OHLA ata los apoyos para su ampliación de 150 millones a la espera de los acuerdos con la banca
La constructora confirma la entrada de José Elías y Andrés Holzer para enjugar sus compromisos de deuda
La constructora OHLA ha cerrado las negociaciones que anunció a principios de agosto para asegurarse una ampliación de capital de hasta 150 millones que dé oxígeno a una empresa acuciada por sus compromisos de deuda. Esta mañana ha confirmado el apoyo del propietario de Audax Renovables, el empresario español José Elías, del mexicano Andrés Holzer, vinculado al sector inmobiliario en su país, y de la propia familia Amodio, mayoritaria en el capital y en el consejo de la compañía. Lo que entonces eran acuerdos de intenciones ahora son compromisos de inversión vinculantes, según ha comunicado esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El futuro de OHLA queda pendiente de lo que diga la banca respecto a estos apoyos definitivos y la liberación de garantías dinerarias que sostienen el crédito sindicado de la compañía. Los bonistas, por su parte, exigían que se concretaran las condiciones. Con estos últimos se trata la ampliación del vencimiento de bonos por 206 millones el próximo mes de marzo, así como el coste de esa deuda, con un interés hoy superior al 9%.
La recapitalización consiste en un primer aumento de capital social con exclusión del derecho de suscripción preferente a los accionistas por 70 millones de euros a un precio máximo de emisión de 0,25 euros por acción. A ello se suma otro aumento de capital social posterior por 80 millones en el que OHLA sí otorga derecho de suscripción preferente a sus partícipes. El precio de emisión vuelve a ser de 0,25 euros por título. José Elías acude a la primera ampliación de capital, y previsiblemente a la segunda, a través de la empresa Excelsior Times y con 50 millones de euros encima de la mesa. La Inmobiliaria Coapa Larca, de Andrés Holzer, aportará 25 millones en el aumento sin derecho de suscripción. Finalmente, los hermanos Amodio, completan la operación con otros 26 millones de euros para no perder excesivo peso en el accionariado.
“En todos los casos, la ejecución de los compromisos de inversión de los Inversores (y por consiguiente, el compromiso de inversión de los accionistas Amodio) está condicionada a que la sociedad alcance un compromiso vinculante con los bancos de referencia de la sociedad y con los titulares de los bonos emitidos”, añade la constructora en la comunicación de este martes. A este respecto, OHLA busca “alcanzar entre otros acuerdos, la liberación de la pignoración de caja (cash collateral), la extensión de las líneas de avales, la extensión del segundo plazo de los Bonos OHLA que vence en el ejercicio 2026 y el coste de la deuda”.
El presidente y vicepresidente, Luis Amodio y Mauricio amodio, respectivamente, superarán los 100 millones de euros invertidos, desde su entrada con la compra del 26% a Juan Miguel Villar Mir, y se mantendrán como primeros accionistas. Se da por descontado que los nuevos entrantes tendrán representación en el consejo. La inyección de capital en la constructora también debe pasar por una junta extraordinaria de accionistas.
La urgencia de caja en OHLA responde a próximos vencimientos de deuda: 60 millones de euros en créditos bancarios tras el verano y los referidos 206 millones en bonos el próximo mes de marzo. La constructora tiene contratado al banco de negocios Houlihan Lokey como asesor en las negociaciones con los bonistas, mientras que estos cuentan con el consejo de PJT Partners. A estos acreedores ya se les ha pedido el aplazamiento del pago del cupón hasta que esté resuelta la ampliación de capital y la entrada en caja de los citados 150 millones. Los bonistas están votando la petición de ayuda de OHLA hasta este jueves, después de una prórroga anunciada ayer.
El grupo que lidera la familia mexicana Amodio concluyó el primer semestre con unas pérdidas de 34 millones, frente al beneficio de 600.000 euros anunciado en el mismo periodo de 2023. Si en el primer trimestre se achacó el resultado negativo de 4,7 millones al coste de arrancar nuevos proyectos, ahora también pesan los tipos de cambio adversos en mercados como Colombia y Chile. Hace un año la compañía se apuntaba 10 millones por el efecto de las divisas y ahora restan tres millones al resultado neto. Además, se ha contabilizado un impacto de 8 millones por el acuerdo alcanzado con el fondo IFM por dos litigios relacionados con concesiones en Colombia y Perú. Esa cifra se integra en un pago total de 74 millones de euros hasta 2030.