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El telescopio James Webb encuentra agua en un cometa, y es todo un misterio

Este es un hallazgo muy importante de cara al futuro

Cometa en el cielo
Unsplash
Iván Martín Barbero

El telescopio espacial James Webb acaba de realizar su segundo descubrimiento destacado en tan solo dos semanas, y del que estamos hablando es de lo más relevante. Los investigadores han utilizado la cámara de infrarrojo que existe en el observatorio para detectar vapor de agua alrededor de un cometa (en el cinturón principal de asteroides). Todo un logro que no está exento de misterio y que tiene una gran importancia de cara al futuro.

Los científicos creían que los cometas podían conservar hielo relativamente cerca del Sol, algo que hace tiempo supuso un punto de inflexión en su consideración como elemento importante en las investigaciones a futuro, pero no tenían evidencia sólida hasta ahora. En general, se esperaba que los cometas de los que hablamos se encontraran en el Cinturón de Kuiper o la Nube de Oort, ambos lo suficientemente alejados del Sol como para que el hielo perdurara. Pero hay novedades al respecto con el hallazgo.

Posible cambio de paradigma gracias al James Webb

La nueva información que se ha conocido tiene una consecuencia: existe un nuevo enigma. Mientras que el dióxido de carbono normalmente representa el 10 por ciento del material potencialmente vaporizable en un cometa, los instrumentos de telescopio no detectaron ningún rastro de este en el cometa del que hablamos (que tiene por nombre Read). El grupo de investigación especula que este se disipó a lo largo de miles de millones de años, o que Read se formó en una parte comparativamente cálida del Sistema Solar que no tenía los elementos para que se formase CO₂. El caso es que por ahora nada se sabe al respecto.

Cometas árboles
Unsplash

El cometa Read fue uno de los primeros cuerpos utilizados para establecer la categoría de cometas del cinturón principal y, hasta la fecha, tenía algunos misterios. Gracias al telescopio James Webb, que es el primer equipo lo suficientemente potente como para estudiar estos cometas en detalle, se ha conocido la sorpresa de tener vapor de agua donde se creía que no era posible (por poner un ejemplo).

El trabajo únicamente acaba de comenzar

Serán necesarias más observaciones para comprender si la falta de CO₂ en Read es una casualidad -o si se comparte con otros cometas del cinturón principal-. Ya sea que lo sea o no, Stefanie Milam, que es parte del equipo de científicos, sugiere que una misión de recolección de muestras podría ser útil para aprender más sobre cometas como este. Sería ciertamente más práctico que otras misiones, dado que el Cinturón de Kuiper comienza aproximadamente en el límite de la órbita de Neptuno, mientras que la Nube de Oort se encuentra a aproximadamente dos años luz de distancia. Veremos qué nos depara el futuro y si este hallazgo puede tener implicaciones para la carrera espacial.

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