First Republic Bank se desfonda una jornada más en Bolsa y aumenta las alarmas en EE UU
La entidad estudia la venta de activos por entre 50.000 y 100.000 millones de dólares para fortalecer su capital. Sus acciones caen este miércoles un 20%, un nuevo descenso que se suma al desplome del 50% del martes
Nueva sesión de castigo en Bolsa para el banco estadounidense First Republic Bank tras reconocer una salida masiva de depósitos, que registraron una caída de un 41% entre enero y marzo. Este miércoles sus acciones bajan hasta un 20%. La entidad, que ayer estuvo suspendida de cotización durante unos minutos debido a la fuerte volatilidad, se dejó el martes un 49.38%; alrededor de ocho dólares por acción. El banco estudia la venta de activos para hacer frente al éxodo de capital mientras fuentes de la Casa Blanca han reconocido al Financial Times que están preocupados por una posible insolvencia. Según estas fuentes, funcionarios de la administración de Biden, la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro se han reunido con los ejecutivos del banco en los últimos días con el objetivo de encontrar una solución viable.
El banco sufrió la retirada de un 40% de los depósitos de sus clientes en el primer trimestre del año, hasta situar la base de depósitos en unos 104.476 millones de dólares. Una cuantía que incluye los 30.000 millones de liquidez que recibió de la gran banca estadounidense para sostener su liquidez en plena quiebra de Silicon Valley Bank. El banco apuntó, eso sí, que desde finales de marzo las salidas de depósitos se han estabilizado. Desde el inicio de las turbulencias financieras su acción se ha hundido un 90%.
Además de la caída en Bolsa, el banco tendrá que hacer frente a una demanda presentada por un fondo público de pensiones, que le acusa de dar información equivocada en los días previos a las turbulencias sobre la banca regional estadounidense. En la demanda se acusa a First Republic y a su auditor, KPMG, de exagerar repetidamente la seguridad de su modelo de negocio incluso cuando el aumento de las tasas de interés socavó el valor de las carteras de préstamos y valores del banco.
Según los términos de la demanda recogidos por Bloomberg, la entidad minimizó y ocultó los riesgos de posibles aumentos en los tipos de interés, cambios en su combinación de depósitos y las salidas de depósitos resultantes. El documento se centra en las compras de valores que se realizaron entre enero de 2021 y marzo de 2023.
Desde el inicio de las turbulencias, First Republic está recortando su plantilla, reduciendo su balance y buscando opciones estratégicas para sus distintas áreas de negocio. Unas medidas orientadas a devolver la estabilidad y recomponer el balance y la cuenta de resultados de la entidad. Así, el banco baraja la venta de activos por entre 50.000 y 100.000 millones de dólares para fortalecer su capital después de que la Administración Trump rebajara las exigencias a las entidades de menor tamaño. A cierre de marzo la ratio de capital de la máxima calidad, CET1, se situaba en el 9,32%, por encima del 8,84% que estimaba el mercado.
Los analistas que cubren a la entidad con sede en San Francisco se han vuelto más bajistas. “Con todavía un gran nivel de incertidumbre respecto a los resultados, recomendamos a los inversores vender acciones ya que la perspectiva parece poco clara”, señalan desde el departamento de análisis de Citi que recortan su recomendación a vender.
Las caídas de First Republic arrastran al resto de entidades. La banca regional estadounidense se deja más de un 3,45%, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre de 2020. Por detrás de la entidad que ha vuelto a disparar los nervios se situó Northern Trust, que bajó un 9,25% seguida de Western Alliance Bancorp y Key Corp se dejan un 5,6% y 5,9%, respectivamente. Con menor intensidad que las entidades de menor tamaño los grandes prestamistas como Bank of America, Wells Fargo, Citi o Morgan Stanley tampoco son capaces de sacudirse las pérdidas. El pesimismo se cierne sobre el sistema financiero de la mayor economía del mundo y pesa como una losa sobre Wall Street. En una jornada en la que todas las miradas debían haber estado puestas en Alphabet y Microsoft, los tres índice de referencia registran caídas que oscilan entre el 1% del Dow Jones y el 1,9% del Nasdaq. Los expertos interpretan estas caídas como una señal de una preocupación más amplia sobre el crecimiento global. No obstante, fuentes citadas por aseguran que el Gobierno no teme, por ahora, el efecto contagio pues el índice de la banca regional ha caído muy poco, lo que sugiere que los inversores están menos nerviosos que con la quiebra de SVB.
Al cierre de los mercados se conoció que meses antes de la quiebra de Silicon Valley Bank los reguladores estadounidenses habían recibido advertencias sobre las crecientes pérdidas que empezaba a registrar la industria y que tenían visos de desembocar en una nueva crisis financiera. En las cartas remitidas a los reguladores se alertaba de los problemas de liquidez que empezaban a padecer algunas entidades, un problema que no fue atajado con rapidez. “Los reguladores deberían haber interpretado esto como una señal de que existía un problema estructural más profundo”, declaró Aron Klein, funcionario del Tesoro en la era de Obama.
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