El Tesoro exprime el apetito de los inversores y capta 5.562 millones a tipos más bajos
El interés por el papel español sigue intacto y la demanda alcanza los 9.700 millones
El ciclo de flexibilización monetaria en el que están inmersos los grandes bancos centrales supone un balón de oxígeno para los emisores públicos y privados. El Tesoro está sacando provecho de ello. Un día después de que la Reserva Federal comunicara la primera rebaja de tipos en la intensidad y forma que el mercado descontaba, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha seguido adelante con su programa de financiación y ha captado 5.562,2 millones en deuda a medio y largo plazo a tipos más bajos.
La reducción del precio del dinero y el apetito de los inversores por el papel español están contribuyendo a rebajar el coste de las nuevas emisiones. A la espera de que el Tesoro actualice las estadísticas, desde la institución señalan que el tipo medio de las operaciones se sitúa al filo del 3%, algo que no sucedía desde enero de 2023. Lejos queda ya el 3,853% registrado hace 10 meses.
La rebaja de las rentabilidades no pasa factura al apetito por el papel español. En un entorno en el que la renta fija vuelve a brillar, los inversores redoblan su apuesta por la deuda española aprovechando la mejora de las previsiones de crecimiento. Aunque en esta ocasión la demanda no ha logrado duplicar la oferta, las peticiones de los inversores han seguido siendo sólidas. Las órdenes de compra para las tres referencias han superado los 9.700 millones. La relación entre la oferta y la demanda se sitúa en las 1,7 veces, en línea con la media del año, y a cierta distancia de las 2,48 veces registradas en la colocación de principios de septiembre, una emisión en la que el Tesoro registró una demanda récord para una colocación periódica.
El grueso de la emisión ha correspondido a la referencia a siete años. En deuda con vencimiento en 2031 se han adjudicado 2.384,29 millones al 2,701%, 72 puntos básicos menos que la puja anterior. Junto a la rentabilidad los títulos devengarán un cupón del 3,1%. En un entorno en el que las rentabilidades de la deuda a muy corto plazo se apean de la barrea del 3%, los inversores están aumentando la duración en cartera para asegurarse unas rentabilidades atractivas durante más tiempo. Sofía Antón, directora de Auriga Bonos, señala que los inversores dirigen la mirada a la deuda que oscila entre los cinco y 10 años. Las obligaciones a siete años fueron las que más interés generaron. La demanda alcanzó los 3.799,3 millones.
En obligaciones con una vida residual de cuatro años y un mes el Tesoro ha vendido 1.404 millones al 2,478%, inferior al 3,197% previo. En este caso el cupón se ha situado en el 5,15% y la demanda en los 2.873,24 millones. Es decir, la ratio de cobertura casi logra duplicar la oferta. La lista de referencias la cierran las obligaciones a 20 años. En deuda con vencimiento en 2043 se han colocado 1.773,76 millones al 3,543%, inferior también al 3,652% previo. El cupón para esta referencia es del 3,45% y las órdenes de compra han alcanzado los 1.773,56 millones. Es decir, aunque la deuda a largo plazo está cobrando fuerza los inversores se muestran cautos y aumentan de manera gradual la duración de sus carteras.
Cristina Gavín, responsable de renta fija de Ibercaja Gestión, aconseja prudencia y señala que la clave está ahora en llevar a cabo una gestión activa de las duraciones para asegurarse rentabilidades atractivas el mayor tiempo posible, evitando que el repunte de las rentabilidades se coma parte de las ganancias. En sintonía con Gavín, David Ardura, director de inversiones de Finaccess Value, cree que el mercado se ha pasado de frenada y no descarta una corrección. Es decir, espera un pequeño repunte de las rentabilidades. Mientras los rendimientos suben, el precio que evoluciona de forma inversa cae. Para evitar grandes sobresaltos el gestor cree que los plazos medios como los tres años son los más atractivos.
Más del 80% ejecutado
Con la de ayer, el Tesoro habría completado las emisiones previstas en el calendario. La emisión bruta prevista para 2024 asciende a los 257.572 millones de euros. Según fuentes del Tesoro, España ha cubierto ya el 81,3% de las necesidades de financiación del año. En deuda a medio y largo plazo ya ha ejecutado el 81,9% del programa.
En lo que va de 2024 se han ejecutado tres emisiones de deuda sindicada. Junto a las tradicionales operaciones a 10 años de principios y mitad de año se suma la emisión a 30 años del pasado febrero, la primera a este plazo desde principio de 2022, antes de que el BCE pusiera fin a la era de los tipos cero. Después de un septiembre en el que los emisores europeos han acelerado la venta de deuda y en apenas dos semanas han captado 100.000 millones de euros, el mercado aguarda con expectación la tradicional emisión sindicada del Tesoro de la segunda mitad de año. A diferencias de las colocaciones previstas en el calendario, estas operaciones se realizan cuando el organismo considera que se dan las condiciones propicias y se ejecuta de forma directa entre inversores institucionales.