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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El curso arranca con buen tono económico pero pesados lastres geopolíticos

La solidez de la economía en España y a escala mundial permite cierto optimismo, siempre que no se olviden las asignaturas pendientes

El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en el foro económico anual de Jackson Hole.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en el foro económico anual de Jackson Hole.REUTERS

Con el fin del parón vacacional, empieza un curso económico en el que la actividad global mantiene un buen tono, pero en el que los condicionantes financieros y geopolíticos pesarán a corto plazo en los mercados. La solidez de la economía en España y a escala mundial permite cierto optimismo, siempre que no se olviden las asignaturas pendientes. Porque no podremos fiar el futuro a una inercia positiva que lógicamente se irá agotando.

Para las Bolsas, la principal clave de los próximos meses estará en los mensajes de los bancos centrales, en especial el BCE y la Reserva Federal estadounidense. Es crucial conocer los detalles del esperado proceso de normalización de las políticas monetarias, una vez que afloja la presión deflacionista. Están descartados giros bruscos en este terreno, pero importa mucho conocer el ritmo de la retirada de estímulos y el anuncio de futuras subidas de tipos, más cercanas en EE UU que en Europa. Mínimos matices en el discurso de los responsables monetarios pueden mover mucho al mercado. En especial a las divisas, entre las cuales el euro está alcanzando una apreciación desaconsejable para la competitividad de la zona euro. El petróleo, incapaz de recuperar precios pese a los intentos de la OPEP, es el otro ingrediente que decidirá el rumbo del curso.

Otras incertidumbres vendrán del ámbito político. En primer lugar, la amenaza terrorista no va a amainar. El segundo, la Unión Europea está inmersa en procesos lejos de resolverse, como el escenario posterior al brexit. Aunque la fiebre populista parece contenida en el continente, está por confirmar la esperada reelección de Angela Merkel en Alemania. Una vez resuelta su continuidad, ella y Macron en Francia deberían liderar reformas inaplazables en la Unión. En España, un Gobierno en minoría puede aprobar los Presupuestos pero no avanzar en las reformas, y además se enfrenta a una crisis constitucional tan grave como la provocada por el referéndum ilegal independentista en Cataluña.

La debilidad de Donald Trump es otro factor de la ecuación: es incapaz de sacar adelante su agenda legislativa y encuentra cada vez más resistencias, que podrían aumentar según se sepa más sobre la trama rusa. La idea de un conflicto a gran escala con Corea del Norte sigue viéndose lejana pero ya no imposible, y eso sí tendría un coste altísimo para la económica (y para la humanidad).

Para el inversor, el escenario invita a elegir con cuidado cada producto o valor. En Bolsa, más vale apostar por empresas con fundamentos sólidos. Porque nada garantiza que baste engancharse a la dinámica positiva de los mercados, sobre cuyas valoraciones hay dudas, especialmente en EE UU.

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