El tipo de las letras a tres meses baja al 2,8% y esfuma la demanda de particulares
Las peticiones de pequeños inversores bajan al nivel más bajo desde febrero de 2023 y la relación entre demanda total y oferta ha sido la segunda peor desde 2022
España ha bajado el tipo de interés de las letras del Tesoro a tres meses al nivel más bajo desde marzo de 2023, un 2,822% de media y un tipo marginal del 2,86%. Las bajadas de los tipos de interés oficiales (se prevé que el BCE aplique pasado mañana el segundo recorte de tipos de este ciclo) se han reflejado en las subastas de deuda del Estado, al igual que han hecho anteriormente tanto en los mercados de deuda como en los interbancarios. El tipo de las letras a tres meses ha bajado 36 puntos básicos sobre la colocación del mes de agosto. Mientras, las letras a nueve meses se han subastado a un tipo de interés medio del 3,009% (3,027% marginal), un descenso más limitado, de apenas 13 puntos.
Las perspectivas ahora son de una bajada de tipos sostenida en el tiempo. Los mercados dan por hecho, al igual que antes de verano, que el BCE bajará los tipos 25 puntos básicos pasado mañana hasta el 3,5% (medido por la facilidad de depósito). El cambio ya se consideraba como muy probable antes de verano. Pero las previsiones hasta finales de año se han modificado de forma sustancial. Así, el tipo de interés previsto por los mercados de futuros tras la reunión de diciembre es del 3%, lo que implica cuatro rebajas de tipos en todo el año (hace dos meses se esperaba que la facilidad de depósito a final del año se situara en un 3,25%).
Y para 2025 es cambio es mayor: el mercado espera ahora un tipo entre el 2% y el 2,25%, cuando en julio calculaba un 2,75%. Son estas previsiones las que se han llevado el euríbor a 12 meses por debajo del 3% (por primera vez en casi dos años) y que ha provocado, también, que el bono español a dos años haya pasado del 3% de julio al 2,5% actual. El movimiento ha sido mucho más contenido en el bono a 10 años.
El menor rendimiento ha impactado de forma directa en la demanda de los minoristas. Las peticiones no competitivas, esto es, las de inversores particulares, han caído hasta los 155 millones de euros. Es la cifra más baja desde febrero de 2023, una tendencia que ya se apreció en la subasta de letras a 12 meses de la semana pasada. En algunas de las últimas colocaciones a muy corto plazo ya se estaban registrando niveles de demanda de particulares por debajo de los 200 millones de euros.
A nivel agregado, la demanda total ha sido de 2,51 veces la oferta, una cifra por debajo de la registrada en agosto para la deuda a tres meses y la segunda más baja desde que arrancó 2023. En este periodo, la demanda media ha sido de 3,75 veces. En las letras a nueve meses, la demanda ha sido de 2,18 veces la oferta, en este caso por encima del último dato registrado y solo ligeramente por debajo de la media de los últimos dos ejercicios, 2,26 veces. El Tesoro ha colocado, en total, 2.133,65 millones de euros en las dos referencias ofertadas, mientras la demanda ha sumado 4.900 millones de euros. Se han emitido 693,15 millones de euros a tres meses, con una demanda de 1.740,30 millones de euros. Asimismo, se han adjudicado 1.440,50 millones de euros en la emisión de letras a nueve meses, frente a peticiones por de 3.146,01 millones de euros.
La perspectiva de tipos a la baja está provocando que los inversores roten hacia operaciones de más plazo, de modo que puedan aprovechar el rendimiento durante más tiempo. Así, la demanda a tres meses se ve penalizada por la perspectiva de que cuando venzan estos títulos (será en el mes de diciembre), el interés será menor en la próxima subasta. Por este motivo, la demanda (en relación con la oferta) ha sido mucho mejor en la colocación a nueve meses que a tres meses, cuando en los últimos años, desde que empezaron a subir los tipos, había sido al contrario. Y también por esta misma estrategia inversora, el pasado jueves la subasta de bonos a tres, cinco y 10 años arrojó la mayor demanda registrada en la historia de una colocación periódica de deuda a medio y largo plazo (es decir, excluyendo subastas de letras o colocaciones sindicadas), al superar los 16.000 millones de euros.