El día después de FTX: las heridas no dejan de sangrar
Grandes fondos de inversión, plataformas de criptoactivos, miles de inversores y numerosos famosos quedan perjudicados por una quiebra que cuestiona el futuro de la industria. La esperanza está ahora en los reguladores, que pasan de villanos a salvadores.
La novelista británica Virginia Woolf afirmaba en 1924 que una buena novela no necesita tener trama, ni final feliz ni tratar sobre gente simpática, solo requería hacer pensar o sentir al lector. La desaparición de al menos 1,85 billones de euros en criptoactivos en los últimos seis meses, según recopila Bloomberg, también es garantía contra la indiferencia.
Sam Bankman-Fried, el criptogurú fundador de FTX ahora caído en desgracia, presentó el 5 de enero una demanda contra el proceso de bancarrota de su propia empresa. Reclama más de 464 millones de euros para pagar los costos de su defensa ante los tribunales estadounidenses, de cara al juicio previsto para octubre de este año.
Los meses previos a la querella judicial estarán llenos de curiosidades de la gestión de FTX, caracterizada por la ausencia total de controles y buenas prácticas. La convivencia en Bahamas entre los altos cargos del exchange, donde ellos mismos aseguran que exploraban el poliamor, parece haber dejado algunos asuntos pendientes entre los hasta entonces amigos. Esto no pasó desapercibido para las autoridades: la fiscalía estadounidense ya firmó acuerdos de cooperación con Gary Wang y Caroline Ellison, las exmanos derechas de Bankman-Fried.
Pero los investigadores enfrentan también desafíos en su propio terreno. La estructura inviable de FTX, compuesta por 134 entidades en 27 jurisdicciones, obliga a una coordinación que el débil y poco regulado criptouniverso aún desconoce. Del lujo de Nueva York a Zuma, una plataforma enfocada en las comunidades rurales de Nigeria, todo está manchado por la caída del que fuera el quinto exchange más grande del mundo. El principal conflicto estuvo entre las autoridades de EE UU y Bahamas por la gestión de los bienes. La capitulación de David contra Goliat evitó el giro bíblico, pero sí generó esperanza en los usuarios, que buscan recobrar parte de sus ahorros gracias al músculo de Washington. Los nuevos gestores de FTX afirman haber recuperado activos por 4.600 millones.
Los verdaderos gigantes aún permanecen en silencio. Los grandes inversores como Softbank, BlackRock, Sequoia y Temasek, quienes participaron en las siete rondas de inversión de FTX que alcanzaron los 1.644 millones de euros, han intentado mantenerse fuera del foco mediático. Sin embargo, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EE UU ha enviado a estos colosos preguntas a comienzo de año sobre sus procesos de due diligence y cómo los mismos funcionaron a la hora de invertir en las criptoplataformas.
“La fortuna favorece a los valientes”, anunciaba el actor Matt Damon en un anuncio del 2022 de la firma Crypto.com. La convivencia entre grandes estrellas y las criptoplataformas va más allá de FTX, pero encuentra en la caída firma su mayor ejemplo.
Lujo y fama
La leyenda del fútbol estadounidense Tom Brady, su ahora exesposa Gisele Bundchen, y la estrella de la NBA Stephen Curry deberán sentarse en el banquillo de los acusados por haber publicitado los servicios de FTX. Pero el drama va un paso más allá: además de haber prestado su imagen, los criptoactivos bloquean el divorcio entre Brady y Bundchen, ya que en conjunto cuentan con casi 1,8 millones de títulos en la plataforma, actualmente en pleno proceso de reestructuración.
Pero el fin del amor no se limita solo a las parejas de famosos o ejecutivos. El mundo de las plataformas estaba regado de firmas que trabajaban a la par y complementaban sus servicios pero sin límites claros. Es el caso de la alianza entre Genesis y Gemini. La primera ofrecía préstamos en activos digitales a los usuarios de Gemini, una plataforma de compra y venta de tokens. En conjunto, ofertaban un programa de beneficios para sus clientes que ofrecía un 8% de ganancia anual. Ahora, a ambas firmas se les reclama el paradero de 836 millones de euros en depósitos, mientras la SEC acusa a ambas por la venta de activos no registrados.
Toda historia, ya sea en la Bolsa o en la literatura, necesita de creyentes que confien que el momento más oscuro es justo antes del amanecer.
Los optimistas
Binance, la plataforma líder del sector, confía que la consolidación del criptouniverso tras la caída de decenas de empresas, le permita continuar creciendo. Changpeng Zhao, el CEO de la firma, planea aumentar su plantilla un 30% durante 2023. Del otro lado, al menos siete compañías del sector anunciaron más de 2.000 despidos en las primeras dos semanas del año. El optimismo sigue siendo cuestión de fe: Zhao repite frecuentemente que su compañía es “muy rentable”, aunque evita dar precisiones.
Las últimas diez jornadas al alza parecen señalar que la ilusión tampoco está perdida por parte de los usuarios. La duda es si los reguladores compartirán el mismo sentimiento positivo a la hora de despejar la trama a futuro y brindar certezas al sector.
Despecho y reclamos en redes sociales
Ascenso. Tyler y Cameron Winklevoss, los gemelos que se hicieron famosos por su batalla legal contra Mark Zuckerberg por la idea original que dio lugar a Facebook, encontraron, irónicamente, en los criptoactivos su sitio seguro. Los gemelos apostaron su fortuna en la plataforma Gemini. Su punto fuerte era el programa de beneficios Earn, que desarrollaban junto con la firma Genésis, por el que 340.000 usuarios recibían un retorno del 8% anual por sus ahorros.
Caída. La crisis de FTX generó que Genesis bloqueara los reembolsos, ya que tenía una exposición por más de 170 millones de euros en activos administrados por Bankman-Fried. Esto impactó directamente en los usuarios de la plataforma liderada por los Winklevoss, que aún esperan la devolución de 836 millones de euros en ahorros retenidos. Sin embargo, la deuda total de Genesis llega a más de 2.700 millones de dólares, según calculos del Financial Times.
¿Resurrección?. Los gemelos apostaron por la atención mediática. A través de dos cartas públicas colgadas en Twitter, han denunciado a sus antiguos socios de fraude y estafa, a la vez que llamaban a remover al CEO de la compañía.