El desplome en Bolsa de Grifols presiona a la familia para refinanciar su deuda
La sociedad patrimonial, Scranton Enterprises, tiene un préstamo de 100 millones referenciado al precio de la acción
El desplome de Grifols de ayer en Bolsa –que llegó a ser del 43,12%, pese a que se quedó en el 25,91% al cierre de la sesión– eleva de nuevo la presión sobre el 8% que la familia catalana ostenta a través de la sociedad Scranton Enterprises. Esta patrimonial cuenta con un préstamo de 100 millones con el Banco Santander respaldado por sus participación en el grupo farmacéutico. El desplome de la compañía en Bolsa supone obligar a la familia o bien a refinanciar este crédito con la banca o arriesgarse a perder sus acciones.
La aciaga jornada en Bolsa de Grifols ayer recordó a la familia catalana a algunas duras jornadas de hace más de un año, a finales de 2022. La compañía marcó entonces mínimos de 2012 y llegó a cotizar a 8,8 euros. Este nivel estaba por debajo del valor de la acción al que estaba referenciado el préstamo de Scranton, lo que forzó a los Grifols a renegociar las condiciones de este préstamo con la banca para salvar sus acciones en la farmacéutica, según indican fuentes financieras.
Los inversores presionaban a la firma especializada en el negocio del plasma sanguíneo para que redujese su elevado endeudamiento y mejorase su negocio y así subir en Bolsa. Encima de la mesa llegó a estar incluso recurrir a un fondo de capital riesgo que apoyase una ampliación de capital y tomase en torno a un 20% del capital. Finalmente la compañía optó por poner en marcha un plan de mejoras operativas junto a ventas de unidades de negocio con las que recabar efectivo y recortar la deuda.
El mercado bendijo el plan y la acción fue recuperando vuelo. Desde los mínimos de octubre de 2022 hasta el cierre del lunes subía un 50%. En este tiempo los Grífols consiguieron mejorar las condiciones de su préstamo y, con la subida en Bolsa, despejaron el yugo sobre sus acciones.
Estos temores volvieron ayer a florecer. El precio de la acción de Grifols se derrumbó hasta los 8,1 euros, incluso por debajo del nivel de finales de 2022 y profundizando esos mínimos de 2012. Cerró a 10,55 euros por título.
Esto hace que la familia catalana vuelva a temer por la evolución en Bolsa de Grifols. Según indican fuentes financieras, el castigo bursátil de ayer provocó que la acción pusiese en jaque el nivel pactado hace meses por la familia y la banca por debajo del cual los Grifols pueden perder sus acciones de la empresa.
Las fuentes consultadas apuntan a que la solución de esta situación no será dramática. De un lado, son muchos los bancos dispuestos a financiar a la compañía y a sus fundadores, pese a las acusaciones de Gotham City. Del otro, nada parece señalar que Santander actuará presionado por los nervios y adoptará una solución demasiado tajante.
Todo este escenario se produce mientras la propia Grifols empieza a plantearse la refinanciación del pasivo de todo el grupo. La compañía afronta el vencimiento en 2025 de dos bonos por 2.000 millones.
El mercado espera que mueva ficha. Fuentes financieras apuntan a que algunos bonistas están contactando con asesores que les representen en una eventual negociación. Por el lado de Grifols, su postura pasa por replicar la venta de su 20% en su negocio chino (por el que obtuvo 1.600 millones) con su filial de diagnóstico o con otros activos para llenar la caja y entonces afrontar su nueva estructura de capital.
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