El abogado general del tribunal de la UE avala la directiva del tabaco

Hace ahora un año, los fabricantes Bristish American Tobacco e Imperial Tobacco denunciaron ante un tribunal británico la directiva que en mayo de 2001 aprobó normas más estrictas en la legislación sobre el tabaco. El caso ha llegado ante el Tribunal de Justicia de la UE que, en espera de una decisión definitiva, ha hecho público parte del informe previo elaborado por el abogado general, Adrian Geelhoed. En dicho informe, el abogado general propone a los jueces comunitarios que confirmen la validez de la directiva con normas más estrictas sobre composición y etiquetado del tabaco.

El informe del abogado general no es vinculante, pero sus orientaciones suelen ser seguidas en el veredicto final que emita el Tribunal de Justicia de la UE. Una de las cuestiones necesitadas de aclaración y así pedido por el tribunal británico es si al amparo del derecho comunitario sobre mercado interior se puede o no adoptar una norma sobre salud pública o relacionada con la exportación. En este sentido, Geelhoed afirma que 'si el legislador comunitario no pudiese utilizar su competencia para armonizar normas en el ámbito de la salud pública dejaría de existir un instrumento esencial para la realización del mercado interior'. Para el abogado general, el legislador comunitario es competente para dictar normas relativas a la producción de cigarrillos, aún cuando la producción esté dirigida a la exportación.

Esta es la segunda vez que el tribunal de la UE se pronuncia sobre una directiva comunitaria que tiene por objeto combatir el consumo de tabaco. La primera fue en 2000, cuando los jueces europeos anularon una directiva de 1998 que imponía la prohibición general de la publicidad del tabaco. La directiva actual, que deberá incorporarse al derecho de cada país antes de fin de este mes, reduce el contenido máximo de alquitrán y nicotina. Al tiempo, hace más severas las advertencias del etiquetado y prohíbe expresiones como 'bajo en nicotina'.