Mercados emergentes: el potencial de ganancias convive con el riesgo constante de Trump
Los analistas defienden que su gran baza es la atractiva valoración y la pujanza de sus economías, con especial interés por India o Brasil. Pero los aranceles y la fortaleza del dólar juegan en contra
Analistas y gestores calibran cada día el impacto de las declaraciones y decisiones del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la economía y los nuevos aranceles al resto de países. Si tanto Europa como Japón están expectantes a sus decisiones, las más débiles economías emergentes resultan como las más vulnerables a su lema de “American First”. Una buena muestra de ello ha sido la amenaza de Trump a Colombia con aranceles del 25% por negarse a aceptar los deportados enviados desde Estados Unidos. Y la amenaza arancelaria ya se hace realidad para México, y también Canadá y China, según la decisión tomada por Trump de gravar con el 25% a sus países vecinos y con el 10% al gigante asiático.
Hay coincidencia en que la volatilidad para bonos y Bolsas emergentes está servida, pero aún queda por definir qué aranceles aplicará Estados Unidos y la capacidad de los distintos países para capear estas penalizaciones. Los expertos no muestran en principio excesivo pesimismo sobre la evolución de los mercados emergentes, que el pasado año lograron una revalorización bursátil superior al 10% según el índice global MSCI EM. Desde la gestora abrdn se remontan al pasado inmediato. La firma defiende que “los mercados emergentes han sorteado la primera presidencia de Trump y surgirán oportunidades para aquellos en los que la política sea más flexible a las perturbaciones externas”.
Por su parte, Daniel Graña, gestor de cartera de Janus Henderson, reivindica el buen precio de los emergentes. “Los diferenciales de valoración entre los mercados emergentes y los desarrollados son los más amplios de los últimos 20 años. Por este descuento, los inversores pueden acceder de nuevo no sólo a la innovación y a gobiernos reformistas, sino también a un mejor gobierno corporativo y a tasas de crecimiento económico superiores a las de cualquier mercado desarrollado”, concluye. Pramod Atluri, gestor de la firma estadounidense Capital Group, recoge el sentir de muchos analistas consultados y no está convencido de que los aranceles vayan a ser tan contundentes como para ralentizar el crecimiento y aumentar la inflación. “Dicho esto, podríamos asistir a un aumento de la volatilidad en los tipos de interés y los mercados financieros a medida que los inversores vayan calibrando la dirección de las futuras políticas”, indica.
Los mercados emergentes nunca han estado tan baratos en los últimos veinte años
Tampoco a estas alturas está claro qué países serán los más beneficiados y perjudicados con las políticas de Trump. Michael Langham, economista de abrdn, considera que además de China, los grandes superávits comerciales de México y Vietnam con Estados Unidos los exponen al mayor riesgo de medidas punitivas por parte de Washington. Sin embargo, Langham considera que “la integración de México en las cadenas de suministro de EE UU lo convierte en un probable beneficiario de nuevos esfuerzos para diversificar el suministro de China”. Daniel Graña apunta a India, Vietnam e Indonesia como beneficiarios netos “a medida que las multinacionales traten de diversificar los insumos industriales, especialmente en lo que respecta a reducir su dependencia de China”, explica. Y añade: “habrá que determinar hasta qué punto la retórica arancelaria es una táctica de negociación, con un resultado final potencialmente menos oneroso de lo que teme el mercado”, concluye. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, aseguraba este sábado no estar preocupada por los aranceles de Trump porque “la economía de México está muy fuerte, muy sólida”.
Oportunidad por valoración
Las previsiones para este 2025 de los analistas son en principio favorables para los mercados emergentes, pero pero quedan por resolver numerosas incógnitas que van desde los aranceles finales impuestos a las economías, la estrategia de la Reserva Federal sobre los tipos de interés y su efecto en la depreciación o subida del dólar. Las Bolsas emergentes ofrecen en su conjunto un PER (número de veces que el precio contiene el beneficio más atractivo con 11,8 veces, frente a las 14 de la Eurozona y las más de 22 veces de Estados Unidos).
Roberto Scholtes, jefe de estrategia de Singular Bank, considera que “el conjunto de las Bolsas emergentes debería de registrar recuperaciones de doble dígito en 2025 y 2026 al salir Brasil, México, Turquía y otros mercados de sus baches, con potentes crecimientos en India, Taiwán y ASEAN (La Asociación de Naciones de Asia Sudoriental). La gran incógnita es si las empresas chinas lograrán mejorar su rentabilidad”, explica. En la división de banca privada de Citi, la sobreponderación para la Bolsa fuera de EE UU se concentra en Brasil, un mercado del que destacan su atractiva valoración y los fundamentales de su economía y al que ven como una oportunidad para el medio plazo.
Desde la gestora BlacRock favorecen la inversión en los mercados emergentes sobre los desarrollados y destacan aquellos “envueltos en las megafuerzas, como India y Arabia Saudita”, aunque apuntan que las valoraciones tanto para India como para Taiwán parecen altas. Respecto a China mantienen una sobreponderación modesta. “El estímulo fiscal de China aún no es suficiente para hacer frente a los obstáculos al crecimiento económico, pero consideramos que las acciones tienen valoraciones atractivas frente a las acciones de los mercados desarrollados”, concluyen.
Jaume Puig, consejero delegado y director de inversiones de GVC Gaesco Gestión, introduce este año en su estrategia a los mercados emergentes, en detrimento de Estados Unidos con la salida del 30% de las empresas americanas de su cartera y la venta de dólares. “Esperamos un gran comportamiento futuro de los mercados emergentes en general y de tres países en particular, como son Vietnam, Indonesia y Filipinas”, explica. Para ello han creado un fondo de inversión para recoger el potencial de estas economías.
Aunque reconoce vientos en contra tras los recientes acontecimientos geopolíticos y económicos para los mercados emergentes, Daniel Graña apunta que “estos retos no eclipsan los poderosos temas seculares que hacen de los mercados emergentes una de las oportunidades más atractivas y con precios más atractivos dentro del universo de la renta variable mundial”. Y destaca a la India por su favorable demografía y “con una agenda gubernamental reformista que comprende el papel que desempeña un próspero sector privado”, indica. También son positivos desde Indosuez, el banco privado de Crédit Agricole: “China proporcionará un motor adicional y muy necesario para la clase de activos, con repercusiones positivas en el resto de Asia, particularmente en la ASEAN. Varias grandes empresas (Intel, Apple, Nike, y Samsung) han tomado decisiones estratégicas para trasladar su producción fuera de China y hacia los países de la ASEAN, en respuesta a diversos factores económicos y geopolíticos”.
China
China es una pieza clave para los mercados emergentes ya que se ha convertido en un socio comercial prioritario para estos países. Pero sobre la economía china pesa la mayor amenaza de aranceles de todas las anunciadas por Trump, de tasas que aseguró en campaña podrían llegar al 60% para sus exportaciones a EE UU. Aun así, como destaca el economista Luís Pinheiro de Matos de Caixabank Research, “tras años de tensiones comerciales entre el mayor exportador y el mayor importador del mundo, China y EE UU, respectivamente, los vínculos directos entre ambas economías han ido decreciendo. Si en 2018 el 21% de las importaciones de EE UU venía de China, en 2023 esta cifra llegó al 14%. Por otro lado, si las exportaciones a EE UU representaban el 3,5% del PIB chino en 2018, en 2023 representaban el 2,9%, un descenso significativo en un periodo de tiempo relativamente corto”.
China se ha convertido en socio comercial preferente de muchos países emergentes y está en primera línea de la amenaza arancelaria de Trump
China, y otros países emergentes como Brasil, han rebajado en los últimos años su vínculo comercial con EE UU. Pero Pekín tiene por delante el gran desafío de dar sostenibilidad el crecimiento de su economía. Los analistas esperan que el gobierno chino reacciones con más estímulos fiscales y monetarios a un endurecimiento de la guerra comercial con Estados Unidos. David Rees, economista senior de mercados emergentes de Schroders, indica que “Pekín no se tomaría a broma las medidas de Trump. Un crecimiento económico mucho más débil probablemente daría lugar a un gran estímulo fiscal para impulsar la demanda interna a través del gasto en infraestructuras y el consumo y, finalmente, conduciría a una cierta reaceleración económica de China en 2026″. Este experto no descarta además un debilitamiento del yuan.
Por su parte, Tom Wilson, responsable de renta variable emergente de Schroders, considera que “la economía y el mercado chinos cuentan ahora con un respaldo político más sólido. Los anuncios políticos pueden impulsar el mercado, y el posicionamiento sigue siendo relativamente favorable: los inversores extranjeros siguen infraponderando el mercado y los balances nacionales de efectivo son elevados”, explica.
Bonos
Los analistas de renta fija también se muestran optimistas con los bonos de las economías emergentes que se apoyan en un mayor crecimiento económico y años de mejoras de sus cuentas públicas. Esto se ha reflejado en la mejora de la calidad crediticia de los activos emitidos por las empresas “que no ha dejado de aumentar en los últimos años”, según explica Kenneth A. Orchard, responsable de renta fija Internacional de T. Rowe Price.
Sin embargo, establecen una clara distinción entre bonos en monedas locales y aquellos emitidos en dólares. Elisabeth Colleran, gestora de cartera de deuda de mercados emergentes en Loomis Sayles, apunta a que los bonos corporativos de mercados emergentes denominados en dólares estadounidenses han superado a sus homólogos estadounidenses con investment grade y de high yield, beneficiándose del crecimiento económico de los países, de la solidez de los fundamentales de las empresas y de la relajación de los tipos de interés a escala mundial”.
Guillaume Tresca, estratega senior de mercados emergentes de Generali AM considera que es importante disociar el impacto a nivel de clase de activos y a nivel de país. “De hecho, tenemos una fuerte preferencia por la deuda externa frente a la deuda local, esperando una rentabilidad en 2025 cercana al 7%. Por otra parte, la deuda local de mercados emergentes es vulnerable, y esperamos una rentabilidad de un solo dígito y baja”. Y este experto desvela sus preferencia por Europa Central y Oriental, que se beneficiarán de unos tipos básicos en euros más bajos. “Los bonos de Latinoamérica tendrán que pagar más prima de riesgo, mientras que en Asia los bancos centrales tienen margen para recortar si es necesario”, concluye.