El interés de la china Hainan por Air Europa mete presión a Air France, Lufthansa e IAG
La mayor aerolínea privada del país asiático estudia ampliar su colaboración con la española tras su acuerdo de código compartido para rutas entre España y Latinoamérica. La firma de Globalia prepara una ampliación de capital para dar entrada a un socio con el 20%, mientras que la compañía de HNA Aviation lleva años estudiando su aterrizaje en Europa
El acercamiento a Air Europa de la mayor aerolínea china de capital privado, Hainan Airlines, ha tensado la operación de apertura del capital de la española a un nuevo socio. Fuentes conocedoras de los contactos afirman que la asiática está tanteando distintas posibilidades con la compañía de la familia Hidalgo tras firmar un acuerdo de código compartido en rutas de Air Europa entre Madrid y Latinoamérica, presentado en la feria internacional del turismo Fitur. La simple sombra de un potencial pretendiente chino ha hecho temblar el tablero de juego.
Hainan comenzó a hablar con Air Europa en cuanto decayó la posibilidad de que IAG se hiciera con el 100% del capital ante las reticencias de la Comisión Europea a una concentración en el aeropuerto de Madrid-Barajas. La firma que preside Juan José Hidalgo se mantiene como una de las mayores aerolíneas europeas de red independientes de un gran grupo, y eso, en un momento de efervescencia de la demanda y en un mercado como el español, es todo un reclamo para firmas de otros continentes. Una participación minoritaria bien puede entenderse como poner un pie en Europa. La regulación comunitaria sobre propiedad y control de las aerolíneas impide que inversores no comunitarios superen el 49% del capital.
El afloramiento del pacto comercial con la china y la búsqueda de vías para estrechar aún más la relación entre ambas mete presión a otros potenciales inversores interesados por aterrizar en el capital de Air Europa. Entre estos destacan Air France-KLM, el grupo Lufthansa, la estadounidense Delta y la emiratí Etihad. Hasta los Hidalgo, asesorados por el banco de negocios PJT, también se han acercado distintos fondos de inversión habituales en el sector aéreo.
Hainan, con 1.300 rutas domésticas y un centenar de destinos internacionales, lleva más de 20 años estudiando el sector aéreo europeo con la intención de operar en el Viejo Continente. En su momento, allá por 2004, y posteriormente en 2011, estuvo tentada de hacerse con la húngara Málev (quebrada en 2012) para volar con base en Hungría como primer paso en Europa. El magnate George Soros llevaba las riendas de la firma china.
A esta compañía china, controlada por el conglomerado industrial cotizado Laioning Fangda a través de HNA Aviation (800 aviones y 130.000 empleados), le interesa Europa como puente entre Asia y América a través del Atlántico. Entre las oportunidades que se plantea con su aliado español figura compartir código en rutas entre España y el resto de Europa.
IAG, obligada a mover ficha
La llegada de un nuevo socio a Air Europa supone un desafío para el grupo IAG, segunda accionista con el 20%. Según los planes sobre la mesa, la entrada se articulará a través de una ampliación de capital en la que se otorgarán derechos de suscripción preferente a los actuales partícipes. El holding de la familia Hidalgo, Globalia, dejará vía libre al entrante no acudiendo a esa recapitalización. El balón vuelve a estar en el tejado de IAG, que deberá decidir si sigue metiendo dinero en el eterno rival de su compañía Iberia u opta por diluirse. El grupo que lidera Luis Gallego acaba de inyectar 16 millones a Air Europa en la ampliación lanzada el pasado diciembre, por un total de 81 millones, para el restablecimiento del equilibrio patrimonial tras las pérdidas ocasionadas por la pandemia en 2020 y 2021. El 20% en su poder, adquirido como primera fase del frustrado plan para hacerse con el 100%, es considerado como una participación financiera.
Javier Hidalgo, hijo del fundador de Air Europa y exconsejero delegado de Globalia, se ha puesto al frente del proceso para captar fondos y devolver los 475 millones de crédito público prestado por la SEPI en noviembre de 2020. Se piensa en una ampliación por un 25% que permita al entrante tener una participación del 20%; Globalia se diluiría al 64%, manteniendo el papel de accionista de control, e IAG bajaría al 16% en caso de no invertir en su participada.
El 25% de la ampliación se valora entre 240 y 250 millones de euros, y debería servir para que Air Europa amortice el crédito participativo de 240 millones obtenido del Estado. El resto de la deuda con la SEPI, 235 millones, responde a un préstamo ordinario, también con fecha de devolución en noviembre de 2026. El equipo directivo de Air Europa pretende levantar financiación bancaria para sustituir este último tramo, por el que paga cerca del 9% de interés.
El escenario más optimista que maneja Air Europa pasa por el cierre simultáneo de la ampliación de capital y la refinanciación antes del próximo verano. Adentrarse en 2026 jugaría en contra de la compañía aérea por la presión del vencimiento de la totalidad de lo que fue tenido como un rescate y que los Hidalgo denominan “un crédito caro”. Air Europa lo obtuvo prácticamente cuando los principales Estados europeos habían respaldado ya financieramente a sus aerolíneas. La devolución de este apoyo financiero de forma anticipada supondría el final de la intervención estatal en la gestión y la reducción a la mitad del actual endeudamiento, y con menor coste financiero. Para todo ello, Air Europa quiere hacer valer un momento histórico para la empresa y para el sector. En 2024 ha ingresado más de 2.900 millones en ingresos (+6,3%), según avanzó la compañía el pasado diciembre. Para este 2025 debería romper la barrera de los 3.000 millones en ventas una vez que se espera la entrada de tres aviones B787 Dreamliner y el primero de los B737 pedidos a Boeing.
La irrupción de un inversor externo a la UE con una participación del 20% merecería un aviso de cortesía al Gobierno, que ya está al tanto de la actualidad en Air Europa al tener la figura del consejero delegado, Jesús Nuño de la Rosa, como representante de la SEPI. Fuentes del mercado explican que ni entrando en el consejo de administración, como sucedió con Qatar Airways en IAG, un extracomunitario precisaría el beneplácito de las autoridades de la competencia.
Las alarmas se disparan cuando el capital chino llama a la puerta de una compañía, pero en este caso, China es uno de los mercados más deseados por la pública Aena para atraer tráfico a los principales aeropuertos españoles. Barajas compite con las plazas de Fráncfort, París o Londres por el tráfico entre el país asiático y Europa, copado por compañías chinas con una cuota superior al 80% frente a las referencias europeas.