El liquidador deja a cero el valor de las acciones de Codere en manos de los minoritarios
También anula el valor de los ‘warrants’ que fueron entregados a los accionistas de Codere SA, dueña del 5% del holding actual, que les permitía beneficiarse de una futura venta
Cero euros. Ese es el valor que tienen en la actualidad las acciones del grupo Codere que están en manos de sus inversores minoritarios, cuya participación en la compañía de juego quedó fuertemente diluida tras la reestructuración acometida a finales de 2021 ante su grave situación financiera.
Aquella operación tuvo una doble derivada. Por un lado, la creación de una nueva estructura societaria en Luxemburgo encabezada por la holding Codere New Topco, a la que se transfirieron todos los activos afectos a la operativa del negocio, y de la que los bonistas tomaron el 95% del capital; y por otro, la exclusión de Bolsa y progresivo desmantelamiento de la antigua cabecera, Codere SA, cuyos accionistas pasaron a tener apenas el 5% del capital del nuevo grupo, junto a unos warrants (opciones de compra o venta a plazo) que les fueron entregados tras el proceso. Entre esos inversores estaban los fondos que hasta ese momento controlaban la compañía, Silver Point y M&G; los fundadores, los hermanos Martínez Sampedro; pero también centenares de accionistas particulares que asumieron importantes pérdidas.
Estas son ahora mayores, puesto que el valor de ese 5% es nulo. Así lo muestran las cuentas de 2023 de Codere SA, formuladas por su liquidador y a las que ha tenido acceso ese periódico. Una participación que, a 31 de diciembre de 2021, contaba con un valor razonable de 14 millones de euros. Un año después ya bajó a 4,3 millones, y ahora ha quedado a cero tras un nuevo deterioro.
Para hacer esta estimación, el liquidador toma los mismos criterios que usaron expertos independientes en un primer momento: el valor total de la nueva cabecera luxemburguesa, contando cada una de sus geografías y negocio online; y una estimación de sus fondos propios.
Lo mismo ocurre con los warrants. Los accionistas de Codere SA recibieron estos instrumentos financieros, con los que podían llegar a controlar el 15% del capital de la matriz luxemburguesa bajo algunos condicionantes: que el valor del capital de esta llegase a 220 millones de euros, y que en el plazo de 10 años se produjese una salida a Bolsa o una venta o fusión del grupo.
En 2021, estos warrants se registraron con un valor de 21,3 millones. Ahora también han quedado a cero. “Actualizada la valoración de Codere New Topco SA por un experto independiente y considerando improbable alcanzar un valor del capital superior a 220 millones de euros, a 31 de diciembre de 2023 se ha decidido dejar el valor neto contable de la inversión en 0 euros”, dicen las cuentas del liquidador.
Proceso de liquidación
La tarea de este consiste en tasar los activos de la compañía y, llegado el caso, proceder a su reparto entre los socios una vez concluido el proceso. Este se inició el 10 de diciembre de 2021, y está cerca de llegar a tres años. Si se llega a ese plazo, la ley de sociedades de capital permite a los accionistas pedir el nombramiento de un nuevo liquidador.
A 31 de diciembre de 2023, el activo total de Codere SA apenas llegaba a un millón de euros, tras el deterioro del valor de las acciones y los warrants. En 2021 era de 46,1 millones. La mayor parte de ese activo consistía en 759.000 euros de tesorería, un millón menos que en 2022. La compañía abonó 237.000 euros como honorarios del liquidador, y destinó otros 324.000 en concepto de primas de seguros y servicios bancarios. Codere SA, aunque está en liquidación, tiene suscrita una garantía de responsabilidad sobre sus antiguos administradores y consejeros por hasta 20 millones para sufragar las posibles consecuencias de los litigios que mantienen abiertos. También pagó 46.000 euros entre sueldo y cotizaciones por su única empleada, otros 44.000 en impuestos o 43.000 más a su auditor, PKF Attest, que incluye un párrafo de énfasis sobre la anulación del valor de las acciones.
Los deterioros y la situación con la que ha quedado el balance dejan a los accionistas de Codere SA en un escenario de más que improbable cobro cuando se complete la liquidación de la empresa. El valor nominal de sus títulos, además, es de apenas 0,5 euros.
Nueva reestructuración
Codere está en vía de una reestructuración financiera aún mayor que la de 2021, con la intención de que sus acreedores capitalicen los casi 1.100 millones de deuda que tiene el grupo, con lo que ese 5% actual se volatilizará. Desde la compañía de juego no se aclara si la negociación incluye algún tipo de solución para estos inversores.
“Invertí en Codere en 2016, cuando valía 2.000 millones de euros y patrocinaba al Real Madrid”, explica un pequeño accionista entró en el grupo ante las expectativas de crecimiento del sector de las apuestas online. Desde entonces invirtió algo más de 40.000 euros. “La guerra de los Martínez Sampedro y los fondos hundió la empresa. Los acreedores se la han quedado, pero sigue funcionando y nosotros lo hemos perdido todo”.
Este accionista cifra en unos 400 los inversores particulares en su misma situación, aunque en contacto solo en grupos de WhatsApp. Estos han descartado emprender la vía judicial para impugnar las juntas de accionistas que validaron los acuerdos que llevaron a la situación actual del grupo, debido a los elevados costes que acarrearía hacer frente a unas potenciales costas.
Otra opción planteada es la de adherirse a alguno de los múltiples pleitos que han puesto en marcha los fundadores, los hermanos Martínez Sampedro, aunque hasta ahora ninguna ha prosperado. Estos tienen hasta siete litigios contra Codere o sus antiguos administradores.
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