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11-S

La confianza, en ruinas

No habían transcurrido dos meses desde los ataques terroristas del 11 de septiembre y todavía los equipos de rescate y desescombro trabajaban en las ruinas de las Gemelas, cuando un nuevo colapso, éste con evidentes menores dosis de dramatismo humano, sacudió los cimientos financieros de Estados Unidos y los del resto del mundo. La compañía eléctrica Enron, que mantenía excelentes relaciones con la Administración Bush, quebraba tras descubrirse que había ocultado deuda en sociedades radicadas en paraísos fiscales. La pérdida de confianza en el sistema financiero que generó el caso se agudizó cuando el grupo Worldcom quebró en junio pasado.

Nuevos candidatos

Bahía de Bizkaia Gas baraja ampliar de nuevo la planta de regasificación

Kirru Artea / Tania Juanes|

La lista de peticiones de estos operadores de gas para tener acceso a la planta regasificadora propiedad de Bahía de Bizkaia Gas ha obligado a sus accionistas (BP, Iberdrola, Repsol y Ente Vasco de la Energía) a plantearse una nueva ampliación de sus instalaciones para fijar su capacidad de regasificación en 9 bcm (miles de millones de metros cúbicos) con el fin de cubrir sus propias necesidades y las de terceros.

11-S

Tambores de guerra en la política exterior de EE UU

Alicia González/Jose Reinoso|

CONFLICTO Bæpermil;LICO. La llegada de George Bush a la Casa Blanca, en enero de 2001, supuso un cambio en la política exterior de EE UU, que se aceleró tras el 11 de septiembre. Inicialmente, los atentados dieron paso a una voluntad de diálogo que impulsó una gran alianza internacional contra el terrorismo, pero el paso de los meses y la vuelta al unilateralismo de la Administración Bush han acabado por diluirla. Las relaciones entre EE UU y el mundo árabe se han deteriorado y el equilibrio de fuerzas entre aliados y enemigos tradicionales de EE UU en la región se encuentra en plena transformación. La riqueza petrolera de la zona aparece como trasfondo de la amenaza de ataque a Irak. CONFLICTO Bæpermil;LICO. La llegada de George Bush a la Casa Blanca, en enero de 2001, supuso un cambio en la política exterior de EE UU, que se aceleró tras el 11 de septiembre. Inicialmente, los atentados dieron paso a una voluntad de diálogo que impulsó una gran alianza internacional contra el terrorismo, pero el paso de los meses y la vuelta al unilateralismo de la Administración Bush han acabado por diluirla. Las relaciones entre EE UU y el mundo árabe se han deteriorado y el equilibrio de fuerzas entre aliados y enemigos tradicionales de EE UU en la región se encuentra en plena transformación. La riqueza petrolera de la zona aparece como trasfondo de la amenaza de ataque a Irak.

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