El BBVA cambia el tono de la opa e invita a los accionistas del Sabadell a dialogar
El banco aguarda los dictámenes de la CNMC y la CNMV sobre la oferta y lanza una nueva campaña publicitaria
El BBVA trata de cambiar el tono de la opa sobre el Banco Sabadell. El banco que preside Carlos Torres -que en los últimos meses ha incidido en que, desde su punto de vista, la oferta sobre el banco catalán no es hostil- ha lanzado una nueva campaña de publicidad en la que apela directamente a los accionistas de su competidor y les invita a dialogar bajo la premisa: “¿Cómo podría ser nuestro nuevo banco?”.
Una parte de la batalla entre el BBVA y el Sabadell se está librando en el campo de la publicidad, con anuncios en televisión, radio o marquesinas de autobús. La entidad catalana golpeó primero, como respuesta a la presentación de la oferta, con una campaña bajo el eslogan “El poder de elegir”. En ella alude a las cuestiones de competencia de la operación, fundamentalmente en el negocio de las pymes. El BBVA respondió con un “¿Qué banco necesita el mundo ahora?”, en la que se reivindicaba como como una firma que a lo largo de sus más de un siglo de historia ha sido capaz de ayudar a la sociedad a superar los retos que afrontaba y ahora se erige como una marca idónea para salvar los retos de sostenibilidad y tecnológicos, frente a otras más pequeñas.
Ahora, el BBVA cambia de tercio. En el nuevo anuncio los propios accionistas del banco comparten su visión sobre las fortalezas que tendría la nueva entidad en términos de complementariedad de las entidades, inversión en tecnología, competitividad a nivel global o equipo. Afirman, finalmente, que la unión permitirá a ambos bancos competir de manera más sólida mientras se aúnan negocios complementarios y con “el mejor equipo gestor”.
Este movimiento del BBVA se produce apenas una semana después de que recibiese el primer varapalo en el proceso de opa, cuando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidió pasar a una segunda fase el análisis de la opa, lo que supone someter a la transacción a un escrutinio más severo, que incluye la intervención del Gobierno (opuesto frontalmente a la transacción), y dilata además los plazos hasta la primavera. El BBVA contaba con que la transacción se aprobase en primera fase y unos seis meses después de su lanzamiento, fecha que se cumplió el pasado 7 de noviembre.
Así que el banco de origen vasco busca dar la imagen de que apuesta por el diálogo. También poner en el foco que la decisión final de si la oferta sale adelante depende en última instancia de los accionistas del Banco Sabadell, que tendrán que decidir si acuden o no a la opa.
Para ello, no obstante, aún hay que esperar. Se espera que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aguarde al dictamen de Competencia para dar luz verde a la operación. Entonces se abriría un periodo de entre 15 y 70 días en el que los titulares de acciones del Sabadell tendrían que decidir si acudir o no a la oferta.
Eso sí, el BBVA todavía puede echarse atrás en caso de que considere que las condiciones de Competencia son demasiado duras. El consejero delegado, Onur Genç, ha repetido reiteradamente en las últimas semanas esta idea, que si las condiciones “afectan a la creación de valor” de la oferta, no dudarán en retirar la puja.