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El Santander y el BBVA negocian con el BCE mejoras en el capital gracias a la actividad de seguros

La nueva regulación de Basilea III da un mejor tratamiento contable a ese negocio y el mercado espera una ola de operaciones corporativas en el sector

Sede del BCE en Franckfort
Álvaro Bayón

El Santander y el BBVA negocian con el Banco Central Europeo (BCE) que les permita aprovecharse del tratamiento más provechoso a nivel de capital que la nueva normativa europea de solvencia, Basilea III, contempla para el negocio asegurador desde el pasado 1 de enero. Estos dos bancos ya cumplen con uno de los requisitos que impone el regulador, un tamaño relativo de su rama de banca seguros mayor de un determinado umbral con respecto al total de su balance, pero aún necesitan probar que cuentan con una gestión integrada de estos negocios, entre otros asuntos. El mercado espera una oleada de operaciones corporativas en el sector asegurador derivado de esta nueva regulación.

Hasta ahora, la mayoría de los bancos españoles computan el negocio asegurador como deducciones directas en su capital. La excepción para ello son las que el supervisor bancario europeo considera como un grupo financiero de supervisión reforzada, para lo que son necesarias las dos condiciones antes descritas, tanto de tamaño como de gobernanza, de acuerdo al conocido en el argot como compromiso danés establecido en 2012. Por el momento, solo CaixaBank e Ibercaja, los bancos líderes en seguros, cuentan con este distintivo del BCE, si bien el Santander y el BBVA son las otras dos entidades con el tamaño suficiente para ello de acuerdo a los cálculos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Su petición de tener este marchamo de grupo financiero por los reguladores viene de lejos, pero se ha reavivado en los últimos meses, con la entrada en vigor de Basilea III. Los cambios concretos a introducir en la gestión de estos negocios son los aspectos que tratan actualmente con el supervisor.

De acuerdo esta normativa de solvencia, los bancos que sean considerados como grupos financieros de supervisión reforzada pasan de ponderar su negocio asegurador al 250% -desde el 370%- a la hora de calcular sus activos por riesgo y hallar sus ratios de capital. Esto supondrá liberar unos 120 puntos básicos de capital. Su cómputo en dinero contante y sonante dependerá del tamaño del negocio asegurador de cada banco, pero a buen seguro representará unos cuantos miles de millones de euros. Por tanto, CaixaBank e Ibercaja han recibido ya automáticamente esta mejora en el capital y el Santander y el BBVA aguardan al sí del BCE para ello. Además, también podrán beneficiarse de una supervisión unificada en materia bancaria y en seguros. Fuera de España, la banca francesa es la más beneficiada por esta normativa.

En un momento en el que los bancos se quejan habitualmente de los elevados requerimientos regulatorios, esta nueva normativa representa un regalo para el balance de las entidades. Podrán dedicarlo a remunerar a los accionistas, como están haciendo al repartir con dividendos o recompras de acciones, pero también dedicarlo a crecer. De hecho, fuentes del mercado apuntan a que las entidades que sean consideradas como grupo financiero de supervisión reforzada tendrán incentivos a adquirir otras aseguradoras, puesto que podrán abordar la operación con este regalo de capital, sin que afecte a sus ratios de solvencia. Todo ello en un momento en el que, con el negocio en récord, sus ratios de capital sobrepasan ampliamente tanto los requerimientos mínimos del BCE como los objetivos que se han puesto las propias entidades.

Crecer en seguros, en cambio, es una palanca clave para muchos bancos en este nuevo entorno de bajadas de los tipos de interés. Buscan compensar lo que dejen de percibir por margen de intereses con más comisiones, de modo que incrementen su exposición a este tipo de negocios parabancarios, entre los que se encuentran también la banca privada o la gestión de activos.

El Santander, por ejemplo, tiene una vocación clara de aumentar su peso en este ámbito. Su negocio asegurador, con el que está presente en 20 países, está integrada en uno de las cinco áreas de negocios globales, la de Wealth Management. Al frente de ella está, desde la pasada primavera, Javier García Carranza y es una de las áreas con más potencial de crecimiento en la entidad. Actualmente se encuentra realizando un trabajo de agrupar en una misma filial, Santander Insurance Holding, todo su negocio en esta rama, al frente de lo que ha puesto a Belén Romana, que también es consejera del banco. Las fuentes del mercado consultadas apuntan a que estos movimientos pueden responder a los requerimientos del BCE para darle su beneplácito en este asunto, sin perjuicio de mantener sus alianzas en banca seguros con Mapfre y Aegon en España y Portugal y Zúrich en Latinoamérica. El BBVA, por su parte, cuenta con una asociación con Allianz.

Para los bancos más pequeños, una opción a explorar puede ser precisamente recomprar a sus socios estas sociedades conjuntas en el negocio asegurador. Por ejemplo, el Sabadell está aliado en este asunto con Zurich y Unicaja con Santa Lucía y con Caser. La cuestión para la banca mediana está en que sus aseguradoras no tienen el tamaño suficiente sobre el total del balance que les exige el BCE para ser considerados grupo financiero de supervisión reforzada. Por tanto, otra de las previsiones de los inversores está en que estas entidades puedan optar por recomprar las participaciones de terceros en sus sociedades conjuntas o, incluso, adquirir otras aseguradoras, gracias al beneficio contable antes descrito, para que su negocio en esta rama adquiera el tamaño suficiente para los estándares de Fráncfort.



Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.

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