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La producción de coches en España se desploma en enero y preocupa la falta de pedidos

Las plantas nacionales han sufrido una caída del 27,2% en el primer mes del año, el mayor descenso interanual desde noviembre de 2021. La exportación de vehículos también ha bajado con fuerza, un 28%

Una fila de Peugeot 208 en la planta de Stellantis Zaragoza.
Manu Granda

La producción de coches española ha comenzado 2025 con el pie izquierdo. Según los datos facilitados este martes por la patronal nacional de automovilísticas, Anfac, las fábricas españolas ensamblaron en enero 168.076 vehículos, un 27,2% menos que en el mismo mes de 2024, lo que supone la mayor caída interanual desde noviembre de 2021, cuando el sector estaba sumido en la crisis de microchips. Si bien esto es una muestra de la evolución de los mercados europeos (ya que en torno al 90% de lo que se produce en España se exporta, principalmente a otros países del Viejo Continente), el dato preocupa al sector porque es una fotografía de lo que se vendrá en las matriculaciones de los próximos meses: lo que se produjo en enero se matriculará en febrero y marzo, principalmente.

El dato de producción contrasta sobremanera con el de las matriculaciones de enero en España, que subieron un 5,3%, con un grandísimo impulso del vehículo eléctrico, que se disparó un 48,4%. Sumando a los híbridos enchufables, los electrificados lograron una cuota de mercado en ventas del 14,2% en enero, un buen dato para los números que suele manejar el mercado nacional.

Reajustes en las fábricas

Además de la caída de pedidos, Anfac ha achacado el descenso de la producción a los “reajustes de los turnos de trabajo realizados en los centros de producción y su adaptación a la entrada de los nuevos modelos electrificados”. Un caso que influye en la comparativa con el año pasado es Ford, que a estas alturas de 2024 fabricaba dos vehículos, el Kuga y la Transit Connect, mientras que ahora solo hace el primero.

Por tipo de vehículo, ha caído más la producción de comerciales e industriales (un 33,7%) que la de los turismos, que han bajado un 25,3%. Las exportaciones, por su parte, bajaron en línea con la producción total, un 28%, hasta las 145.170 unidades. Los principales compradores de coches made in Spain en enero fueron Francia, Alemania, Turquía, Reino Unido e Italia.

La producción de vehículos electrificados, por su parte, creció un 10,3% en el primer mes del año, hasta las 17.611 unidades, un 10,5% de la cuota de producción nacional. La subida ha sido posible gracias al híbrido enchufable, que se disparó un 28,1% (8.578 vehículos), que ha servido para maquillar la bajada del eléctrico puro (descendió su producción un 2,6%, hasta las 9.033 unidades).

“Enero arranca con la misma tendencia a la baja que cerró 2024. Si bien está condicionado por los ajustes en fábricas, tanto de los turnos de trabajo como de los nuevos modelos, no podemos dejar de poner el foco en un descenso de nuestra producción en un momento crítico para nuestra industria. La buena noticia es que la producción de los modelos electrificados toma aire y encadena un nuevo mes en positivo”, ha señalado el director general de Anfac, José López-Tafall. “Tenemos que alinear a todos los agentes implicados, crear un plan de acción a corto plazo y una estrategia duradera a largo plazo para lograr mantener la competitividad en la industria y fomentar la innovación en el vehículo eléctrico, el único vector de crecimiento del sector”, ha añadido el directivo que ha hecho mención al foro anual que la patronal celebrará este jueves en Madrid. La principal petición del sector en el ámbito nacional es, a día de hoy, la reactivación cuanto antes de un plan de ayudas a la compra de coches eléctricos tras la suspensión del Moves III y de la deducción de hasta 3.000 euros en el IRPF. El motor esperaba una buena noticia al respecto en el foro Anfac del jueves, al que estaba previsto que fuese el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, pero finalmente irá en su lugar Joan Groizard, el secretario de Estado de Energía.

Las ayudas a la compra de eléctricos son claves para un sector que este año afronta un endurecimiento de las emisiones medias de los vehículos nuevos en Europa. Esta nueva normativa, la CAFE, marca que las emisiones medias de CO2 por kilómetro pasan de los antiguos 115,1 a los 93,6. Para cumplir con ello, los fabricantes deben de aumentar su venta de vehículos eléctricos. Otra medida que podría ayudar sería incrementar el peso de la venta de los coches más pequeños, pero los clientes están optando por vehículos de mayor tamaño, sobre todo SUV.

Otra posible vía para evitar las multas sería que los fabricantes que no cumplan paguen por los derechos de emisiones a aquellas marcas que sí vayan holgadas, como es el caso de Tesla, una automovilística que solo vende eléctricos. Por ello, Mazda, Subaru, Toyota, Stellantis y Ford han manifestado su interés a la Comisión Europea para formar un pool liderado por Tesla para que sus emisiones medias se contabilicen de forma conjunta y no por separado. Mercedes-Benz y Mini han hecho lo propio con Volvo. Aún así el sector espera que Bruselas anuncie una flexibilización de la CAFE en marzo, en la que el exceso de emisiones de 2025 se podría compensar con los años 2026 y 2027, cuando se prevé que haya más vehículos eléctricos asequibles en el mercado.

Sobre la firma

Manu Granda
Redactor de la sección de empresas especializado en el automóvil e industria pesada. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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