Así se discrimina a la mujer en los bufetes, según las abogadas

En una encuesta, las letradas relatan como la desigualdad y la falta de conciliación lastran su ascenso a socias o las expulsa de las firmas

En el sector legal, el techo de cristal que sufren las mujeres se localiza en el acceso a la condición de socio. Las cifras hablan por sí mismas. Según un estudio elaborado por CincoDías, en España, mientras las abogadas representan el 48% del total de los letrados de las grandes firmas, el número de socias se desploma hasta el 19%. Eso sí, y sin que sirva de consuelo, la falta de igualdad en las cúpulas de los bufetes no solo es un problema nacional. En Alemania, el porcentaje de socias es del 10%; en el Reino Unido, del 28%, y en Estados Unidos, del 20%.

¿Por qué expulsan los despachos a las mujeres conforme avanza su carrera? A esta pregunta responde una reciente encuesta de la American Bar Association (ABA) estadounidense, cuyos resultados también sirven para explicar la situación que viven las letradas en otros países. El sondeo recoge la opinión de 1.262 abogados (un 70% de mujeres y un 30% de hombres) con más de 15 años de experiencia en 500 de las mayores firmas norteamericanas.

Labor comercial y horas facturables

Hay dos grandes focos de conflicto, según el barómetro. En primer lugar, la dificultad de conciliar vida personal y familiar que impone la profesión, especialmente porque son ellas, y no los hombres, quienes asumen los deberes del hogar.

Así, entre las razones que provocan que las abogadas abandonen de forma temprana el ejercicio legal destacan las obligaciones de cuidado de familiares y cercanos, el nivel de estrés, las tareas comerciales y de generación de negocio (reuniones con clientes, asistencia a eventos, etc.) y el elevado número de horas facturables; todas ellas señaladas por más de la mitad de los encuestados. En este punto, resulta elocuente que el 54% de las juristas consultadas considera que el cuidado de los hijos es una responsabilidad suya, frente a solo el 1% de los hombres que también lo cree.

Junto a esta primera razón, de tipo cultural y carácter transversal (afecta a todas las profesiones), aparece un segundo conjunto de respuestas que retratan a los bufetes como organizaciones predominantemente masculinas en las que aún persisten actitudes discriminatorias y machistas (o, al menos, así lo perciben las letradas). En este sentido, casi la mitad de las abogadas afirma estar insatisfecha con el reconocimiento que recibe por su trabajo, frente al 15% de sus colegas varones.

Además, tres de cada diez profesionales mujeres no están conformes con su retribución y casi el 40% cree que el sistema de cálculo es injusto con ellas. Los hombres que cuestionan sus ganancias, sin embargo, no llegan al 20%. Por último, tres de cada diez abogadas piensan que han tenido menos oportunidades que ellos.

Bromas machistas

Uno de los apartados más llamativos del estudio es el que recoge las "experiencias laborales negativas" vividas por las profesionales. El 82% de las letradas afirma haber sufrido faltas de respeto por parte de subordinados (frente al 0% de los abogados); el 75% ha sido víctima de comentarios, chistes o rumores sobre su vida personal, o a seis de cada diez se les ha acusado de falta de compromiso. Además, en torno al 25% han tenido que ver cómo un cliente, un superior o un compañero les preguntaba si no había otra persona que pudiera ocuparse de un asunto en lugar de ellas.

También resulta destacable que uno de cada cuatro de los encuestados sostiene que la renuncia de muchas letradas se explica por episodios de acoso sexual. En España no han saltado a la luz denuncias de este tipo, pero en Estados Unidos y el Reino Unido sí existen investigaciones que afectan a importantes firmas internacionales.

Por último, el informe de la ABA pone de manifiesto cómo los socios directores y los abogados varones perciben las medidas de promoción de la diversidad como mucho más efectivas que las mujeres. En torno al 80% de directivos y letrados considera que su firma esta teniendo éxito en el impulso femenino a puestos de dirección, mientras que solo el 55% de las abogadas comparte esa opinión.

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