2.800 empleados españoles, pendientes de la oferta de Alstom por Bombardier
La integración resultaría un líder europeo en alta velocidad y señalización
El fabricante ferroviario Alstom avanza en su intento de forjar un gigante europeo con la toma de la división de trenes de la canadiense Bombardier. El acercamiento, asesorado por Rothschild, puede cristalizar en los próximos días en una oferta vinculante. En el mercado se especula con una valoración de 7.000 millones.
La integración de Bombardier Transportation en Alstom resultaría un conglomerado de 14.000 millones de euros en ingresos, convirtiéndose en segunda referencia mundial tras la china CRRC.
La nueva Alstom tendría unos 2.800 empleados en España, dos fábricas, centros de I+D y talleres propios
Las dos empresas inmersas en negociaciones están entre las clásicas del sector ferroviario en España, junto a Talgo, CAF, Siemens y Stadler. Alstom tiene 2.000 empleados en este país e ingresos anuales de 500 millones. La francesa opera desde su fábrica catalana de Santa Perpetua de Mogoda, cuatro centros de innovación y 17 de mantenimiento y señalización. De sus instalaciones han salido uno de cada cuatro trenes de alta velocidad que ruedan en España.
Bombardier, por su parte, fabrica sistemas de propulsión y control de tracción en su planta vizcaína de Trápaga. También cuenta con un centro de servicios y dos más de ingeniería en Madrid. En total, cerca de 800 empleados. La filial que dirige Óscar Vázquez ha participado en la producción de las series de alta velocidad S102, S112, S130 y S730; ha puesto su sello en los tranvías de Valencia y Alicante; es autora del sistema de transporte sin conductor que une la T4 y la T4 satélite en el aeropuerto de Barajas; ha señalizado los Metros de Barcelona, Sevilla y Bilbao, y ha implantado sistemas de seguridad ERTMS en la red de AVE.
El matrimonio supondría la creación de un líder local especializado en alta velocidad, metros, tranvías, mantenimiento y señalización. La nueva Alstom tendría unos 2.800 empleados en España, dos fábricas, centros de I+D y talleres propios.
Defensa frente a CRRC
Alstom ya intentó, entre 2017 y 2018, un proceso de fusión con la filial Mobility de Siemens. La suma de ambas plantillas era de 62.300 empleados y la facturación anual ascendía a 15.300 millones. La CE tumbó la operación con la imposición de fuertes condiciones.
En el caso de la ofensiva sobre Bombardier, la motivación vuelve a ser la amenaza de la china CRRC, con creciente interés en Europa y una cuota mundial en sistemas de alta velocidad del 70%
En el caso de la ofensiva sobre Bombardier, la motivación vuelve a ser la amenaza de la citada CRRC, con creciente interés en Europa y una cuota mundial en sistemas de alta velocidad del 70%. Esta última nació en 2015, de la unión de dos conglomerados estatales chinos, roza los 30.000 millones de euros en ingresos y emplea a 180.000 personas.
La sede de la filial Transportation de Bombardier, con 40.000 empleados, está en Berlín. Su cuota de mercado europea se aproxima al 9%, y con 61 centros de producción e ingeniería está presente en 27 países de todo el mundo.
El grupo Bombardier presentó ayer resultados y Transportation declara unas ventas de 8.269 millones de dólares canadienses en 2019 (5.750 millones de euros), con un descenso del 7%. Su ebitda se desploma un 75%, hasta los 212 millones de dólares. La filial de trenes cuenta con una cartera de contratos de 35.800 millones de dólares (48% en servicios y señalización), 10.000 millones firmados el año pasado.
Alstom, por su parte, goza de una cuota de mercado de aproximadamente el 17% en el Viejo Continente. Una vez vendido el negocio de energía y redes a General Electric, en 2015, decidió centrarse esencialmente en el ferrocaril. Sus ventas fueron de 8.100 millones al cierre del ejercicio fiscal 2018/2019 y la nómina de empleados alcanza los 36.300. Su actividad se extiende a 60 países y la cartera de pedidos supera los 40.500 millones
Bruselas volverá a tener en su mano la decisión sobre la creación de un gigante con raíces europeas, más de 75.000 trabajadores y una cuota europea del 26%.
El acercamiento a Bombardier se ha visto favorecido por la necesidad de la canadiense de atajar deuda, con un peso de 9.000 millones de dólares. El 30% del capital de la filial de trenes está en manos de Caisse de Depot el Placement du Quebec, a la que se habría ofrecido un intercambio de acciones de Bombardier por papel de Alstom.