Fondos mixtos: cómo combinar activos para maximizar la diversificación
La mezcla de renta fija y de renta variable en las carteras sigue considerándose una estrategia válida para el actual escenario de incertidumbre geopolítica y de posible volatilidad

Actualmente hay en España invertidos en fondos de inversión mixtos más de 111.400 millones de euros, lo que supone algo más de un cuarto (27,1% ) del patrimonio total. Un volumen solo superado por el que representan los vehículos puros de renta fija que atesoran 134.320 millones, es decir, el 32,68% del total de fondos en España, un país que se caracteriza por su conservadurismo a la hora de invertir.
De hecho, son las categorías VDOS mixto conservador global y mixto moderado global, con un 22,03% y un 21,84%, respectivamente, del patrimonio en esta clase de fondos, las que congregan el mayor volumen.
Los fondos mixtos han rentado en el último año un 8,95% de media, llegando a los dos dígitos en la categoría mixto agresivo global, concretamente el 10,66%. La menos rentable, la subcategoría defensiva euro, rinde un 4,71%.
En opinión de Miguel Ángel Rico, director de inversiones de Creand Asset Management, esta clase de fondos siguen teniendo buenas perspectivas para los próximos meses, “puesto que en un entorno de bajadas de tipos de interés la pata de la renta fija se va a ver soportada y la pata de renta variable, siempre que no haya una recesión o un deterioro económico muy importante, tampoco debería de tener un mal rendimiento, a pesar de experimentar volatilidad por las noticias geopolíticas”.
“Ahora mismo con los niveles de tipos de interés hay una palanca importante de rentabilidad estable que, combinada con la ganancia por incremento de capital que ofrecen las Bolsas, hace de estos productos un vehículo muy potente para obtener beneficios, pero también cierto grado de protección de capital”, señala Nerea Heras, responsable de fondos core en Santander Asset Management.
También el equipo de gestión de Gescooperativo cree que los fondos mixtos son una opción a tener muy en cuenta en 2025. “Después de dos años de muy poca volatilidad, esperamos que esta se incremente en los próximos meses. Al estar invertido en un fondo mixto el partícipe se protege con la menor variación de precios inherente a la renta fija a la par que no renuncia a un porcentaje determinado en renta variable, el activo más rentable a largo plazo y que mejor protege contra la inflación”, recalca.
Además, Josep Bayarri, director de inversiones de Arquia Gestión, destaca que “técnicamente, estos fondos incorporan la diversificación de manera implícita, y eso es clave en un momento como el actual cuando la aportación de las posiciones de renta fija es importante. Pero más allá de las razones técnicas, objetivas, tienen un elevado valor psicológico para los inversores poco tolerantes a las correcciones bursátiles, puesto que con este tipo de productos las correcciones que pueden existir en un mal año son mucho menores”.
También Delphine Arnaud, gestora multiactivos y overlay en Edmond de Rothschild AM, opina que los productos de activos mixtos conservarán su atractivo, “siempre que los gestores hayan ajustado sus motores de diversificación buscando alternativas a los bonos soberanos”. En la gestora, por ejemplo, han sustituido los títulos del Tesoro con vencimiento a largo plazo por bonos corporativos con vencimiento a corto plazo, para asegurar altos rendimientos antes de los recortes de tipos de los bancos centrales, reduciendo al mismo tiempo el riesgo de duración.
No obstante, para los expertos de Cobas es fundamental el horizonte temporal de la inversión. “No es lo mismo a uno o dos años vista, que una planificación a largo plazo. Para aquellos clientes que quieren gestionar sus ahorros a largo plazo consideramos que la mejor estrategia es la inversión en renta variable”.
En lo que coinciden la mayoría de expertos es en señalar la diversificación frente a los índices tradicionales como una de las principales ventajas. “Podemos hablar de diversificación en la toma de decisiones temporal (cuando se toman decisiones tácticas frente al universo), también en la diversificación de exposiciones a activos (geográfica, categoría de emisor), selección de gestores (bien por consumo de riesgo, en concentración de valores o en selección) así como por la inclusión de estrategias alternativas. Los fondos, bien mixtos o multiactivos, que permiten invertir de forma activa en cestas de divisas también incorporan una capa de diversificación adicional”, repasa jorge Hernández Cifuentes, director de investments solutions en CaixaBank AM.
Craig Moran, gestor del M&G Dynamic Allocation Fund, tiene claro que con el fin de maximizar la rentabilidad a lo largo del ciclo y a largo plazo, “la asignación flexible, a través de un enfoque de gestión activa de la cartera (en contraposición a las ponderaciones estáticas o a una construcción rígida de la cartera 60 [Bolsa] / 40 [renta fija]) es la mejor manera en que los inversores pueden maximizar el rendimiento. Un universo de inversión verdaderamente global y un enfoque de rentabilidad total sin restricciones significa que podemos ser ágiles y oportunistas a la hora de asignar el capital cuando se presentan oportunidades”.
Además, “dada la gran disparidad de valoraciones que se ofrecen en los distintos mercados y los constantes cambios en la agenda de noticias políticas y económicas, creemos que 2025 podría marcar el regreso de episodios de elevada volatilidad de precios, un entorno en el que la asignación activa se convierta en esencial para navegar por el riesgo y capitalizar las oportunidades entre activos”, añade Craig Moran.
Efectivamente, en opinión de Celia Soares, gestora de carteras de clientes de Janus Henderson, en un entorno marcado por la volatilidad esperada, los inversores se inclinan cada vez más por estrategias activas “para sortear hábilmente estos desafíos y aprovechar las posibles oportunidades de crecimiento. Es crucial invertir en estrategias caracterizadas por su flexibilidad para pivotar y adaptarse a la dinámica cambiante del mercado. Igualmente importante es la selección de equipos de gestión con un historial probado en la identificación y capitalización de tendencias emergentes”.
¿Mixtos o multiactivos?
“En el pasado, el mixto era un producto con posiciones tanto en renta fija como en renta variable, pero con menor flexibilidad y límites más encorsetados, productos propios de los años noventa”, analiza Jaime Martínez, director global de asignación de activos en BBVA Asset Management, mientras que los multiactivos son de una época posterior, aparecen en el siglo XXI y son productos dotados de una mayor flexibilidad, tanto desde un punto de vista de nivel de riesgo como por área geográfica o clases de activos. “Hoy en día, las dos categorías han convergido hacia los multiactivos”, asegura.
Pero para el responsable de Arquia aunque “la diferencia es muy borrosa, y no tienen que comportarse de manera diferente”, en principio, los multiactivos deberían ser más adecuados para clientes que quieren una gestión más flexible del tipo de activos en la cartera, “al tiempo que esa mayor flexibilidad puede generar situaciones en que el fondo puede sorprender a la baja, o al alza, al inversor. En el mixto, los resultados estarán más alineados con el mercado”.
Para Iratxe Oria, directora de inversiones de CBNK Gestión de Activos, que los fondos multiactivos contemplen un abanico más amplio de activos como pueden ser las materias primas, el oro, divisas etc... condicionan el perfil de riesgo, “siendo los fondos mixtos más adecuados para perfiles conservadores, mientras que los multiactivos encajan mejor para perfiles dinámicos o agresivos”.

Giorgio Carlino, responsable de multigestión de Mediolanum International Funds ahonda en esa idea: “Los fondos mixtos suelen invertir tanto en acciones como en renta fija, ofreciendo un equilibrio entre el potencial de crecimiento y la generación de ingresos, lo que puede atraer a los inversores que buscan estabilidad con cierto nivel de crecimiento. Por otro lado, los fondos multiactivos son más diversos, incluyendo una gama más amplia de clases de activos como materias primas, alternativas y más. Esta diversidad puede proporcionar oportunidades adicionales para rendimientos y gestión de riesgos, haciéndolos adecuados para inversores que buscan un enfoque más dinámico y versátil”.
Efectivamente, las clases de activos añadidas pueden introducir una mayor complejidad, como resalta Julie Dickson, director de inversiones en Capital Group, “tanto en lo que respecta a la comprensión por parte de los clientes de los factores que impulsan la rentabilidad de sus carteras como al mayor número de decisiones que deben tomar los gestores. Algunos activos alternativos, como los bienes inmuebles, pueden ser menos líquidos que las acciones y los bonos, lo que suele dificultar la compra o venta rápida de estas inversiones”, admite.
Y desde el punto de vista de las comisiones, “esa mayor amplitud de miras de los multiactivos se suele traducir en comisiones algo más altas”, añade Iratxe Oria.
En ese sentido, desde Unigest, gestora de Unicaja, advierten de que como siempre, hay que ser muy cuidadosos con los niveles de volatilidad asumidos y cerciorarnos de que nos encontramos siempre dentro de la zona de confort, “máxime en un entorno como el previsto, donde los movimientos de mercado pueden ser rápidos y de cierta intensidad”.
Principales características
Menor volatilidad. Tanto los fondos mixtos como los multiactivos proporcionan diversificación, lo que puede ayudar a reducir la volatilidad y las caídas en una cartera. “Todos recordamos el 2022, donde esta protección contra caídas falló a todos, pero hoy, con el nivel actual de rendimiento, cumplirán su función”, asegura Giorgio Carlino, responsable de multigestión de Mediolanum International Funds. Además, menciona que un estudio de Morningstar encontró que los fondos multiactivos superaron a los fondos de un solo activo en términos de rendimientos ajustados al riesgo durante un período de diez años.
Flexibilidad. Para María Vereterra, directora de cuentas de Schroders, la principal ventaja de este tipo de estrategias es la flexibilidad: “El gestor del fondo tiene la capacidad de realizar ajustes rápidos en la cartera, adaptándose a las condiciones de mercado de manera más ágil que si lo hiciéramos de forma individual, esto permite aprovechar oportunidades y mitigar riesgos con una mayor velocidad”. Además, suelen incorporar estrategias de cobertura para reducir la volatilidad, lo que los convierte en una opción atractiva en tiempos de incertidumbre.
Mejores ideas. Ignacio Amo, selector de fondos de Mapfre Gestión Patrimonial, añade otra ventaja: el ofrecer mejores ideas ya que “por lo general, suelen ser fondos gestionados por el director de inversiones que se nutre de las mejores ideas de inversión de los diferentes equipos de analistas y gestores”.
Exposición geográfica. Jacques Hirsch, gestor de carteras de Carmignac, recuerda que “dentro de una clase de activos determinada, algunos de estos fondos también tienen la flexibilidad de ajustar su exposición geográfica, aventurándose potencialmente en los mercados emergentes para aprovechar las oportunidades de crecimiento con valoraciones más atractivas”.