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Financiación

Las firmas del Ibex disparan el coste de su deuda un año después del fin de los tipos cero

Las grandes cotizadas dicen adiós a la financiación barata

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: José Manuel Entrecanales, Maurici Lucena, Ignacio Sánchez Galan, José María Álvarez Pallete, José Bogas y Beatriz Corredor. Pablo Monge
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: José Manuel Entrecanales, Maurici Lucena, Ignacio Sánchez Galan, José María Álvarez Pallete, José Bogas y Beatriz Corredor. Pablo Monge
Gema Escribano

La subida acelerada de los tipos para devolver la estabilidad a los precios se ha traducido en un incremento del coste de financiación. Salir al mercado para captar dinero o pedir prestado a la banca requiere de un análisis detallado si se quiere seguir manteniendo un balance sólido que ayude a resistir mejor las embestidas en caso de deterioro de la economía. Después de años en los que empresas y Gobiernos han disfrutado de las bondades de unos tipos de interés en mínimos históricos que les han ayudado a hacer más liviano el endeudamiento, ahora la disciplina financiera vuelve a primera línea.

En apenas 12 meses, el precio del dinero en la zona euro ha subido 425 puntos básicos. Fruto de este proceso y del fin de las compras de deuda por parte del BCE, las empresas del Ibex han frenado la rebaja del coste de la deuda y se han visto abocadas a pagar por el pasivo como no lo hacían en años. Como escudo a este encarecimiento, las cotizadas se han afanado en los años de tipos cero por alargar la vida de la cartera de deuda y recurrir a los tipos fijos como blindaje ante el alza de las tasas. El caso más paradigmático es el de Colonial. Según la información remitida a la CNMV, el 100% de la deuda de la socimi está referenciada a tipo fijo, lo que ayuda a compensar el incremento de 41 puntos básico que experimenta el coste de su deuda, (1,69%). Una situación similar es la que vive Merlin. El 98% de la deuda de la compañía está blindada ante el alza de los tipos, algo que ha ayudado a contener el encarecimiento de su deuda.

A cierre de junio una decena de empresas disponían de un tipo de interés medio superior al registrado 12 meses antes. El mejor ejemplo de esta corriente es Sacyr. La compañía que preside Manuel Manrrique dispone de un interés nominal del 6%, superior al 4,65% que registraba a cierre de junio de 2022 y lejos del 3,9% del año de la pandemia. Tras el estallido de la crisis del Covid, los bancos centrales desplegaron una batería de medidas (compra de deuda, rebaja de los tipos a mínimos históricos) para evitar problemas de liquidez en un entorno marcado por el Gran Confinamiento. En marzo, un mes en el que el acceso al mercado de capitales fue muy limitado debido a las turbulencias del sector financiero, Sacyr captó 224,6 millones en un bono a tres años que paga un cupón anual del 6,3%. Antes del cierre del semestre, la compañía procedió a la refinanciación de 642 millones de dólares a largo plazo mediante la emisión de un bono social de 400 millones, un crédito multitramo de 165 millones y un segundo préstamo de 77 millones.

El segundo mayor incremento del coste financiero corrió a cargo de Meliá. A cierre de junio, el tipo medio de la cartera de deuda alcanzó el 4,78%, por encima del 2,68% que registraba en el mismo periodo del año anterior. En los momentos más duros de la pandemia la cadena hotelera compensó el incremento de la deuda con la reducción del coste medio de su pasivo.

Iberdrola, que en los seis primeros meses del año recurrió al mercado de capitales (1.000 millones en deuda híbrida verde al 4,87%) y al bancario para financiar sus inversiones, se ve perjudicada por el impacto de los tipos de interés en Brasil (13,75%) y la elevada inflación. Con el negocio de Neoenergía la compañía se ve obligada a pagar un 5,05% por los 45.290 millones que registraba a cierre de junio. Se trata del tipo más alto desde 2007, un año en el que las tasas en la eurozona se situaban en el 4%. Si se descuenta la filial brasileña el coste medio del pasivo se contiene en el 3,38%, superior al 2,86% que registraba en junio de 2022. Es decir, como señala la compañía en su presentación, excluyendo Neoenergía el coste de la deuda aumenta 82 puntos básicos en un entorno en el que los tipos de interés subieron más de 200 puntos básicos. Esta contención se explica en gran medida porque el 75% del pasivo es a tipo fijo.

El incremento del coste de financiación ha sido una tendencia generalizada entre las energéticas. En 12 meses Endesa lo ha incrementado en 120 puntos básicos, pasando del 1,1% registrado en junio de 2022 al 3% actual. Eso sí su posición es bastante desahogada. El 66% de la deuda está a tipo fijo, la vida media de la cartera ronda los 3,8 años y dispone de una liquidez de 8.500 millones.

Aumentos más modestos han sido los registrados por Enagás, Naturgy, Redeia y Acciona Energía. Las dos primeras han subido el coste de su deuda un punto porcentual hasta situarlos en el 2,6% y 3,8%, respectivamente. Redeia contuvo el encarecimiento en 65 puntos básicos al situar el tipo de interés medio en el 2,11% mientras la filial de energías limpias del grupo que preside José Manuel Entrecanales se obligada a pagar de media un 4,32% por sus 3.008 millones, 130 puntos básicos más que en junio del año pasado.

Sector energético aparte, Aena también ha sufrido en sus propias carnes el aumento de los tipos. En apenas un año el coste de su deuda ha pasado del 0,87% que registraba en junio de 2022 al 1,9% actual.

Telefónica, la excepción del semestre

Paga menos.  El haber sido una de las compañías más activas en el mercado de capitales no le ha impedido seguir bajando el coste medio de su cartera de deuda. A cierre de junio la compañía que preside José María Álvarez Pallete pagaba de media por su deuda un 3,47%, frente al 4,6% registrado un año antes. La compañía fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a la emisión de deuda dentro del segmento corporativo. Antes de finalizar el primer mes del año, Telefónica vendió 1.000 millones en bonos híbridos verdes al 6,135%. 
Tipo fijo. Una parte del éxito cosechado por Telefónica en la gestión del pasivo está apoyada en el hecho de que el 80% de su deuda está referencia a tipos fijo. Esto se completa con una vida media de 12,4 años, de las más longevas del selectivo, y una posición de liquidez que alcanza los 20.200 millones de euros. A cierre de junio el endeudamiento neto (no incluye arrendamientos) alcanzaba los 27.479 millones de euros, 1.338 millones menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior.



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Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.

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