Marriott desafía a Airbnb y redobla su apuesta por los pisos para turistas en Europa
El negocio lo inició en Londres y lo va a ampliar a París, Roma y Lisboa Dispone de 340 inmuebles que se comercializan con la marca Tribute Portfolio
Las hoteleras quieren compartir parte del negocio de los pisos turísticos con Airbnb. La primera que dio un paso en ese sentido fue la francesa Accor, que en 2016 hizo pública la adquisición de varias empresas de alquiler vacacional. La segunda fue la estadounidense Marriott (la mayor del mundo con 5.952 hoteles y 1,16 millones de habitaciones al cierre del pasado ejercicio) que en mayo puso en marcha un proyecto piloto en Londres de alquiler de casas compartidas. Cinco meses después, la cadena hotelera de EE UU ha anunciado que ampliará esa iniciativa a otras tres ciudades europeas (París, Roma y Lisboa), con lo que contará con una cartera de 340 inmuebles, comercializados con la marca Tribute Portfolio.
El interés de la mayor hotelera del mundo por adentrarse en este segmento obedece, en primer lugar, a la diversificación del riesgo del negocio, y en segundo, a las oportunidades de crecimiento que prevén para esta modalidad de alojamiento, ya que, según sus cálculos, sus huéspedes suelen hacer estancias que duplican a las de los hoteles.
Y para ello se ha aliado con Hostmaker, una compañía londinense especializada en la gestión de pisos turísticos y que cuenta con inmuebles en Londres, Roma, París y Barcelona. Esta firma ofrece a los propietarios de pisos un servicio integral de gestión, que va desde una reforma del interior, la ropa de cama, la limpieza del piso o la bienvenida a los huéspedes, por lo que cobra un 20% de los ingresos. Las principales ventajas que aporta la compañía a los propietarios son una revalorización del piso y una planificación que permite, según la compañía, un control de precios en función de la demanda, como hace la industria hotelera. A través del contacto con los clientes, Marriott pudo constatar que los principales atributos que valoraron sus clientes fueron “la cuidada selección de casa, la facilidad de las reservas y el nivel de servicio”.
En el mercado español, el pionero en esta iniciativa fue Kike Sarasola, fundador de la cadena hotelera Room Mate, que posteriormente creó en 2014 la marca Be Mate, especializada en apartamentos turísticos. A principios de este año, esta división gestionaba 600 apartamentos en exclusiva y ofrecía 10.000 anuncios en su plataforma, con unos ingresos de seis millones de euros.