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Stellantis presiona por más ayudas con el 41% de la producción de coches de España en juego

El grupo no quedó satisfecho con los fondos que obtuvo del Perte VEC II para su planta de baterías. Está pendiente de saber las ayudas con las que contará para su plataforma STLA Small

Stellantis Gráfico
Belén Trincado Aznar
Manu Granda

Stellantis produjo en 2023 el 40,9% de los coches que salieron de las fábricas españolas. En total, fueron poco más de un millón de vehículos ensamblados entre sus factorías de Vigo, el mayor centro de producción de España, que se encarga de hacer todas las furgonetas pequeñas del grupo y el exitoso Peugeot 2008; Figueruelas (Zaragoza), que hace modelos como el Opel Corsa y el Peugeot 208; y Madrid, que hace el Citroën C4. Sobre estas tres fábricas se ha posado un interrogante a futuro: la compañía quiere hacer dos grandes inversiones en el país, que en conjunto sumarían en torno a 4.000 millones de euros, pero está a la espera de obtener todos los fondos públicos posibles de los Perte del motor.

Una de esas inversiones es la instalación en España de la plataforma de producción STLA Small, que es sobre la que se harán los futuros coches eléctricos pequeños y compactos que saque el grupo a partir de 2025. Esta llegaría a Vigo y Zaragoza (Madrid queda fuera, de momento), como adelantó CincoDías en septiembre, y conllevará una inversión de 1.000 millones.

Por ello, el grupo presentó el proyecto al Perte del Vehículo Eléctrico (Perte VEC) II, que tenía dos líneas de ayudas, la de proyectos de baterías y la de cadena de valor. La STLA Small se presentó a esta última, la cual se esperaba que estuviese resuelta en diciembre, pero a pocos días de terminar enero aún no se ha concedido ninguna ayuda. Fuentes de Industria explican que “no hay una fecha prevista aún, pero es una cuestión de semanas” para que empiece a publicarse la concesión de las ayudas.

Esto genera nerviosismo en Stellantis, que ya ha presentado las plataformas hermanas de esta, la Medium (para los segmentos C y D) y la Large (para vehículos de mayor tamaño y se estrenará primero en EE UU con marcas como Dodge y Jeep). Solo faltan la mencionada Small y la Frame, dedicada a pickups y los SUV más grandes. La Small debería empezar a funcionar en 2025, que es cuando comenzarán a llegar los modelos destinados a esta.

Planta de baterías

La llegada de la STLA Small va atada a su vez a la otra gran inversión que prepara Stellantis para España, que es la construcción de una planta de baterías en Zaragoza, la cual acarreará un coste de unos 3.000 millones. Esta gigafactoría fue presentada a la línea de baterías del Perte VEC II bajo el nombre de Proyecto Antares, con un resultado decepcionante para la automovilística, que recibió mucho menos dinero del que esperaba, unos 55,86 millones. La cifra se queda pequeña comparada con los 300 millones (200 en subvenciones y 100 en préstamos) que recibió la china Envision para su planta de baterías en Navalmoral de la Mata, aunque esta podía aspirar a más porque la configuración del Perte VEC II prevé más ayudas para aquellos proyectos que se hagan en zonas poco industrializadas. Stellantis podría aspirar a un máximo de 200 millones para la gigafactoría (la cantidad que puede recibir la STLA va aparte, pero es un volumen muy inferior). Para llegar a a esa cantidad, la automovilística espera impaciente el Perte VEC III, que el ministro de Industria, Jordi Hereu, prometió que se presentaría en el primer trimestre de este año.

Dicho Perte contará con 1.250 millones, pero solo 250 millones serían ayudas directas y el resto préstamos. Stellantis está interesado sobre todo en las ayudas directas, algo por lo que tendrá que competir con otros grandes proyectos que se quedaron fuera de los dos primeros Perte, como es el caso de la eslovaca InoBat, que quiere levantar una gigafactoría en Valladolid. Podrían sumarse otras automovilísticas como Renault.

La compañía del rombo a día de hoy no hace eléctricos en España, país para el que ha reservado la producción de híbridos. En más de una ocasión, el fabricante galo ha insinuado que una vez llene de eléctricos sus plantas del norte de Francia, que tienen una capacidad para 400.000 coches eléctricos anuales, España sería la siguiente en comenzar a fabricar eléctricos para el grupo. Esto tendría que pasar en la segunda mitad de la década, si Renault quiere cumplir con su objetivo de vender un millón de vehículos eléctricos al año, y para ello tendría sentido que se presente al Perte VEC III.

El viernes, el presidente de Renault España, Josep Maria Recasens, se reunió con Hereu en la sede del Ministerio para hablar de “los proyectos industriales de Renault”. En el encuentro, el ministro le trasladó a Recasens la voluntad del Gobierno de “impulsar proyectos que permitan al país avanzar en la transición industrial al coche electrificado”.

Diálogo fluido

Las fuentes consultadas señalan que el diálogo entre Stellantis y el Ejecutivo “es bueno y fluido”, pero la compañía tiene prisa en saber ya con qué fondos contará. Si bien el grupo tiene claro que quiere realizar estas inversiones en España, ya que las plantas nacionales son de las más productivas de la compañía, Carlos Tavares, consejero delegado de Stellantis, aseguró en la presentación de la STLA Large que está a la espera de “las subvenciones adecuadas” por parte del Ejecutivo.

España tiene una buena posición como segundo productor automovilístico europeo y octavo del mundo, pero tiene varios competidores que podrían pujar eventualmente por quedarse con estas inversiones. Portugal, que tiene una planta del grupo en la localidad de Mangualde, también optaba en un principio a la planta de baterías, ya que Tavares había señalado que la gigafactoría se levantaría en la Península Ibérica. Esta opción, sin embargo, siempre estuvo muy por detrás de España, que cuenta con una capacidad productiva incomparable a la portuguesa.

Otro posible competidor sería Marruecos, un país que tiene por objetivo convertirse en un actor importante en la industria del automóvil. Allí, Stellantis anunció en noviembre de 2022 una inversión de 300 millones para duplicar su capacidad de producción en la fábrica de Kenitra hasta las 400.000 unidades anuales (un volumen superior al de, por ejemplo, Figueruelas en 2023). Por su parte, Hungría, otro país con bajos costes laborales se quedó con la primera fábrica que la china BYD levantará en Europa, donde prevé ensamblar unos 200.000 coches anuales.

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Sobre la firma

Manu Granda
En la actualidad cubre la industria del automóvil en la sección de Empresas. Previamente pasó por el área de Economía, donde escribió de laboral. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.
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