Diego Fernández (Goldman Sachs): “La bajada de tipos de la Fed será muy positiva para los bonos emergentes”
Este experto lidera un equipo de 50 persona que administra activos por más de 40.000 millones de euros
Diego Fernández (Madrid, 1980) lleva una carrera meteórica en Goldman Sachs. Tras trabajar en BBVA y Deutsche Bank, se trasladó a Londres en 2016, al equipo de deuda de países emergentes del banco estadounidense. En los últimos cuatro años ha sido el máximo responsable de esta división, que cuenta con 50 trabajadores –distribuidos entre Nueva York, Singapur, La Haya y Londres– y que administra activos por valor de más de 40.000 millones de euros. Ahora, estos fondos de inversión que tienen en cartera bonos soberanos o corporativos emitidos en Latinoamérica o Asia se han convertido en uno de los productos de moda, ante el cambio de rumbo de la política monetaria mundial.
¿Qué tipo de fondos de renta fija emergente tiene Goldman Sachs?
Los más seguros son los de deuda soberana que países emergentes emiten denominados en dólares o en euros. En esos casos no hay riesgo divisa para el inversor occidental. Luego tenemos fondos de bonos corporativos de países emergentes, algunos de los cuales tienen unos ratios de solvencia estupendos. Por último, hay fondos de renta fija denominados en la moneda local. También hay algunos que combinan lo mejor de estas tres tipologías.
¿2024 va a ser un buen año para esta clase de activos?
Creemos que va a ser un ejercicio positivo para los mercados emergentes de renta fija. Primero, por la moderación de la inflación y porque parece que no se va a producir una recesión en los principales mercados desarrollados. La renta fija emergente tiende a hacerlo bien cuando hay descensos en los tipos de interés de Estados Unidos, como parece que va a ocurrir.
¿Por qué?
En muchos de estos países la capacidad para acceder a los mercados de capitales depende de la Reserva Federal. De alguna forma, el coste de oportunidad de invertir en deuda soberana emergente en dólares es el tipo de interés de referencia de la Reserva Federal. Cuando este es bajo, los inversores buscan otras opciones que renten más, pero cuando los tipos suben mucho, como el año pasado, el dinero busca la seguridad de los bonos del Tesoro estadounidense. Este año volverá el apetito por el riesgo y habrá flujos de fondos a renta fija emergente.
¿Ocurre lo mismo con renta fija emergente en moneda local?
En estos casos, depende mucho más de cómo esté el país en términos macroeconómicos y de su política monetaria. Además, es fundamental lo que sucede en el mercado de divisas.
¿Qué otros impulsos tendrá este activo?
Será una combinación de factores de oferta y de demanda. En cuanto a la demanda, como antes comentaba, creemos que los inversores van a elevar el interés por la deuda emergente. Del lado de la oferta, tanto los países como las empresas de economías emergentes, cada vez van a tener que emitir menos bonos, por lo que se va a restringir la oferta. Esto va a hacer que el precio de este activo tienda a subir.
¿También es buen momento para la deuda corporativa de estos países?
Así es. Vemos que hay empresas de países emergentes, que compiten de tú a tú con firmas similares de Estados Unidos y Reino Unido, y que cotizan más baratas pese a tener un endeudamiento menor. En general, siempre están penalizadas. Para nosotros es una oportunidad porque su capacidad de pago es muy buena. Son empresas a menudo muy bien gestionadas.
¿Alguna empresa en concreto?
Por ejemplo, los bancos mexicanos o algunos de Centroamérica. También Banco do Brasil, por ejemplo, ha demostrado que no tiene nada que envidiar a la gestión que tienen los bancos españoles o de EE UU. También los de Turquía o de ciertos países de Europa del Este. Todos han estado muy penalizados por el riesgo país. Pero si analizas su balance y su gestión, tienen una estabilidad superior a muchos bancos europeos. No hay más que ver lo que ocurrió con Credit Suisse. Además, aquí hablamos de renta fija, donde lo importante es si van a ser capaces de devolver el dinero, no de si tienen un gran potencial de revalorización.
¿Pesa más el análisis macro o la selección de emisores?
Ambos. Tenemos un equipo muy potente que analiza a fondo las políticas públicas de cada país, las dinámicas macroeconómicas, su rigor fiscal, su política monetaria... Pero, además, hay muchos analistas que monitorizan sectores y compañías para ver cuáles tienen más potencial, qué cotizadas están mejor gestionadas, cuáles tienen un balance más saneado... Es una labor conjunta.
¿Tiene sentido para un inversor conservador tener una posición en este activo?
Creemos firmemente que sí, porque es una buena vía para diversificar su cartera y conseguir un plus de rentabilidad. Los emergentes tienen una cuota muy importante en el PIB global pero la renta fija emergente está muy infrarrepresentada en el patrimonio financiero de la mayoría de personas. No ocurre lo mismo con la renta variable emergente, que sí que tiene más presencia.
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