Las cuentas de ahorro, depósitos y letras del Tesoro se desinflan, ¿cómo conseguir un 4% sin hacer locuras?
Fondos monetarios, fondos de ‘buy & hold’, inversión en ‘factoring’ o fondos de retorno absoluto, algunas de las opciones
Conseguir una rentabilidad del 4% con productos de escaso riesgo era relativamente sencillo hasta ahora. Pero las previsibles bajadas de tipos de interés que aplicará el Banco Central Europeo (BCE) a partir de la segunda mitad del año están reduciendo la oferta de cuentas y depósitos y cada vez resulta más complicado encontrar bancos que ofrezcan más del 3%. Igualmente, la rentabilidad que ofrecen las letras del Tesoro, otro de los instrumentos que más han atraído al ahorro conservador, han bajado en las últimas subastas anticipando ese giro de la política monetaria.
Ante este escenario, muchos inversores han optado por mover su capital hacia el mercado de valores. Con las Bolsas tocando máximos históricos y sectores como el tecnológico y la inteligencia artificial despuntando, los inversores se han dejado seducir por la renta variable. Pero no todo está perdido para el ahorro conservador y existen productos de bajo riesgo que pueden ofrecer rentabilidades de ese 4% para, al menos, batir a la inflación.
Por un lado, los fondos monetarios. Se trata de fondos de inversión que invierten en renta fija a muy corto plazo (letras del Tesoro, depósitos, bonos de empresas) y de alta calidad crediticia. Este tipo de producto trata de acercarse a la rentabilidad que ofrecen los tipos de interés, que ahora mismo en la Unión Europea están al 4,5%. Se trata de un producto menos popularizado en España que los depósitos, pero que ofrece rentabilidades más altas cuando los tipos de interés se mantienen elevados, ya que intenta acercase al precio del dinero. Es instrumento de bajo riesgo, ya que según el termómetro de riesgo que va del 1 al 7 y en el que 1 es el riesgo más bajo y 7 el riesgo más alto, este tipo de productos están clasificados con el 1, exactamente igual que las cuentas de ahorro y los depósitos. Eso sí, la rentabilidad no está garantizada. A diferencia de los depósitos, tienen la ventaja de que el dinero siempre está disponible, por lo que el cliente puede retirarlo cuando desee.
Revolut lanzó el año pasado una cuenta flexible que en realidad es un fondo monetario y que ofrece una rentabilidad esperada (TIR) de hasta el 3,97%. Otros neobancos como MyInvestor o InbestMe ofrecen una selección de fondos monetarios que intentan acercarse al 4% en el que se sitúa el precio del dinero y cobran unas comisiones mínimas de gestión, más bajas de las que aplican en general los grandes bancos.
Una opción diferente y novedosa es la inversión en factoring. Aunque se trate de un nombre desconocido para el público en general, se trata de invertir en facturas de empresas. Cuando las compañías hacen una venta, emiten una factura al cliente, pero habitualmente el cobro no es instantáneo y puede tardar en recibirse entre 30 y 180 días. En ese sentido, las empresas que necesitan liquidez inmediata venden las facturas que tienen pendientes de cobrar a un tercero, con un descuento, a cambio de obtener liquidez inmediata. Después, el comprador de la factura es quien recibe el pago pendiente de esa factura. Es una vía de financiación alternativa a la bancaria.
Aunque las operaciones de factoring tradicionalmente las realizan los bancos, han surgido plataformas que permiten a los inversores particulares participar en la compra de facturas. Una de ellas es Sego Factoring, que también está disponible a través de MyInvestor. Se trata de una inversión con riesgo bajo que ofrecen rentabilidades que oscilan entre el 5% y el 7% anual. Sego ofrece dos tipos de operaciones. El primero se trata facturas que deben pagar las administraciones públicas. Se trata de operaciones seguras porque las instituciones siempre pagan, pero aquí el riesgo que se corre es que no cumplan con los plazos previstos y se retrasen en el pago (que es algo habitual en el sector público). El otro tipo de operaciones es con facturas de empresas que están aseguradas. Es decir, en caso de que la compañía quiebre o no pague la factura, el cliente recupera el dinero invertido, aunque no obtiene los intereses. En todo caso, hay que tener en cuenta que este producto es de duraciones a muy corto plazo (entre dos y seis meses).
Otra opción de inversión que se populariza cada vez que los tipos de interés se encuentran en niveles elevados son los fondos denominados buy & hold. Se trata de fondos que invierten en bonos, que construyen su cartera en el momento actual con la intención de mantenerlos hasta su vencimiento. Una vez que se cierra la comercialización, quedan completos y no se aceptan nuevas suscripciones, por lo que el inversor sabe qué rentabilidad va a obtener al final del periodo. Se trata de una alternativa con la que actualmente se pueden lograr retornos de en torno al 4% anual con duraciones de dos, tres o cuatro años. Como ejemplo, el fondo Carmignac Credit 2027 tiene una rentabilidad prevista (TIR) del 4,5% anual o el Oddo BHF Global Target 2028 del 5%.
Con un riesgo algo mayor, aunque todavía en niveles bajos, están los fondos de retorno absoluto. Son fondos de inversión que buscan obtener rendimientos positivos y preservar el capital con independencia de las condiciones de mercado. Es decir, tienen el objetivo de crecer siempre aunque los mercados caigan. Estos fondos tienen un nivel de riesgo de 3, en la escala en la que 1 es el nivel más bajo y 7 el más alto. Supone dos escalones más que los depósitos, las cuentas remuneradas o los fondos monetarios. Además, la rentabilidad no está asegurada y pueden generar pérdidas. El principal riesgo de estos fondos es que dependen mucho del gestor, pero tienen la ventaja de contar con una gran flexibilidad para poder adaptarse a cualquier contexto. Por ejemplo, el BlackRock Strategic Funds - European Absolute Return Fund A2 acumula una rentabilidad del 6,5% en 2024 y consiguió un 9,97% en 2023. El DWS Concept Kaldemorgen suma un 3,39% en 2024 y en 2023 consiguió repuntar un 4,8%.
En un entorno de tipos altos, habitualmente el ahorro conservador encuentra más ofertas para lograr rentabilidad con productos sencillos, ya que los bancos sacan a su escaparate cuentas remuneradas y depósitos. Durante los años 2012 y 2022, en los que los tipos se mantuvieron en cero o negativo, eran productos que desaparecieron. Y aunque el BCE acometió desde julio de 2022 una senda de aceleradas subidas de tipos de interés (ejecutó 10 alzas para pasar del 0% hasta el 4,5%), con las previsibles rebajas de las tasas que aplicará a partir de junio, los inversores deben pensar en alternativas en las que colocar su dinero.
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