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Marruecos refuerza su tejido industrial para competir con España en la producción de coches

Stellantis duplicará su capacidad allí y Renault ensambla la marca Dacia

El Peugeot 208 de combustión se ensambla en Marruecos.
El Peugeot 208 de combustión se ensambla en Marruecos.Sjoerd van der Wal (Getty Images)
Manu Granda

Marruecos quiere sentarse en la mesa de los mayores del sector del automóvil. Si bien el país norteafricano aún ensambla pocos vehículos en comparación con una potencia del motor como España (noveno productor mundial y segundo de Europa), Marruecos está atrayendo inversiones de grandes grupos automovilísticos y fabricantes de componentes. Uno de ellos, Stellantis, el mayor productor de coches de España con tres fábricas nacionales, anunció en noviembre que duplicará su producción en el país africano con una inversión de 300 millones de euros en la planta de Kenitra (inaugurada en 2019), en el norte de Marruecos.

Esta planta hace el Peugeot 208 de combustión, mientras que para España quedará el 208 eléctrico, que se hará en Zaragoza, una versión con menos volumen (se venden pocos eléctricos aún) y con menos carga de trabajo que la de combustión. Con esta inversión, Stellantis planea hacer 400.000 coches anuales y 50.000 unidades de lo que el grupo denomina “objetos de movilidad” eléctricos, que son el Citroën Ami y Opel Rocks-e, dos vehículos pequeños con espacio para dos ocupantes.

La otra gran automovilística presente en el país es Renault, la cual ensambla en Marruecos los Dacia Sandero, Sandero Stepway y Logan en las fábricas de Casablanca y Tánger (abierta en 2012). El mencionado Sandero es un modelo de éxito para la marca de origen rumano, siendo uno de los más vendidos en España durante años. En los tres primeros meses de 2023, el Sandero fue el segundo coche más vendido en nuestro país, con 6.595 unidades, solo por detrás del Seat Arona.

El grupo Renault afronta ahora un profundo proceso de reorganización de su negocio con la división de sus actividades de coches de combustión (que se llamará Horse) y eléctricos (que se denominará Ampere). Renault asegura a CincoDías que Horse no tiene entre sus planes a Marruecos y que su actividad se centrará en Latinoamérica, España, Rumanía, Portugal y Turquía. “Renault no planea aumentar su producción en Marruecos ni llevar más modelos a corto plazo”, indica la empresa.

Ambiciosos objetivos

El gobierno marroquí se ha puesto como objetivo ensamblar dos millones de coches anuales en 2030, según dijo el ministro de Industria de ese país, Ryad Mezzour, en diciembre. Es una marca ambiciosa si se tiene en cuenta que el país produjo en 2022 unos 464.864 coches, lo que supone un crecimiento del 17,8% respecto a la prepandemia, según datos de OICA, la Organización Internacional de Constructores de Automóviles. Una de las ventajas del país norteafricano en comparación con países europeos es que no tienen límites en las concesiones de ayudas como las que impone Bruselas. “Cuando vamos allí, nos ponen una alfombra roja”, señala una fuente de un fabricante.

Según datos del ministerio de Industria, Comercio y Turismo, los intercambios comerciales con Marruecos en el ámbito del automóvil se han disparado en la última década. Desde 2012, las ventas a Marruecos de coches y componentes se incrementaron un 292%, hasta los 1.743,7 millones de euros en 2022. Por su parte, las compras de componentes y vehículos a Marruecos se multiplicaron un 789,8% en ese periodo, hasta los 743,5 millones.

La mayor parte de estos intercambios comerciales fueron de componentes del automóvil. En Marruecos se asentaron en los últimos años compañías españolas como Gestamp, Antolin o Teknia. La primera anunció su entrada en el país en 2018, a través de una joint venture con el fabricante local Tuyauto. Ambos levantaron una planta junto a la fábrica de Stellantis en Kenitra.

Antolin, por su parte, tiene dos plantas en Tánger. En esta última ciudad también tiene una factoría la española Teknia, levantada en 2018 sobre 2.700 metros cuadrados de terreno. Ficosa, también española, anunció en 2018 su arribo al país vecino con una inversión de 50 millones para levantar una fábrica de 12.000 metros cuadrados. Allí, la compañía instaló su centro de excelencia en cámaras e informó que desarrollaría y produciría sistemas de visión de alta complejidad “cruciales” para el coche del futuro.

Otros fabricantes de componentes, como la canadiense Magna, o la china Citic, que fabrica llantas de aluminio, también se han asentado en los últimos años en Marruecos. Precisamente las compañías chinas pueden ser un puntal de crecimiento en el sector del automóvil para el país vecino. En los últimos años, Europa ha visto cómo diversas automovilísticas provenientes del gigante asiático han desembarcado en los mercados del Viejo Continente para competir con las marcas tradicionales. Si bien todavía tienen una cuota de mercado pequeña en Europa (MG, la que más crece en España, no llega al 2%), cuando tengan un volumen suficiente, Marruecos puede postularse como un lugar atractivo para la producción de coches que luego sean vendidos al Viejo Continente.

El gran objetivo de Marruecos: atraer una planta de baterías

M. G.

Hacer todo tipo de coches. El Ejecutivo marroquí no solo quiere atraer la producción de vehículos de combustión, ya que es consciente de que Europa prohibirá la venta de este tipo de coches a partir de 2035 (con la excepción de los vehículos que usen combustibles sintéticos de cero emisiones, una tecnología poco desarrollada aún). Por ello, quiere propiciar la llegada de vehículos eléctricos a sus fábricas que, a día de hoy, son netamente exportadoras, como también lo son las factorías españolas. Para conseguirlo, sería clave la instalación de plantas de baterías en el país. Mezzour señaló el año pasado que el país estaba manteniendo conversaciones con varias empresas para conseguir una planta de baterías para Marruecos.


España ya se aseguró varias plantas. Al contrario que Marruecos, nuestro país se ha asegurado ya varias plantas de baterías. La más grande es la que el grupo Volkswagen levantará en Sagunto (Valencia), que tendrá una capacidad de 40 GWh, ampliables a 60 GWh, la cual suministrará celdas de baterías a las plantas de producción de coches de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra). Envision también construirá una gigafactoría en Cáceres, con 30 GWh, que se sumará a la de Badajoz de Phi4tech (10 GWh) y Basquevolt en Vitoria (10 GWh).

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Sobre la firma

Manu Granda
En la actualidad cubre la industria del automóvil en la sección de Empresas. Previamente pasó por el área de Economía, donde escribió de laboral. Como 'freelance', cubrió la temporada de incendios del verano 2019-2020 en Australia para EL PAÍS. Es graduado en periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y cursó el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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