Santander paga 1.400 millones de euros por completar la compra del Sovereign
El banco de Emilio Botín cierra la compra del Banco de Pensilvania con una operación de intercambio de acciones.
Los consejeros del Sovereign han activado la vía rápida del meticuloso acuerdo de compra mediante el cual el Banco de Santander compró el 24,35% de Sovereign en 2005 y 2006 y se reservaba una posición de ventaja para adquirir el resto de la entidad. Ayer por la noche, esta entidad americana notificó que se había llegado a un acuerdo con el banco español para venderle el 75,65% que no poseía por el mismo precio de cierre de la entidad el viernes pasado, a 3,81 dólares por acción. La transacción se hará mediante intercambio de acciones ADS del Santander y está valorada en 1.900 millones de dólares (1.4 millones de euros).
El Santander va a convocar una junta extraordinaria de accionistas para aprobar una ampliación de capital de 147 millones de acciones nuevas, el 2% del capital del banco
Fueron los consejeros del Sovereign los que se acercaron al Santander para ofrecerles la venta de banco, algo que según el acuerdo es la única vía para que el banco de Botin pagara el precio de mercado (y no los 38 dólares por acción acordados entonces). Este precio pactado caducaba en junio de 2009. En 2006, Santanter pagó unos 3.300 millones de dólares por casi un cuarto de la entidad, algo que además le convirtió en el accionista mayoritario.
El segundo mayor accionista, con el 8.9%, el fondo Relational, aceptó la venta y su representante en el consejo, Ralph Whithworth explicaba en una nota que "dada la incertidumbre sin precedentes en el actual momento y los retos a los que se enfrenta Sovereign, creemos que esta es la transacción correcta en el momento adecuado".
Whitworth y el fondo que representa protagonizaron una dura pelea con los gestores del banco, entonces capitaneado por Jay Sidhu, cuando este firmó el acuerdo con el Santander.
El Sovereign ha visto su cotización erosionarse con rapidez durante la actual crisis ya que esta ha llegado cuando el banco tenía en su cartera muchos activos tóxicos. Sus dificultades se han trasladado a los resultados de un tercer trimestre que preanunció ayer por la noche. La entidad registró unas pérdidas de 982 millones de dólares, en las que están incluidos los 575 millones de dólares en acciones preferentes afectadas por la casi nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac y una pérdida de 602 millones de dólares por la venta de su cartera de CDOs. De no haberse registrado estas cifras negativas la entidad habría ganado 41,3 millones de dólares. Eso si, los tiempos que llegan son duros y el banco ha duplicado hasta los 304 millones las provisiones por pérdidas crediticias.
En mayo Sovereign hizo una ampliación de capital en la que el Santander tuvo que participar para no ver diluida su posición.
El banco de Botin dijo en un comunicado anoche que la adquisición se encuadra dentro de su estrategia de diversificación geográfica del grupo y financieramente espera un resultado positivo para Sovereign de 750 millones en 2011. El banco de Pensilvania tiene 750 oficinas y 12.000 empleados.
De momento, y aparte del precio de adquisición, unos 3.300 millones en 2006 más los de ahora, en el cuarto trimestre, el Santander ya ha tenido que provisionar 737 millones de euros por la depreciación de los activos del banco americano. A estos puede sumarse otra cifra similar este año por sus activos tóxicos, como ha ocurrido a casi toda la banca estadounidense y europea.