Nvidia pulveriza sus récords de ingresos y beneficios por la inteligencia artificial
La compañía de microprocesadores supera las previsiones de los analistas con un resultado trimestral de 19.309 millones de dólares, pero cae en Bolsa
Nvidia continúa haciendo caja con la inteligencia artificial. El desarrollador de microprocesadores se ha coronado como la empresa con mayor capitalización bursátil del mundo gracias a la potencia de sus dispositivos y a la fuerte demanda de computación desatada con la nueva tecnología. La compañía dirigida por Jensen Huang tenía este miércoles cita con los inversores y ha pulverizado sus récords de ventas y beneficios.
La facturación de Nvidia se disparó un 94% interanual en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal (agosto a octubre), hasta los 35.082 millones de dólares (unos 33.300 millones de euros, al tipo de cambio actual), desde los 18.120 millones de dólares del mismo trimestre de 2023. Los beneficios, por su parte, se duplican con creces en un año, al pasar de 9.243 a 19.309 millones, un incremento del 109%, según ha comunicado a la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC).
La compañía del logo del ojo verde ha anticipado, además, que prevé unos ingresos de 37.500 millones de dólares en el cuarto trimestre del ejercicio fiscal, que cierra a finales de enero, frente a los 22.103 millones del mismo periodo de un año antes. Los analistas esperan que los ingresos derivados del vanguardista Blackwell, su unidad de procesamiento de nueva generación, se disparen durante el próximo ejercicio, pero esa previsión trimestral les ha parecido relativamente poco ambiciosa y es lo que explica que el mercado se haya mostrado frío en la recepción de las cuentas.
La compañía está teniendo problemas para atender la demanda de sus productos por los problemas con el desarrollo de Blackwell. “Tanto los sistemas Hopper [el diseño anterior] como Blackwell tienen ciertas limitaciones de suministro, y se espera que la demanda de Blackwell supere la oferta durante varios trimestres en el año fiscal 2026″, dice la empresa en su informe trimestral. En la conferencia con analistas, Huang ha señalado que “Blackwell está en plena producción tras un cambio ejecutado con éxito”, y que todavía hay fuerte demanda por Hopper.
“Blackwell ya está en manos de nuestros principales socios, que están trabajando para poner a punto sus centros de datos. Estamos integrando los sistemas Blackwell en las diversas configuraciones de los centros de datos de nuestros clientes. La demanda de Blackwell es asombrosa, y nos estamos apresurando a ampliar la oferta para satisfacer la increíble demanda que los clientes nos están planteando”, ha explicado la directora financiera, Colette Kress, a los analistas.
Menor margen bruto
La transición a Blackwell pasa factura a la rentabilidad. El margen bruto descenderá en el cuarto trimestre hasta un 73%-73,5%, frente al 75% del tercer trimestre. Se espera que la cifra baje hasta cerca del 70% en próximos trimestres antes de repuntar de nuevo hacia el entorno del 75% cuando los nuevos productos alcancen una producción a mayor escala, según los directivos de Nvidia.
La cotización de la compañía ha reaccionado inicialmente a la baja en Bolsa a las previsiones de ventas y márgenes fuera del horario habitual de negociación. Los inversores casi dan por descontado cada trimestre que la empresa superará las previsiones de los analistas y a veces ni siquiera se conforman con eso. Aun así, la volatilidad es muy marcada y las caídas han oscilado entre el 5% y menos del 1%, hasta estabilizarse en torno al 2,5%.
Nvidia prácticamente ha triplicado su valor en Bolsa en lo que va de año, ganando más de 2,2 billones, algo sin precedentes. La compañía tiene una capitalización bursátil de más de 3,5 billones de dólares, con la que ha dejado atrás a Apple y Microsoft y es la primera del mundo. Nvidia tiene menos ingresos y beneficios que cualquiera de esos dos gigantes tecnológicos, pero su velocidad de crecimiento es incomparable. El valor se incorporó recientemente al índice Dow Jones de valores industriales, el último reconocimiento a su importancia en el mercado.
“La era de la IA está en pleno apogeo, lo que está impulsando un cambio global hacia la computación [con microprocesadores] Nvidia. La demanda de Hopper y la expectación por Blackwell, en plena producción, son increíbles”, ha dicho Huang, fundador y consejero delegado de la compañía, a través de un comunicado. “La IA está transformando todos los sectores, empresas y países. Las empresas están adoptando la IA para revolucionar los flujos de trabajo. Las inversiones en robótica industrial aumentan con los avances en IA física. Y los países han tomado conciencia de la importancia de desarrollar su IA e infraestructura nacionales”, añade.
La división estrella de la compañía es la de centros de datos, clave para la computación en la nube que alimenta la inteligencia artificial generativa y multitud de procesos informáticos vitales. Los ingresos del tercer trimestre de esa área alcanzaron la cifra récord de 30.800 millones de dólares, un 112% más que hace un año. Nvidia es el proveedor de los grandes operadores de computación en la nube: Azure, de Microsoft; AWS, de Amazon, y Google Cloud, de Alphabet. También suministra sus microprocesadores a otros gigantes tecnológicos.
“El fuerte crecimiento interanual y secuencial fue impulsado por la demanda de nuestra plataforma informática Hopper para la formación e inferencia de grandes modelos lingüísticos, motores de recomendación y aplicaciones de IA generativa. Los proveedores de servicios en la nube representaron aproximadamente el 50% de los ingresos de nuestro negocio de Centro de Datos, y el resto correspondió a empresas y consumidores”, ha indicado en una nota el director financiero de la empresa.
Las otras unidades de negocio (centradas en videojuegos, visualización profesional y automatización y robótica) también vienen creciendo con fuerza, con ritmos que van del 15% al 72% interanual.
En el acumulado de los nueve primeros meses del año, Nvidia acumula unos ingresos de 91.166 millones de dólares, con un crecimiento del 135%. En cuanto a los beneficios, crecen un 191% en esos primeros nueve meses, hasta los 50.789 millones de dólares. Los beneficios netos de este año superan a la facturación del año pasado, lo que da idea del crecimiento astronómico de la empresa.
Fiebre de la inteligencia artificial
La publicación de los resultados de Nvidia se ha convertido en el termómetro para medir la evolución de la temperatura de la fiebre de la inteligencia artificial. Sus cifras no solo mueven la cotización de la empresa, sino que son capaces de sacudir el conjunto del mercado. Los canales financieros de Estados Unidos esperan la publicación de los resultados con una dramática cuenta atrás y reaccionan en directo a las primeras cifras, al tiempo que la pantalla muestra si la cotización sube o baja. En este ejercicio llevaban una de cal y una de arena. Superaron las expectativas del mercado en el primer trimestre, pero las defraudaron en el segundo, aunque el escepticismo duró poco y la acción conquistó nuevos máximos.
Fundada en un restaurante de comida rápida de San José (California) en 1993, Nvidia fue pionera en el procesamiento gráfico de ordenadores y consolas de videojuegos. En 1999, inventó la GPU, la unidad de procesamiento gráfico, que sentó las bases para un cambio profundo del sector. Para tener imágenes cada vez mejores, fue aumentando exponencialmente la potencia de sus procesadores, con capacidades para la robótica, la computación en la nube, la industria aeroespacial, la fabricación de armamento, el metaverso, las criptomonedas, la conducción autónoma, el reconocimiento de imágenes y la inteligencia artificial, que le ha dado el empujón definitivo.
Jensen Huang, de 61 años, fundó la empresa con Chris Malachowsky y Curtis Priem, con la visión de llevar los gráficos 3D a los mercados de juegos y multimedia. La dirige desde entonces y se ha convertido en el jefe de una gran empresa con una trayectoria más larga de todo Silicon Valley. Cuando los tres fundaron la empresa en Denny’s, donde Huang se comió su primera hamburguesa y probó su primer batido y donde empezó a trabajar como lavaplatos de adolescente, los tres amigos no sabían qué nombre ponerle y empezaron a llamarla NV, iniciales de next version, o próxima versión. Por eso, al buscar el nombre definitivo buscaron palabras que empezasen con las letras nv. Finalmente, del latín invidia (envidia) suprimieron la primera letra.