BBVA abre el mercado español de bonos con 1.000 millones en un día de avalancha de emisiones
El arranque de año marca un récord en emisiones sénior no preferente en euros
BBVA es un habitual en las inauguraciones del mercado de deuda en España en los arranques de ejercicio. Y en este 2022 el banco que preside se va a apuntar ese tanto, al haber abierto libros para colocar 1.000 millones en deuda no preferente a siete años . El apetito mostrado por los inversores quedó reflejado en la demanda que alcanzó los 1.900 millones. Esto permitió a la entidad rebajar el coste de emisión. La operación partía con un diferencial de 105 puntos básicos sobre midswap (tipo de interés libre de riesgo) y se cerró con un spread de 82 puntos básicos. La emisón forma parte del plan previsto para 2022 que entre deuda senior no preferente y deuda preferente que incluye operaciones por un importe total que oscila entre los 2.000 y 3.000 millones de euros.
Los bancos que están pilotando de BBVA la colocación son IMI, el área de banca de inversión de Intesa Sanpaolo, Natixis, NatWest Markets, Nomura, Société Générale. El banco tiene una opción de compra (call) a los seis años de la emisión, y en caso de que no la ejerza el interés que pagará a los inversores se modificará hasta el euríbor a tres meses más el mencionado diferencial. La mayoría de los inversores que participaron en la emisión procedían de Francia (37%), Alemania y Austria (34%), seguidos de Reino Unido e Irlanda (9%), Italia (6%), España y Portugal (5%), Bélgica, Holanda y Luxemburgo (4%), Asia (3%) y Suiza (2%). Por tipo de inversor, han participado sobre todo gestoras de fondos (70%), aseguradoras (17%) y bancos (11%), entre otros. Es decir, una operación muy granulada y la primera senior no preferente en la que se incluye la opción de amotización anticipada.
BBVA emitió el año pasado 2.000 millones de euros en bonos, de manera que fue el cuarto banco español que más salió al mercado, después de Santander (6.154 millones), de CaixaBank (3.750 millones) y de Sabadell (2.250 millones).
El volumen de deuda bancaria en euros lanzada por entidades europeas cayó el año pasado un 3,9%, hasta los 500.794 millones, según datos de Dealogic. Los emisores financieros españoles adjudicaron 19.500 millones a través de 26 operaciones. Aunque el volumen emitido por bancos españoles cayó un 11%, ha habido mayor número de operaciones en el mercado, una señal de que el volumen medio por operación se ha reducido.
Entre los formatos de deuda vendidos destacaron los destinados a seguir construyendo los colchones de solvencia exigidos. Dentro de estos, los emisores se han mostrado especialmente activos en los formatos más subordinados (bonos contingentes convertibles y deuda Tier 2) y en menor escala la deuda sénior no preferente, como la que está vendiendo este miércoles BBVA.
Pero la actividad en el mercado de capitales no se limita a los nombres españoles. Dentro del sector financiero un puñado de firmas no han dudado en aprovechar las buenas condiciones del mercado para acelerar la captación de recursos en la que es la primera ventana del ejercicio. Junto a los precios atractivos, bancos y aseguradoras se afanan para sacar partido de la abundante liquidez que aún impera en las carteras de los inversores.
Commerzbank ha colocado otros 1.000 millones en deuda garantizada a 10 años. La operación se ha cerrado con una demanda superior a los 2.450 millones. El apetito mostrado por los inversores ha permitido estrechar el diferencial que ha pasado de los cuatros puntos sobre el mid swap (tipo de interés libre de riesgo) a situarse en -1 puntos básicos, lo que equivale a una rentabilidad del 0,315%.
Siguiendo con la banca, Crédit Agricole ha dado mandato a la banca para efectuar una emisión de doble tramo. Para la referencia a 10 años ha captado 1.000 millones en deuda sénior preferred mientras que en la colocación con vencimiento en 2028 y opción de compra al quinto la cantidad vendida ha alcanzado los 750 millones. BNP Paribas y Barclays se suman a la avalancha. La entidad gala busca una mayor diversificación y opta por una referencia denominada en dólares.
A diferencia de las entidades anteriores, BNP recurre a los bonos contingentes convertibles (cocos en la jerga) un tipo de deuda híbrida con opición de amortización al quinto año. El mayor riesgo de estos activos encaminados a reforzar el colchón de capital se ve reflejado en el precio. Los bonos pagarán un cupón del 4,75% frente al 4,875%-5% inicialmente previsto. Queda por conocer el importe. Por su parte Barclays ha vendido 1.250 millones en deuda sénior no preferente. El apetito mostrado por los inversores ha permitido a la firma rebajar el precio. La operación partía con diferencial de 105 puntos básicos sobre mid swap y se ha cerrado con un spread de 85 puntos. La demanda ha alcanzado los 3.200 millones.
Por su parte, Barclays se suma a BBVA y Crédit Agricole con la emisión de deuda sénior no preferente. Si por algo se está caracterizando este inicio de año es porque se trata de un arranque de ejercicio récord en lo que a emisiones financieras sénior no preferentes en euros se refiere, según lo apuntado por fuentes del mercado.
A los bancos se suma la aseguradora Axa con la colocación 1.250 millones en deuda con vencimiento en 2042 pero que incluye la opción de amortización anticipada al décimo año. Citi, Natixis, Bank of America, Deutsche Bank, Barclays y JP Morgan son las entidades encargadas de llevar a buen puerto la operación.
En el ámbito de la deuda pública, el Tesoro español ha realizado hoy su primera emisión de año. El organismo que dirige Carlos Cuerpo ha captado 5.680 millones en bonos y obligaciones, consiguiendo mantener las rentabilidades negativas para la deuda a tres años años (-0,383% frente al -0,511% de la subasta de septiembre) y pagando más por la referencia a 15 años (1,047%, frente al 0,979%). En deuda a siete años, el tipo de interés se ha situado en 0,129% mientras que para los bonos a 10 años indexados a la inflación la rentabilidad exigida ha sido del -1,695%, más negativo que el -1,376% previo.
Italia repite en el podio de emisión de deuda
Junto a España, Italia vuelve a repetir por segundo año consecutivo como el emisor soberano más activo. El objetivo que persigue el país transalpino es de fijar unos costes de financiación históricamente bajos en el inicio de un año que desde el primer momento está marcado por las presiones inflacionistas y las expectativas de la retirada de los estímulos monetarios. Para lograr este objetivo, Italia ha dado mandato a Barclays, BNP Paribas, Intesa Sanpaolo, Deutsche Bank y JP Morgan para la venta de un nuevo bono a 30 años en la que es la primera emisión de deuda sindicada del año.
Según la información recogida por Bloomberg, la guía de precios se encuetra sies puntos básicos por encima de la anterior referencia al mismo plazo. El importe adjuficado ha alcanzado los 7.000 millones en un operación en la que la demanda se ha situado en los 55.000 millones, menos de dos tercios a la emisión al mismo plazo realizada en octubre 2020, una señal inquívoca de que la demanda de deuda se ha desvanecido en comparación al apogeo que experimentó tras la puesta en marcha de las medidas de estímulo de los bancos centrales para mantener bajo control los costes de emisión.
A las dudas que genera el futuro de la política monetaria, en Italia se suma inestabilidad política. Aunque Mario Draghi ha logrado devolver algo de confianza al mercado, el apoyo del gobierno de coalición está disminuyendo. El expresidente del BCE ha insinuado que podría aceptar convertirse en el presidente del Gobierno si el parlamento lo elige en un proceso que comienza el 24 de enero. Si cambia de cargo, esto acortaría el mandato del ejecutivo y podría provocar elecciones generales anticipadas.
Entre emisores públicos y privados el importe adjudicado ha alcanzado los 18.930 millones.