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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

EEUU: 900.000 millones en ayudas como aperitivo del plan de 2021

El país necesita los fondos aprobados con el acuerdo de republicanos y demócratas, pero el verdadero paquete de estímulo llega el año que viene

La pasada noche del lunes al martes 22 de diciembre, el Congreso norteamericano (Cámara de Representantes y Senado) aprobó lo que muchos han llamado un nuevo paquete de estímulo, de 900.000 millones de dólares. Sin embargo, demócratas y republicanos, de acuerdo en sacar adelante esta iniciativa –cuando sea firmada por Trump, se convertirá en ley–, no quieren hablar de paquete de estímulo sino de “ayuda urgente a familias y negocios por covid-19”.

Ambos partidos han dejado aparcados, temporalmente, capítulos económicos que, durante meses de negociación, consideraron esenciales. De no haber cedido los republicanos en dejar fuera las peticiones de responsabilidad a negocios –durante la pandemia, se tomaron decisiones hoy consideradas polémicas y que podrían suponer juicios masivos (class-action lawsuits) que arruinarían las empresas– y los demócratas cedido en la financiación para estados y ayuntamientos, no habría habido acuerdo.

Republicanos, demócratas y Casa Blanca querían, inicialmente, un proyecto más amplio, con más dinero. Pero no había tiempo para aprobarlo antes de Navidad. Por eso, Joe Biden, presidente electo, dijo estar contento “con esta medida rápida para aliviar el sufrimiento de familias y empresas…, pero aún queda mucho por hacer”. Nancy Pelosi, líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes y Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, secundaron a Biden y apuntaron a un tercer paquete de estímulo –potente– para 2021, cuando Biden sea formalmente presidente. Ambos partidos han ayudado a Biden: se estrenará como presidente –como hizo Obama en 2009 con Recovery Act, para salvar la economía de la Gran Recesión- aprobando un New-New-New Deal de mayor alcance que la ayuda actual. Será favorable para Biden que, además, quiere sacar adelante leyes bipartisan, es decir, aprobadas por republicanos y demócratas, para unir el país.

La ayuda que ahora se pone en marcha no es menor: 900.000 millones de dólares para ayudar a empresas y familias. Y, además, 1,4 billones de dólares para financiar la actividad gubernamental hasta septiembre de 2021. Obama, con su paquete de estímulo económico, empleó 787.000 millones de dólares. Entonces, la cantidad fue inédita. Pero queda pequeña con lo que el Gobierno ha invertido este año –con una visión keynesiana de la política económica, con el parabién de Trump, poco amigo de Keynes–: América lleva gastados los tres billones de dólares del Care Act lanzado por Trump en marzo y que permitió que 160 millones de americanos recibieran cheques de 1.200 dólares en abril, mayo y junio pasados, lo cual estimuló el consumo y propició se crearan 7 millones de empleos (la tasa de paro bajó del 10% al 6,7%) y el Producto Interior Bruto creciera en el tercer trimestre un 33,4% (dato actualizado a 22 de diciembre de 2020).

Tres billones de dólares en marzo, más 900.000 millones en diciembre –los cheques llegarán a los hogares americanos a partir del 28 de diciembre– y 1,4 billones de dólares para financiar al Gobierno: 4,5 billones de dólares en un solo año, dato que multiplica por casi 5 la cifra invertida por Obama en 2009. Proporcionalmente, es más dinero del que empleó Roosevelt (FDR, no su primo republicano, Teddy) entre 1933 y 1945, para levantar a EEUU del fango en que la Gran Depresión (1929-1946) dejó al país. Su famoso programa de relanzamiento económico se llamó New Deal (gracias al cual, por ejemplo, un hombre paupérrimo como Ronald Reagan, entonces, puedo hacer realidad su American dream, como él reconoce en sus memorias); al programa de Obama se le denominó New-New Deal y, por eso, cuando Biden saque adelante su paquete de estímulo, ya dicen muchos demócratas, se llamará New-New-New Deal. Aunque esto es futuro.

Hoy, “la ayuda de emergencia por covid-19”, como denomina el legislador a los 900 billones de dólares, se desglosa de la siguiente manera: 325.000 millones para créditos a pymes –los famosos PPP, que no tienen que devolver, si mantienen el empleo–; 166.000 millones para cheques directos a individuos: 600 dólares por adulto y 600 por niño o dependiente. 120.000 millones a subsidios de desempleo: la mayoría (22 millones de personas) recibirán semanalmente 300 dólares durante 11 semanas. Pero, el proyecto contempla que el período de recepción de ayudas pueda extenderse a 50 semanas, cuando la mayor parte de los estados imponen un límite de 26 semanas. Unos 55.000 millones irán para la distribución de la vacuna, pruebas médicas y tratamientos. Los colegios recibirán 82.000 millones (contratación de profesores, digitalización en las aulas, etc); 45.000 millones irán destinados al transporte: desde las compañías aéreas, que recibirán 15.000 millones, con tal de que no despidan trabajadores, al tren (Amtrak) y las autopistas; 26.000 millones para ayudas directas a los agricultores; 25.000 millones para personas en alquiler que no puedan pagar la renta y, dinero para resarcir al propietario de la vivienda; 12.000 millones irán a bancos que solo prestan dinero en barrios con alto desempleo, bajos ingresos y viven minorías negras e hispanas. 10.000 millones irán al cuidado de niños y 7.000 millones al despliegue de banda ancha en telecomunicaciones.

La ayuda de emergencia no tendrá un efecto inmediato positivo en los mercados de valores, aunque un día después de su aprobación en el Congreso, Dow, Nasdaq y S&P 500 daban signos mixtos, pero con máximos históricos.

El efecto será rápido para los receptores de las ayudas, que las necesitan como agua de mayo y urgencia. El verdadero paquete de estímulos, transformador de la economía americana, llegará en 2021, cuando Biden sea presidente.

 Jorge Díaz Cardiel es Socio director de Advice Strategic Consultants. Autor de ‘Hillary vs Trump’; ‘Trump, año uno’ y ‘Trump, año de trueno y complacencia’

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