Marruecos movilizó hasta el 38% de su capacidad de producción para ayudar a España a salir del apagón
Los cables eléctricos del Estrecho pasaron del habitual flujo de energía hacia el sur a exportar en dirección a la Península


Marruecos, que habitualmente depende de España para completar sus crecientes necesidades de electricidad, movilizó en la tarde del lunes hasta el 38% de su capacidad de producción para enviar energía destinada a reactivar el suministro interrumpido por el apagón en el sur de la península. La Empresa Nacional de Electricidad y Agua de Marruecos (ONEE por sus siglas en francés) conectó su red con España, a través de las dos líneas de enlace existentes en el estrecho de Gibraltar, después de haber recibido una solicitud de Red Eléctrica Española (REE).
“Restablecimos las interconexiones [cortadas de forma automática tras la brusca caída en la red peninsular] y pusimos a disposición una cierta capacidad de energía para permitir que volvieran a arrancar las centrales del sur de España”, declaró un portavoz de la ONEE al semanario marroquí Tel Quel. El dispositivo de interconexión bajo el Estrecho cuenta con una capacidad operacional de 1.400 megavatios. En el momento del apagón, pasado el mediodía, Marruecos estaba importando 778 megavatios. A las 22.00 (una hora más en la España peninsular) exportaba 519 megavatios hacia el norte, según Electricicity Maps, sitio web que compila en tiempo real los flujos de intercambio entre países.
De acuerdo con el portal digital informativo Le Desk, el envío de energía equivalía al 38,17% de la capacidad de producción instantánea disponible (centrales térmicas y de gas) en Marruecos en esos momentos. Aunque solo representaba un 5% de la electricidad disponible entonces en España, el Gobierno español se apresuró a agradecer a las autoridades de Marruecos su solidaridad en materia de energía.
Un doble sistema de enlace eléctrico, integrado por siete cables submarinos conecta la estación transformadora costera de Fardioua (28 kilómetros al este de Tánger) con la de Tarifa (Cádiz), en el extremo meridional de la Península. En 2024, la ONEE recibió 2.537 gigavatios hora desde la red eléctrica española, un 27% más que el año anterior.
Está previsto que la actual conexión bajo el Estrecho, tendida desde 1988, se complete con otras dos líneas suplementarias a partir de 2028. El Gobierno de Rabat pretende asegurar con estas nuevas instalaciones las necesidades de energía en el país norteafricano, al tiempo que se garantiza la estabilidad del suministro entre ambas orillas del Mediterráneo. La línea eléctrica procedente Argelia, la otra conexión internacional con la que cuenta la red marroquí, permanece cortada desde 2021.
Marruecos suplió el lunes el colapso del suministro desde España mediante el arranque acelerado de centrales térmicas de carbón y de ciclo combinado de gas natural, según los informes de la ONEE. La red del país magrebí apenas sufrió algunos cortes puntuales en el norte y el este del territorio nacional, precisa Le Desk. Las perturbaciones causadas por el apagón en España, Portugal y parte de Francia afectaron, sin embargo, a los clientes de internet del operador Orange, cuyos servidores centrales se ubican en Europa, y provocaron retrasos en los equipos técnicos de facturación de aeropuertos marroquíes, sin que se vieran condicionadas las operaciones de vuelo.
Las conexiones energéticas entre ambas orillas del Estrecho han demostrado la utilidad de su función reversible. En junio de 2022, el gasoducto Magreb-Europa (en servicio a partir de 1996 desde los yacimientos del centro de Argelia), llevaba ocho meses sin actividad después de que Argel rompiera relaciones diplomáticas con Rabat. Entonces volvió a funcionar en sentido norte a sur, inverso al priginal para el que fue diseñado. En España se regasifica ahora el combustible licuado adquirido por Marruecos en los mercados internacionales antes de ser enviado por el mismo tubo a alimentar las centrales del país magrebí.
La ministra de Transición Energética, Leila Benali, ha anunciado que Marruecos aspira a alcanzar una capacidad instalada en energías renovables del 52% en 2026, frente al 42% actual. El país magrebí se ha decantado por el gas natural como energía de transición mientras desarrolla planes de producción de hidrógeno verde para reducir sus emisiones. Benali espera poner en marcha en 2027 una terminal de almacenamiento y regasificación de gas natural licuado en el puerto de Nador West Med, en construcción en las proximidades de la ciudad autónoma española de Melilla.
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