Objetivo: un 20% de mujeres directivas en cuatro años
31 empresas firman con el Gobierno un pacto voluntario sobre igualdad. El Ejecutivo no ha querido fijar una cuota obligatoria ni común.
El Gobierno quiere la complicidad de las empresas para ganar en representación de las mujeres en los órganos de dirección. Por eso, el Ministerio de Sanidad, que cuenta con las competencias de Igualdad, ha impulsado un acuerdo al que se han suscrito 31 compañías de forma voluntaria.
En este caso, el departamento de Ana Mato solo se ha ceñido a los comités de dirección, excluyendo los consejos de administración, para los que desarrollará otros convenios, según fuentes del ministerio. El Gobierno no ha querido fijar una cuota obligatoria ni común. “Consideramos que las cuotas no responden a las condiciones internas de cada empresa”, asegura Carmen Plaza, directora general de Igualdad.
Los compromisos de las empresas
1. Las empresas se comprometen a facilitar una presencia equilibrada por sexos en los procesos de selección, incluyendo al menos a una mujer en la terna final de candidatos.
2. Asegurar un equilibrio en la participación de mujeres y hombres en la promoción interna.
3. Diseñar planes específicos para promocionar, formar e identificar capacidades de las empleadas.
4. Facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, prestando especial atención a que la maternidad no sea una desventaja.
5. Tener en cuenta “el principio de presencia equilibrada”, dice el Gobierno, cuando se produzca una vacante.
6. Realizar un análisis comparativo de las cualificaciones de candidatos a una promoción en base a criterios establecidos previamente y sin tener en cuenta las medidas de conciliación.
7. Contar con presencia de mujeres en todos los procesos de promoción profesional.
8. Presentar un informe de resultados a los dos años con los logros obtenidos y desequilibrios, y nuevas medidas que permitan acelerar el proceso.
9. Difundir los términos del acuerdo para que sean conocidos por los empleados.
Los objetivos para cada compañía serán diferentes. El compromiso recoge que a los cuatro años, la empresa debe contar con “una presencia de al menos un 20% de mujeres en puestos de dirección o incrementarla respecto a su cifra actual en al menos cinco puntos”. Es decir, si la empresa dispone de un 15% de directivas, en 2018 llegará solo a un 20%, a un ritmo pausado de 1,25 puntos al año. Pero no hay ninguna consecuencia de no cumplir el pacto. “Lo importante es eliminar obstáculos para los ascensos”, cree Plaza. El ministerio incide en que lo importante, más que un objetivo de cuotas, es poner los mimbres para que las mujeres vayan ocupando mandos intermedios.
Actualmente en España las mujeres ocupan un 14% de las sillas en los consejos de administración de las cotizadas en el Ibex 35, frente al 16,6% de la media europea. En el caso de los comités de dirección, la cifra se reduce al 11,6% en España, según el Instituto de la Mujer. Este dato alcanza el 21% en compañías entre 100 y 500 empleados, según un informe de la auditora Grant Thornton.
Respecto a los consejos de administración, la Unión Europea trabaja en una recomendación para que en 2020 entre el 30% y el 40% de los miembros de los órganos de gobierno sean mujeres, y la Ley de Igualdad de 2007 recomienda alcanzar un equilibrio, llegando al menos al 40%.
Entre las 31 empresas firmantes se encuentran 13 cotizadas: Acciona, Sabadell, Santander, CaixaBank, Ferrovial, Repsol, Enagás, Iberdrola, Indra, Jazztel, NH Hoteles, REE y Sacyr. A ellas se le suman otras como Renault, Vodafone, IBM, BT, Adecco o Mutua Madrileña.
“El acuerdo va a ser firmado por nuestro consejo de administración, lo que significa un compromiso público de alcanzar los objetivos”, señala sobre el compromiso Pedro Navarro, consejero independiente de Jazztel. “Es un refrendo a nuestros planes internos de igualdad”, apunta Dulce Subirats, directora de recursos humanos de Mutua Madrileña.
Los acuerdos recogen medidas como que al menos haya una mujer en la terna final de candidatos para una promoción interna, asegurar la formación de las empleadas o evitar que la maternidad sea una desventaja. Las empresas se comprometen, además, que a los dos años presentarán un informe con los logros.
El Gobierno, por su parte, está obligado únicamente a facilitar el acceso a formación de alto nivel para mujeres “pre-directivas y directivas”; tener en cuenta el acuerdo para facilitar el distintivo de igualdad que concede a las empresas; asesorar a quien se lo pida; y dar publicidad al programa, que permanece abierto para que más firmas se vayan incorporando.
“Este acuerdo nos permitirá reforzar las políticas internas de igualdad”, explica María José García Beato, secretaria general de Banc Sabadell. Y coincide con ella Begoña Celis, responsable de procesos de recursos humanos en Indra: “Las empleadas van a ver un compromiso en el que la compañía apuesta por ellas. Tenemos que hacerlas ver que no deben renunciar a ascensos por su vida familiar”.