Ferrovial advirtió a sus inversores sobre Ryanair varias veces antes de vender todos sus aeropuertos en UK
Alertó ante el mercado del riesgo que implicaba para su negocio aeroportuario decisiones como por ejemplo el cierre de Ryanair de su base en Glasgow. El último aviso se produjo días antes de notificar la venta de sus aeropuertos en Reino Unido y del conflicto entre la firma irlandesa, Aena y el Gobierno español
Ferrovial advirtió a sus inversores en varias ocasiones durante los últimos años sobre el riesgo que implicaba para su negocio decisiones de algunas aerolíneas sobre la capacidad y las rutas empleadas. Y para ser más específico, la multinacional presidida por Rafael del Pino cita, a modo de ejemplo, el cierre de la base que la aerolínea liderada por Michael O`Leary tenía en el aeropuerto escocés de Glasgow, participado hasta esta misma semana por la compañía española.
La última advertencia lanzada por Ferrovial sobre esta cuestión se produjo en documentación oficial enviada al mercado el pasado 16 de enero. Para la multinacional, supone un riesgo a tener en cuenta “las decisiones de las aerolíneas respecto del número, tipo y capacidad de las aeronaves (incluida la combinación de asientos premium y económicos), así como las rutas utilizadas (por ejemplo, la decisión de Ryanair en 2018 de dejar de utilizar el aeropuerto de Glasgow como base)”.
Esta última advertencia se dio días antes de que Ferrovial saliera del negocio aeroportuario en Reino Unido. La compañía y Macquarie notificaron el cierre de la venta de sus participación en los aeropuertos de Aberdeen, Glasgow y Southampton por más de 1.000 millones de euros, que pasarán a manos de AviAlliance. Antes, a finales del pasado año, también cerró la venta de su 20% en el aeropuerto londinense de Heathrow por 2.000 millones al fondo saudí PIF y a los franceses de Ardian. Dicha advertencia lanzada al mercado en la que incluye el ejemplo de Ryanair se da en documentación de inversión donde los reguladores obligan a las empresas que van al mercado a captar capital o deuda que esgriman los principales riesgos a los que se somete su negocio, para que en todo momento los inversores puedan decidir con la mayor cantidad de información relevante sobre la empresa en la que están confiando su dinero. No era la primera vez que la empresa reparaba en este riesgo. En otro prospecto publicado en 2023, ya alertaba de este potencial problema.
La advertencia que venía haciendo Ferrovial sobre la operativa de aerolíneas como Ryanair supone todo un aviso y un vaticinio para compañías como Aena, que desde hace varios días vive un enfrentamiento abierto con la aerolínea irlandesa por la amenaza de recortar vuelos en varios aeropuertos españoles. En concreto, la compañía aérea anunció recientemente una rebaja de 800.000 plazas ofertadas en aeropuertos regionales para este verano. De ejecutarse esta amenaza, sufriría la conectividad de Valladolid, Jerez, Vigo, Santiago, Zaragoza, Asturias y Santander.
Este anuncio de ajuste llega después de lanzar quejas sobre las elevadas tasas aeroportuarias de Aena y la falta de incentivos en los aeropuertos más pequeños para mantener su actividad. De hecho, el plan difundido por Ryanair implicaría el fin de su actividad en Valladolid y Jerez. Precisamente un riesgo similar es el que ha reiterado en varias ocasiones Ferrovial, que ejemplificaba el problema con el cierre que decretó la aerolínea irlandesa en Glasgow.
Ante esta situación, tanto Aena, como el Ministerio de Transportes, han reaccionado mostrando un fuerte rechazo a los planes de la aerolínea. El ministro vallisoletano, Óscar Puente, envió una carta a los responsables de Ryanair en el que expresaba su malestar.
El CEO de la aerolínea, Eddie Wilson, insistió el 21 de enero, en las dos páginas enviadas a Puente, en que el ajuste en siete aeropuertos regionales, incluida la salida de Jerez y de Valladolid, se debe “al aumento de los costes aeroportuarios en aeropuertos regionales españoles, que no son en absoluto competitivos”. El directivo culpa a Aena de mala gestión y de haber actuado con negligencia, lo que estaría motivando que los aeropuertos con menos de tres millones de viajeros estén “infrautilizados en una cifra que supera el 64%”.
A lo anterior, Puente contestaba en la misma línea que ya lo había hecho Aena, controlada por Enaire, a su vez dependiente del Ministerio de Transportes. “Le expreso mi disconformidad con el tono conminatorio y un tanto insolente de la carta que como CEO de Ryanair [por Eddie Wilson] me envió el pasado 21 de enero”, expresaba Puente.
El ministro invita a la compañía a “replantearse su posición para seguir trabajando juntos y regresar al statu quo ante, es decir, la situación previa al anuncio de Ryanair de reducir las 800.000 plazas”. Para el exalcalde de Valladolid sería “una muestra de buena voluntad que propicie una futura reunión en el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible”. Pero más que una llamada a la paz, la carta de Puente está plagada de contraargumentos y algunas advertencias y reproches. Para empezar, recuerda al líder de los cielos europeos que “la política de transportes y de infraestructuras de nuestro país la define exclusivamente el Gobierno de España y está al servicio del interés general y no del interés particular de empresas concretas; y esta no puede estar sometida a presiones ni imposiciones de ninguna línea aérea”.
El enfrentamiento abierto entre el Gobierno y la aerolínea que más pasajeros mueve en Europa lejos de apaciguarse se ha intensificado con otro frente. El presidente, Michael O´Leary llamaba “loco comunista” al ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, tras la multa de 167 millones a esta y otras aerolíneas por cobrar por el equipaje de mano. Ante la sanción, Ryanair ha dicho que si tiene que hacer ese desembolso millonario subirán los billetes de sus vuelos a los pasajeros.
Mientras se produce este choque en España con Aena y el Gobierno, Ferrovial ha decidido salir del negocio aeroportuario británico, donde Ryanair tiene una posición destacada. El objetivo de la firma presidida por Rafael del Pino ha sido monetizar y lograr plusvalías por activos maduros para centrar sus esfuerzos inversores en EE UU. La compañía ya tiene una posición destacada en el aeropuerto JFK de Nueva York.