Abertis paraliza la venta de Hispasat a REE hasta que se resuelvan las opas
La concesionaria ha optado por no alimentar más los recelos del Gobierno La compra, por mas de mil millones, no se cerraría hasta el próximo verano
Abertis ha pisado el freno en la que iba a ser la venta inmediata de su filial Hispasat sorteando el deber de pasividad al que está obligada por las opas de Atlantia y Hochtief (del grupo ACS). Hace apenas un mes todo estaba listo para que el grupo REE, a través de su filial de telecos, Reintel, comprase a Abertis su participación del 57% en el grupo de satélites y los derechos sobre el 33,69% que la concesionaria de autopistas debe comprar a la francesa Eutelsat, en virtud de una opción de salida del capital de Hispasat, en cuanto lo autorice el Consejo de Ministros.
Pero esta operación, por la que REE pasaría a controlar el 90,74% de la compañía de satélites por un precio algo superior a los 1.000 millones de euros, y que permitiría a Abertis librarse de un activo no estratégico y, de paso, de los recelos del Ministerio de Energía, se ha paralizado hasta que se resuelva el proceso de opas, según confirman fuentes implicadas. Consultada por este periódico, Abertis ha declinado hacer comentarios.
A la vista de que el pulso entre Atlantia y Hochtief por la concesionaria podría prolongarse hasta más allá de abril, salvo imprevistos, la venta de Hispasat a REE no se cerraría hasta el verano.
A la vista de que el pulso entre Atlantia y Hochtief por la concesionaria podría prolongarse hasta más allá de abril, salvo imprevistos, la venta de Hispasat a REE no se cerraría hasta el verano
¿Qué ha sucedido en este tiempo? Aunque nadie discute que el deber de pasividad que impone la normativa de opas (o prohibición de venta de activos de una sociedad sobre la que pende una oferta pública) no regía en este caso (pues el peso de Hispasat en el balance de Abertis es inferior al 5% del Ebitda), esta ha decidido congelar su venta.
Tras este aplazamiento está la decisión de la compañía de autopistas, en la que Caixabank tiene un 22% del capital, de no encender más los ánimos del Gobierno. Especialmente, los del ministro de Energía, Álvaro Nadal, que todavía el miércoles insistía en que el Ejecutivo está estudiando “una respuesta a la decisión de la CNMV” de ratificar el pasado lunes la autorización que dio en octubre a la opa de Atlantia.
El órgano regulador del mercado hacía así caso omiso a los requerimientos de Fomento y de Energía de que anulara o revocara la oferta del grupo italiano, en tanto este no solicitase (y recibiese) el permiso administrativo del Gobierno. El Ministerio de Fomento, que dirige Íñigo de la Serna, por ser el que otorga las concesiones de las autopistas, y el departamento de Nadal, por tener las competencias en telecomunicaciones y, por tanto, en activos estratégicos como los satélites. El Gobierno tiene derecho de veto a cambios accionariales en Hispasat por acuerdo del Consejo de Ministros de 11 de julio de 1997, cuando se le concedió la gestión del segmento espacial de la posición orbital atribuida al Estado.
Aunque Atlantia se plegó finalmente a las exigencias del Gobierno al solicitar la correspondiente autorización el pasado 21 de diciembre, Nadal opina que “era mejor haber pedido primero las autorizaciones ya que las consecuencias a posteriori pueden ser malas”. Por el contrario, De la Serna ha rebajado la presión y parece darse por satisfecho con el gesto italiano.
En todo caso, la presentación de los citados requerimientos ante la CNMV, tal y como dicta la Ley 29/1998 de la Jurisdicción Administrativa, es el paso preceptivo para la interposición de un recurso contencioso contra el organismo regulador por haber autorizado la opa italiana antes de que el Gobierno se haya pronunciado sobre la misma.
Fuentes empresariales comentan que ha sido la posición de Nadal sobre Hispasat y la opa italiana, la que ha dado a este activo “la suficiente relevancia” para llevar a Abertis a acogerse el deber de pasividad.
Otras fuentes apuntan a que ha sido el propio Nadal el que ha detenido la operación, “para no quedarse sin el arma de presión que representa Hispasat, sin la cual, se queda sin argumentos legales para fiscalizar las opas”. Sin embargo, un portavoz de su departamento niega tal extremo. “Si se ha parado la venta de Hispasat habrá sido por voluntad de la empresa, ya que el ministerio no lo ha pedido”.
Sea como fuere, la operación, que REE había optado por pagar en efectivo, “con dividendos no distribuidos”, estaba cerrada hace un mes y hoy se ha congelado. De hecho, se había salvado el último escollo que era la exigencia del titular de Energía de blindar la actividad regulada de REE, para que esta no quede contaminada por el nuevo negocio del grupo.
Aunque REE, con un 20% en manos públicas, insiste en que esta separación, a la que obliga la Ley Eléctrica desde 1997, se cumple a rajatabla, ha cerrado con el ministerio un compromiso escrito que se incorporará al contrato de compra de Hispasat. El memorándum establece “que tienen que ser negocios totalmente separados; que la actividad financiera de ambos tiene que estar perfectamente separada y que el capital de una empresa no puede verse afectado por la otra”.
Esto es, que “si hubiese pérdidas en el negocio satelital estas no mermaran el del sistema eléctrico”. Y añade que “la sociedad regulada debe ser diferente del resto de sociedades; tendrían que tener rating separados en la deuda; no puede haber avales de la deuda de una sobre la otra ni préstamos entre ellas”. Lo que ocurra en el negocio no regulado no pueda afectar al regulado.
REE sigue interesada
- Aunque el de satélites es un negocio distinto al de la fibra óptica que explota REE a través de su filial Reintel, sí reforzaría el negocio de esta, al permitirle mejorar el precio de alquiler de la fibra, indican fuentes próximas al grupo.
- Red Eléctrica subrayó ayer que su interés en tomar una participación en Hispasat responde a su estrategia de diversificación como gestor neutral de telecomunicaciones y no a la presión del Gobierno.
- El Ejecutivo “en ningún momento ha dado indicación alguna ni sobre esta operación ni sobre ninguna otra”, aseguró un portavoz de REE.