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Criteria Caixa cesa a Ángel Simón como consejero delegado y nombra vicepresidente a Francisco Reynés

El ejecutivo saliente fue designado en 2024 y dio un giro al brazo financiero de la Fundación

El presidente de CriteriaCaixa, Isidro Fainé, y el consejero delegado, Ángel Simón.

Un terremoto ha sacudido el universo La Caixa justo cuando el rumbo estaba fijado. Criteria Caixa, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, ha acordado cesar a su actual consejero delegado, Ángel Simón, apenas 15 meses después de que fuese nombrado. El movimiento anunciado este martes por el holding no puede ser más inesperado, en tanto Simón se había convertido en una pieza clave para pilotar el giro estratégico de Criteria, que en este año y poco ha emprendido una senda de adquisiciones y participaciones en empresas estratégicas de la industria española. El único accionista del holding es la Fundación Bancaria La Caixa que preside Isidro Fainé, quien también preside Criteria. El holding, según expresa en un comunicado, ha decidido nombrar como consejero a Francisco Reynés, un hombre muy cercano a Fainé, para que en las próximas semanas asuma las funciones de vicepresidente ejecutivo.

CriteriaCaixa mesa

La compañía designó a Simón como consejero delegado a finales de enero de 2024, para que sustituyese en el cargo a Marcelino Armenter e imprimiese un gran giro en la visión del brazo inversor de La Caixa. Esta labor no ha estado exenta de tiranteces, según explican fuentes financieras, ya que atribuyen la salida de Simón a una falta de química personal tanto con Fainé como con el resto de la corporación. Con todo, la salida se ha producido de común acuerdo entre las partes, indican estas fuentes. El cese supone una desvinculación total de Simón del entorno de La Caixa.

Simón dejó Agbar, donde había desempeñado buena parte de su carrera como ejecutivo, para ir a Criteria. En estos 15 meses, el antiguo presidente de la compañía de aguas barcelonesa ha emprendido un giro copernicano en uno de los mayores holdings financieros de España. Criteria cuenta con una cartera de activos por valor de más de 30.400 millones de euros, más que el presupuesto de la Comunidad de Madrid, y es un actor industrial de primer nivel: con sus participaciones inyecta financiación en empresas de diferentes sectores industriales, a la vez que está presente en sus consejos de administración e imprime su influencia. De estas participaciones se derivan los dividendos con los que nutre a la Fundación Bancaria La Caixa.

Precisamente este era el cometido de Simón: ser más agresivo, entrar con mayor peso en las empresas estratégicas en España —a menudo, de la mano del Gobierno o al menos en sintonía con él— y ampliar su presencia en los consejos de participación. Tampoco es ajeno a los movimientos de más simbolismo político: tanto Criteria Caixa como la Fundación La Caixa acordaron a inicios de año trasladar la sede social del grupo a Barcelona, desde Palma de Mallorca. Se fueron en octubre de 2017, en plenas tensiones soberanistas.

Desde que llegó Simón a Criteria, el holding duplicó el peso en Telefónica en plena tormenta por el incremento de la participación del operador telefónico saudí en la operadora española: Criteria subió su participación hasta el 10%, el mismo porcentaje al que subió el Gobierno. El brazo inversor de La Caixa también ha entrado como accionista en Inmobiliaria Colonial, y en la ACS de Florentino Pérez; en Puig cuando salió a Bolsa, en Europastry y en Veolia. Ahí donde había una oportunidad para demostrar el peso estratégico de quien también es dueño del primer banco españo, y ahí donde se esperan buenas cifras de rentabilidad, está Criteria. A la vez, se están llevando a cabo desinversiones, como la venta de la participación en Cellnex, y fusiones, como la de la compañía de parkings Saba con la belga Interparking.

Otras operaciones quedaron en el limbo, lo que a la luz de los últimos movimientos, cobra importancia. Una es la posible entrada de Criteria como socio inversor en la siderúrgica Celsa, que necesita una inyección de capital para hacer frente a la deuda y para desarrollar su actividad tras el cambio de propiedad, que ahora recae en los fondos que eran acreedores de la familia Rubiralta. Aunque la nueva Celsa emitió un comunicado a principios de abril para explicar que las conversaciones estaban avanzadas y que había un principio de acuerdo para que Criteria se hiciese con el 20% del capital de la siderúrgica, la cosa se enfrió en Semana Santa: el brazo inversor de La Caixa explicó entonces que la operación no estaba cerrada y que había que esperar. En la carrera para incrementar participaciones en empresas, alguien apretó el acelerador antes de tiempo.

Otra operación que quedó en el aire fue precisamente en Naturgy: las aproximaciones entre el grupo emiratí Taqa y Criteria para presentar una opa sobre la gasista quedaron en nada, aunque Taqa expresó hace un mes su interés en retomar las conversaciones con el brazo inversor de La Caixa para venderle su participación, unas conversaciones que Criteria negó que existiesen. Criteria es el principal accionista de Naturgy, con un 26,7% del capital. La gasista, que preside Francisco Reynés, está inmersa en una autopa por el 10%, mientras que dos de sus principales accionistas (los fondos CVC y GIP, con un 20% cada uno) llevan años tratando de salir del capital. Criteria, como el resto de accionistas, se ha comprometido a vender una parte alícuota en la opa. Según ha explicado el propio Reynés, la razón de esta operación es incrementar el capital que cotiza en Bolsa. Por ello, la empresa prevé, una vez termine la opa, colocar estas acciones en mercado. En verano de 2023, la compañía sondeó el fichaje del banquero Ignacio Gutiérrez-Orrantia como consejero delegado para hacer dupla con Reynés. El plan fracasó, por la negativa del directivo del banco de inversión Citi a culminar el fichaje.

Duplicidad de cargos

Fuentes del mercado explican que la duplicidad de los cargos de Reynés —esta tarde ha convocado al consejo de administración de Naturgy para solicitar la autorización que le permita ser consejero y vicepresidente ejecutivo de Criteria mientras sigue siendo presidente de la gasista— no es un impedimento: Reynés mantendrá los dos cargos, pero no duplicará la retribución, sino que la que reciba de Criteria se descontará automáticamente de la que recibe de Naturgy. Además, señalan que otros consejeros del actual consejo de Criteria o de anteriores han podido compaginar cargos en otras empresas e instituciones. Y las mismas fuentes explican que los servicios jurídicos de ambas entidades se han asegurado de que no haya ningún tipo de incompatibilidad. El consejo de administración de Naturgy, tras reunirse su Comisión de nombramientos y retribuciones y emitir una opinión favorable, ha concedido la autorización solicitada, sujeta a la ratificación por la próxima junta general de accionistas, según han comunicado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Otro movimiento reciente podía hacer anticipar el cese de Simón: a finales de febrero José María Méndez fue nombrado consejero dominical de CaixaBank en representación de Criteria, un hombre que tenía que ir asumiendo responsabilidades en el brazo inversor y que puede ayudar a Reynés con la carga de trabajo de su nuevo cargo.

Reynés, muy vinculado al ecosistema La Caixa, ha sido nombrado consejero de Criteria y en las próximas semanas será nombrado vicepresidente ejecutivo de Criteria, a las órdenes de Fainé. Es de su más estrecha confianza —preside una de las participadas de Criteria con más peso estratégico—, tiene experiencia en otros ámbitos con su etapa anterior como consejero delegado de Abertis, y ya estuvo en Criteria Caixa como director general. A principios de mes fue nombrado como patrono de la fundación.

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