Un tiranosaurio rex anda suelto en Ifema
Madrid es la última parada europea de la muestra basada en ‘Jurassic World’ En sus dos primeras semanas ha recibido más de 25.000 visitantes
La exposición dedicada a Jurassic World ha recibido ya la visita de más de 25.000 personas desde su inauguración en Madrid hace dos semanas, según datos facilitados por la productora local Sold Out, responsable, junto con la francesa Encore Productions, de la llegada de los dinosaurios a España.
La capital es la quinta ciudad del mundo y la segunda de Europa que recibe la muestra, que ocupa el pabellón 5.1 de Ifema, donde permanecerá hasta el domingo 17 de febrero de 2019.
Posteriormente se trasladará a Asia.
La exposición basada en una de las franquicias más taquilleras de la historia del cine abrió sus puertas por primera vez en el Victoria Museum de Melbourne en marzo de 2016. A partir de ahí inició un tour que la ha llevado a las ciudades de Filadelfia, Chicago, París y ahora Madrid, última parada europea de la gira. Desde su estreno en Australia, Jurasic World: The Exhibition ha recibido la visita de más de un millón de personas.
La exhibición recrea el recorrido que turistas vip efectuarían por los principales escenarios de la película el mismo día que se desencadenan los eventos que se presentan en la última entrega, Jurasic World. El reino caído, dirigida por Juan Antonio Bayona y estrenada en España en mayo pasado.
Así, la experiencia comienza con un viaje a bordo del ferri que lleva a Isla Nublar, el lugar donde, según la ficción de Universal, habitan los majestuosos saurios genéticamente modificados.
La exposición continuará hasta el domingo 17 de febrero próximo, cuando partirá hacia Asia
Una vez allí, los visitantes atraviesan las icónicas puertas del Mundo Jurásico para acercarse lo más cerca posible a las colosales criaturas, algunas de más de siete metros de altura.
En este territorio montañoso, que de acuerdo con la película se encuentra a 190 km de Costa Rica, los visitantes descubrirán el minizoo de los gigantes mansos, donde elementos interactivos permiten comparar el bebé de un dinosaurio con su versión adulta.
Aquí podrán aprender también sobre el Pachyrhinosaurus, lagarto de nariz gruesa que vivió hace 68 millones de años en Norteamérica y que sirvió de base a los paleontólogos para describir a todo el género, por lo que se le considera especie tipo.
La expedición continúa en el Laboratorio de Creación Hammond, donde –siempre según la ficción de Universal– el ADN extraído de la sangre de mosquitos que vivieron hace millones de años es secuenciado para traer de vuelta a los dinosaurios. En el centro de la habitación hay dos incubadoras donde crías de Pachyrhinosaurus empiezan a respirar, y una sección de vértebras que parecen crecer como resultado de los experimentos.
Seguidamente, los expedicionarios atraviesan una serie de salas hasta adentrarse en el parque jurásico, donde se encontrarán cara a cara con una reproducción animatrónica del tiranosaurio rex, al que podrán observar en la hora de su comida protegidos por una barrera de cristal electrificada.
La fiera ataca un vehículo, se vuelve hacia los visitantes y olfatea el cristal. Una pelea entre un indominus rex (especie ficticia) y un presuntamente pacífico estegosaurio pone el colofón a la aventura en Isla Nublar.
Asesoría científica
Para recrear a los animales, los organizadores de la exposición han contado con la colaboración de Jack Horner, paleontólogo asesor del Museo de las Rocosas, en Montana, y profesor de la especialidad en la universidad del estado.
Famoso por haber descubierto las primeras evidencias de cuidados parentales en ciertas especies de dinosaurios, Horner sirvió de inspiración para el especialista en velocirraptores Alan Grant, protagonista de la novela original en que se basa la saga cinematográfica. El actor Sam Neill le da vida en la primera película de la serie, en 1993.
¿Sabía qué...?
• Son necesarios 28 tráileres para transportar todos los componentes de Jurasic World a cada ciudad donde se organiza la exposición. La muestra ocupa más de 6.000 metros cuadrados.
• Durante 30 días 45 técnicos de siete disciplinas (iluminación, escenografía, automatización de criaturas, sonido, rigging, carpintería y medios digitales) trabajaron para convertir el pabellón 5.1 de Ifema en Isla Nublar.
• Los motores que ponen en movimiento a los dinosaurios son los mismos que se utilizan en el explorador marciano Rover, uno de los más fiables del mundo.
• Cada dinosaurio ha sido creado por un equipo de escultores, moldeadores, técnicos de fibra de vidrio, soldadores, costureras, pintores y animadores que dan vida a las criaturas. Antes de crearse a tamaño real, las figuras son modeladas en 3D.
• El uso de software y de controles joystick presurizados permiten programar y controlar cada eje de movimiento de las criaturas. En promedio, cada una tiene 30 ejes para simular todo tipo de acción, desde la respiración y el caminar hasta el movimiento de los ojos.
• Los efectos de sonido utilizados por la exposición son los mismos de la película.