aumentado en la renta variable y los recortes se han acelerado. En Goldman Sachs recuerdan que unos aranceles elevados son un riesgo para las expectativas de rentabilidad del S&P 500 y calculan que por cada aumento de 5 puntos el tipo arancelario de EE UU se reducirá el beneficio por acción del selectivo entre un 1% y un 2%. “De mantenerse, los aranceles anunciados este fin de semana reducirían nuestras previsiones de beneficio por acción (BPA) del S&P 500 en aproximadamente entre un 2 y un 3%, sin tener en cuenta ningún impacto adicional derivado de un endurecimiento importante de las condiciones financieras o un efecto mayor de lo esperado de la incertidumbre política sobre el comportamiento de las empresas o los consumidores”. En Citi estiman que por cada aumento de un punto porcentual en la tasa de aranceles efectiva sobre las importaciones de EE UU se resta un 0,6% a las estimaciones de BPA del S&P 500.
A corto plazo, los estrategas de Goldman Sachs calculan una caída del 5% en el S&P 500. “En la medida en que los inversores crean que los aranceles serán un paso efímero hacia un acuerdo negociado, el impacto en el mercado de renta variable sería menor. Por el contrario, la renta variable caería aún más si los inversores consideran los últimos anuncios arancelarios como señales que aumentan la probabilidad de una escalada adicional”, comentan los expertos. Unos recortes que van más allá de la Bolsa estadounidense y que podrían acabar con el mejor rendimiento que acumulan las Bolsas europeas frente a Wall Street en el arranque de año.
A falta de que la amenaza de Trump de aranceles a la UE se cumpla, en Goldman Sachs estiman que una tasa del 10% reduciría el beneficio por acción de las empresas europeas este año entre un 6% y un 7% y provocaría una contracción del PIB de la zona euro del 1%. Un escenario que lleva a UBS a recordar la necesidad de diversificar las carteras y a contratar coberturas ante la alta volatilidad que se avecina. De ahí que aboguen por los bonos de alta calidad y con grado de inversión para capear las turbulencias.
Uno de los efectos más directos de los aranceles se está viendo en la evolución de las divisas. En Goldman Sachs prevén que el dólar canadiense se debilite un 13% frente al dólar estadounidense si las tasas se convierten en permanentes pero reducen la caída del peso mexicano al 7% dado que ya viene de una depreciación del 25% frente el dólar en la segunda mitad de 2024, mientras que desde MUFG estiman una caída de entre el 5% y el 10% tanto para el dólar canadiense como el peso mexicano frente al billete estadounidense.
¿Se avecina una recesión?
En JP Morgan y MUFG vaticinan que si los aranceles acaban teniendo un carácter permanente —más de seis meses— las economías de Canadá y México podrían caer en recesión, dado que el peso de las exportaciones a EE UU supone un 20% y un 30% del PIB canadiense y mexicano, respectivamente, mientras que al otro lado de la balanza, las exportaciones estadounidenses a Canadá y México juntas representan alrededor del 3% del PIB de EE UU. Un impacto que en UBS cifran en 0,4 puntos porcentuales en el crecimiento estadounidense. En Citi dan por sentado ya que Trump anunciará un arancel del 5% a las importaciones de la Unión Europea a partir de mediados de año, lo que reducirá el PIB de la UE en un 0,1% este año y en un 0,2% adicional el próximo. En opinión de estos analistas, “a corto plazo, es posible que la UE ya esté expuesta a los daños colaterales de las guerras comerciales de Estados Unidos”.
Otra de las derivadas que pueden activar los aranceles es el repunte de la inflación y que ésta a su vez fuerce una subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. En Goldman Sachs reconocen que “algunos inversores han expresado su preocupación por la posibilidad de que los aranceles provoquen una subida de los tipos de interés, lo que pesaría aún más sobre las valoraciones de la renta variable”. Por su parte, en JP Morgan cuantifican que el impacto en el IPC estadounidense sería del 1% o más, lo que hará que la Fed “refuerce su precaución, ya que necesitará tiempo para determinar el impacto de este shock sobre el crecimiento y la inflación”.
En materia de precios energéticos, por el momento los analistas de Goldman Sachs no prevén cambios en sus estimaciones hasta 2026 para el barril de crudo Brent, que mantienen en 78 dólares para este año y 73 para el siguiente, pero reconocen que si los aranceles son duraderos en el tiempo el precio del Brent caería de los 70 dólares a finales de 2026 ante la debilidad económica.