Los pequeños valores se preparan para tomar el relevo a los gigantes de Wall Street
Las políticas proteccionistas de la nueva administración son una oportunidad para acabar con el descuento que sufren las firmas de menor tamaño en EE UU. Los gestores se muestran más escépticos con los equivalentes en Europa por las débiles perspectivas de crecimiento
Las elecciones en Estados Unidos siguen marcando la actualidad de los mercados, ya superada la euforia de las primeras sesiones. A la espera de ver cómo se van concretando las iniciativas de la nueva administración, las Bolsas aprovechan para consolidar posiciones; a pesar de la toma de beneficios puntuales, la tendencia sigue siendo alcista. El S&P 500 se anota un 23% en el año y continúa marcando récords, apoyándose en los grandes valores.
No obstante, la reacción postelectoral fue aún más aguda en el caso de los valores pequeños: el Russell 2000, avanzó un 5,84%, frente al 2,53% del S&P, con una cuarta parte de las cotizadas del índice de pequeños valores marcando máximos anuales, la mayor cantidad en tres años. Se confirma así uno de los mantras que durante meses venían defendiendo las gestoras: los pequeños valores son los mejor posicionados para sacar partido de la política America First (Estados Unidos primero) por la que aboga Trump. En el anterior mandato del republicano, el Russell 2000 avanzó un 60%, muy similar al 57,4% del S&P 500. Con esta idea sobrevolando los mercados, los inversores empiezan a hacer cálculos para ver si ha llegado la hora de abandonar las grandes firmas, y dirigir la atención hacia los pequeños valores. En los últimos cuatro años el S&P 500 sube más de un 58%, frente al 18% del Russell 2000.
Adrián Hostaled, analista de mercados de XTB, afirma que la nueva oleada arancelaria que el gobierno americano quiere implementar, con China en la diana, va a favorecer los sectores tradicionales de la economía a la vez que impulsa el consumo y la demanda nacional, y son las empresas de pequeña capitalización las que concentran el grueso de las ventas en Estados Unidos. Así, en un momento en el que las grandes cotizadas empiezan a dar señales de agotamiento, los inversores han aprovechado estas expectativas para acelerar la rotación de carteras hacia los valores de menor capitalización. “Durante los últimos 10 años las pequeñas compañías han estado fuera del menú para muchos inversores. Eso ha provocado una gran oportunidad de valoración: son mucho más baratas que las grandes. Ahora, la combinación de políticas procrecimiento y el incremento del proteccionismo favorecen más a las compañías centradas en el mercado interno, en su mayoría medianas o pequeñas”, destaca Carlos Arenillas, miembro del equipo de inversión de Panza Capital. En la última encuesta de gestores de Bank of America, que recoge las primeras valoraciones tras la consulta, se ha disparado la apuesta por los valores pequeños: la diferencia entre los gestores que sobreponderan respecto a los que infrapoderan es del 35%, cunado un mes antes era de apenas el 6%. La mejor valoración desde febrero de 2021.
Estas políticas llegan en un momento en el que las grandes economías han comenzado la recolocación de las cadenas de suministro después de la pandemia y los problemas en las cadenas de suministro. Desde Goldman Sachs destacan que los países se han dado cuenta de la importancia de volver a recuperar la producción y EE UU ha comenzado un proceso de reindustrialización que no se veía en décadas.
José F. Ramos, responsable de asesoramiento y análisis en A&G añade que, más allá del aumento de los aranceles, las pequeñas empresas se verán beneficiadas por la desregulación que propone Trump, que podría servir de impulso a los procesos de fusiones y adquisiciones, y por la bajada de impuestos. Esto contribuiría a revitalizar los resultados. Aunque en el tercer trimestre el mercado ha sido testigo de que el crecimiento de las ganancias se ampliaba más allá de los grandes valores, todavía el aumento de los beneficios de las pequeñas empresas sigue siendo moderado. Según cálculos de Bloomberg Intelligence, el crecimiento del beneficio de las empresas del Russell 2000 es del 1,4%, frente al 8% del S&P 500, mientras los ingresos apenas aumentaron un 0,2%, frente al 4,8% de las grandes firmas. Los expertos retrasan a la segunda mitad de 2025 la recuperación. “Muchos de los movimientos en la dirección de los ganadores ante la victoria de Trump ya se han producido. A partir de ahora es necesario empezar a ver el impacto real en la capacidad para generar ganancias”, señala Emily Leveille, gestora de carteras de Thornburg Investment Management.
Otro de los factores que en los últimos meses ha favorecido a los pequeños valores es la rebaja de tipos, una idea que empieza a ponerse en entredicho debido a la fortaleza que sigue mostrando la economía. Un día después de que conocerse la victoria de Trump, la Reserva Federal ejecutó la segunda rebaja de las tasas. Antonio Castelo, analista de iBroker, señala que la reciente reducción del precio del dinero ha sido un factor clave en esta recuperación. En la misma línea se mueve Alfonso de Gregorio, director de inversiones de Finaccess Value, que afirma que la rebaja de tipos adquiere una importancia especial en estas compañías que se financian a tipos variables, tienen menos capacidad para ampliar la vida media de cartera de deuda y están más expuestas al riesgo de refinanciación. Esto ha adquirido una protagonismo especial en los últimos años en los que los bancos centrales han subido con fuerza los tipos para doblegar la inflación.
La Fed ha seguido adelante con el proceso de la flexibilización monetaria, pero su presidente, Jerome Powell, ha subrayado que la estabilidad de los precios y el empleo siguen siendo sus objetivos y que no iba a estar dispuesto a plegarse a las exigencias de la Casa Blanca. Aunque rehusó pronunciarse sobre los planes expansionistas de Trump, el aumento de los aranceles y la rebaja de impuestos son un obstáculo para lograr el objetivo del 2%. Según cálculos de Goldman Sachs, si la nueva administración aplicara un arancel del 10% a todas sus importaciones, lo subiera al 20% para China y todos lo países tomaran represalias, la inflación de EE UU repuntaría un 1%. Esto limitaría la capacidad del banco central para seguir bajando los tipos. Con una tasa en el 2,6% según los últimos datos, los operadores del mercado ya han empezado a descontar que la Fed volverá a reducir el precio del dinero en diciembre y en enero hará una pausa.
De hecho, los analistas de Morgan Stanley advierten que la principal diferencia entre contexto actual y el anterior mandato de Trump (2016-2020) es el escenario de tipos. Un riesgo clave que está ahora presente y que no existía hace ocho años es la correlación negativa del mercado con las tasas. Si los tipos suben, las empresas de mediana y pequeña capitalización podrían ver frenada la recuperación.
Perspectivas complicadas en el Viejo Continente
Más sombrío es el panorama para los pequeños valores en Europa. El Ibex Small Cap pelea sesión a sesión por esquivar las pérdidas en el año frente a un Ibex 35, que aunque en las últimas jornadas ha perdido soportes clave, acumula una revalorización en el año del 15,15%, a la cabeza de los grandes índices del Viejo Continente. Por su parte, el Stoxx Small cede un 4,74%; el Cac Small francés, un 8,74% y solo el británico FTSE Small logra anotarse un 5,7%. Desde Goldman Sachs destacan que este comportamiento se explica en gran medida porque el crecimiento europeo es mediocre, un aspecto negativo para las pequeñas empresas, más cíclicas y sesgadas hacia el sector manufacturero. “Los pequeños valores tienden a obtener peores resultados cuando los inversores se preocupan por el riesgo de recesión o cuando cae la confianza de los consumidores”, señalan desde el banco estadounidense. Aunque el PMI de la eurozona, un indicador adelantado de la salud económica, repuntó a los 51,6 puntos en octubre, el índice manufacturero se sitúa en los 46 puntos, por debajo de los 50 puntos que separan el crecimiento de la contracción.
Las perspectivas a futuro no resultan mucho más halagüeñas. Desde A&G destacan que las políticas arancelarias deberían mitigar aún más el crecimiento económico de Europa. “Estados Unidos y Europa se diferenciarán cada vez más en crecimiento, en política fiscal y en tipos de interés, y nos cuesta encontrar un catalizador que pueda revertir la situación” señala Ramos. Como aspecto positivo, el experto destaca las menores valoraciones y una política monetaria que se espera más laxa. Si el crecimiento económico se erosiona aún más, el BCE podría acelerar la rebaja de tipos. Una idea que desde iBroker ponen en cuarentena. “Si la Fed fuera menos propensa a bajar las tasas, el BCE se tendría que pensar atacar nuevas rebajas, ya que el resultado sería un euro más débil y se acabaría importando inflación”, apunta Castelo. La victoria de Trump y las perspectivas de que la economía estadounidense siga creciendo por encima su potencial está acercando día a día a la paridad euro-dólar. La divisa comunitaria ha llegado a caer por debajo de los 1,06 dólares, mínimos de 12 meses.
A los débiles datos macroeconómicos, Ignacio Cantos, director de inversiones de Atl Capital, destaca el escaso interés de los inversores por la renta variable Europea en general, y la española en particular. Aunque los gestores identifican buenas opciones como Gestamp, Técnicas Reunidas, Cie o Vidrala, los expertos reconocen la escasa capacidad para atraer la atención del mercado. Esto se ve agravado por el auge de la gestión pasiva, que tiende a replicar el comportamiento de los índices. Cantos destaca que en los últimos 20 años, el peso de EE UU en los índices mundiales ha pasado del 45% al 67-68% actual.